domingo, 19 de septiembre de 2010

Buddha .Federico García Lorca

El palacio en sombra


Enseña brumoso sus oros bruñidos

La cálida noche derrite sus tules

Entre las estrellas rojizas y azules.

Lloran los chacales en junglas perdidos.

En el estanque lotos sangrientos

Lirios de agua, palmas, umbrías

En los jardines altas palmeras

Se inclinan lánguidas y severas

Acompasando sus melodías
Dulces magnolias majestuosas

Dan su fragancia sobre las cosas.

Noche de luna. Raro consuelo.

Arturo llora su luz de cielo

Flores, divinas... Piedras, preciosas.
(una cuartilla falta aquí)
Abriole la puerta de calma infinita

después esfumose. Siddhartha medita.

Una voz celeste suave musita

"Tú eres Tathagatha, puro, sin igual".
En fondos dorados entre rosas blancas

Lució sus encantos la diosa Verdad

El iluminado quedose hierático

Aspirando triste un perfume enigmático

Que manaba lento de la eternidad.
El cuerpo sin alma subió al aposento

Yashodara y el niño dormían

Siddhartha sintió un agobio violento

Corazones en sombras yacían...

Grave palpitaba el firmamento.
Se arrancó la flecha que le lanzó Mara

Traspasando salió de la estancia

Dulce el corazón se durmió en la fragancia

Que la luz del cielo le dejara.

Y marchó con la Bienaventuranza
Siddhartha solloza. El palacio lejano

Enseña entre ramas sus oros bruñidos

La cálida noche derrite sus tules

Entre las estrellas rojizas y azules.

Lloran los chacales en junglas perdidos.