jueves, 16 de agosto de 2007

EL SUTRA DE LA LUZ DORADA. part I.



1. CAPÍTULO INTRODUCTORIO
OM. Homenaje a todos los gloriosos Budas y Bodisatvas.
(OM. Homenaje a la gloriosa, bendecida y noble Perfección de la Sabiduría (Prajñãpãramitã), y de la misma manera a la victoria sobre los estados de existencia (enseñada por) la tradición humana y divina. ¡Salve!).
Una vez escuché [cómo] el Tathãgata sobre el monte Grdhrakũta habitaba en la esfera de la religión en la profunda región de Buda, (junto a la noble diosa Bodhisattvasamuccayã, y a la gran diosa Sarasvatĩ, y a la gran diosa Sri, y a la gran diosa de la tierra Drdhã, y a la gran diosa Hãrĩtĩ, con tales grandes deidades a la cabeza [y también] con numerosos dioses, Nãgas, Yaksas, Rãksasas, Gandharvas, Asuras, Garudas, Kimnaras, Mahoragas, hombres y no-hombres.
Entonces el venerable Ãnanda habló de este modo al Señor: “Señor, ¿Cuál será para ellos la Disciplina de la Ley?”. El Señor respondió: ”La esencia de la meditación y de la Ley es pura, establecida de acuerdo a su manifestación y no por ardua investigación.
Entre los purificados, puros y mejores Bodisatvas (2) predicaré el excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, muy profundo en la escucha y profundo en el examen. Ha sido bendecido por los Budas de las cuatro direcciones, por Aksobhyarãja en el este, en el sur por Ratnaketu, en el oeste por Amitãbha, en el norte por Dundubhisvara. Yo proclamaré esta bendición, la excelente, auspiciosa confesión, cuyo objetivo es la ruina de todos los demonios, producir la destrucción de todos los demonios, conferir toda bendición, destruir todo infortunio, la base de la omnisciencia, perfectamente adornado con todo esplendor. Para aquellos seres cuyos sentidos son defectuosos, cuya vida es consumida o defectuosa, acosados por el infortunio, sus rostros apartados de los dioses, odiados por gente querida y amada, oprimidos en lugares tales como casas familiares, o en desacuerdo unos con otros, atormentados por la destrucción de sus propiedades, (3) con profunda pena y problemas, y en pobreza, de la misma manera en situaciones difíciles de miedo, en la aflicción de los planetas o constelaciones, en la violenta adherencia de los demonios, [aquél que] ve un mal sueño lleno de profunda pena y problemas debe escuchar [este] excelente sũtra, después que se haya bañado bien y esté puro. Para aquellos que escuchen este sũtra, la profunda región de Buda, con mentes puras y buenas intenciones, adornados con ropas limpias, y para todos los seres, tales severos infortunios son extinguidos para siempre por el esplendor de este sũtra, pues los mismos protectores del mundo junto con sus ministros y próceres militares les proporcionarán de protección con incontables millones de Yaksas. La gran diosa Sarasvatĩ, y de la misma manera [la diosa] que habita en el [río] Nirañjanã, Hãrĩtĩ, la madre de los Bhũtas, y la diosa de la tierra Drdhã, los reyes Brahma y los Treinta y tres reyes, los poderosos gobernantes de las serpientes, los reyes de los Kimnaras y los reyes de los Asuras, y de la misma manera los reyes de los Garudas, (4) estos, habiéndose aproximado allí con el poder de sus ejércitos y con sus vehículos, les proporcionarán protección, de día y de noche, sin descanso. Yo haré que se conozca este sũtra, la profunda región de Buda, el maravilloso misterio de todos los Budas, por millones de eones. Aquellos que escuchen este sũtra y que sean la causa de que otros lo escuchen, quienquiera que se regocije en él, y aquellos que lo honren, serán honrados a lo largo de numerosos millones de eones por los dioses, serpientes y hombres, por Kimnaras, Asuras y Yaksas. La cantidad de mérito surgido de ellos es infinito, incalculable, inconcebible, para aquellos seres que hayan llevado a cabo méritos. Ellos serán aceptados con mucho gusto por los Budas de las diez direcciones y de la misma manera por los Bodisatvas, cuyo curso de vida es profundo. Habiéndose puesto ropas limpias, llevando vestidos bien perfumados, habiendo producido una mente [llena] de amor, uno debe rendir honor incansablemente. Uno debe hacer a su propia mente, a sí mismo, puros [y] extensos. (5) Purificad [vuestros] pensamientos y escuchad [este] excelente sũtra. Aquellos que escuchen este sũtra, bienvenidos entre los hombres y con un bien ganado fruto de la existencia humana, vivirán una buena vida. Aquellos por cuyos oídos penetre esta enseñanza madurarán sus raíces de mérito y serán alabados por numerosos Budas.
Así [finaliza] el primer capítulo, el Capítulo Introductorio, del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. (6)

2. CAPÍTULO SOBRE EL PERIODO DE VIDA DEL TATHAGATA
Además, en ese momento, en ese periodo, en la gran ciudad de Rãjagrha habitaba el Bodisatva llamado Ruciraketu, un gran ser, que había servido a un Buda anterior, quien había plantado raíces de mérito, y quien era reverenciado por muchos cientos de miles de millones de Budas. Así que se le ocurrió: “¿Cuál es la causa, cuál es la razón, del porqué el Señor Sãkyamuni tuvo tan corto periodo de vida como son ochenta años?”.
Entonces pensó así: “En realidad ha sido dicho por el Señor: ‘Hay dos causas, dos razones para la larga vida. ¿Cuáles son éstas dos? Abstenerse de matar a los seres vivos y ofrecer comida’. Ahora, durante muchos incalculables cientos de millones de eones el Señor Sãkyamuni se abstuvo de matar a los seres vivos. Él no tan sólo se adhirió al curso de acción que consiste en las diez raíces meritorias sino que también ofreció comida a los seres, y objetos internos y externos, hasta que finalmente los seres hambrientos se satisficieron con la carne, (7) sangre, huesos y médula de su propio cuerpo, cuánto más con otra comida”.
Ahora, mientras este buen hombre estaba pensando esto y pensamientos similares de consciencia y concentración en el Buda, su casa se volvió vasta [e] inmensa, hecha de berilo, adornada con numerosas joyas divinas, una transformación debida al Tathãgata, llenada con perfumes que sobrepasaban a los de los dioses. Y en esa casa en las cuatro direcciones aparecieron cuatro asientos hechos de joyas divinas. Y sobre esos asientos aparecieron esparcidas esterillas hechas de joyas divinas y excelente tela de algodón. Y sobre esas esterillas aparecieron lotos divinos adornados con numerosas joyas, transformaciones debidas al Tathãgata. Y sobre esos lotos aparecieron cuatro Señores Budas. En el este apareció el Tathãgata Aksobhya. (8) En el sur apareció el Tathãgata Ratnaketu. En el oeste apareció el Tathãgata Amitãyus. En el norte apareció el Tathãgata Dundubhishvara. Y aquellos Señores Budas aparecieron inmediatamente sobre tronos de león.
Entonces no sólo la gran ciudad de Rãjagrha se llenó de una gran luz sino que también la triple-mil, la gran-mil esfera mundial y las esferas mundiales iguales a los granos de arena del río Ganges en todas las diez direcciones se llenaron de luz. Y llovieron flores celestiales. Y resonaron instrumentos musicales divinos. Y todos los seres de esta triple-mil gran-mil esfera mundial fueron poseídos por una felicidad divina a través del poder de Buda. Los seres cuyos sentidos estaban incompletos poseyeron todos los sentidos. Y los seres ciegos de nacimiento vieron formas con los ojos. Y seres sordos escucharon sonidos con las orejas. Y los seres inconscientes recuperaron su consciencia. Y seres cuyas mentes estaban angustiadas nunca más estuvieron angustiados mentalmente. (9) Y los seres desnudos fueron vestidos. Y los seres hambrientos fueron saciados plenamente. Y los seres sedientos se volvieron no sedientos. Y los seres afligidos por la enfermedad sanaron. Y los seres cuyos órganos corporales eran defectuosos poseyeron los órganos completos. A gran escala hubo en el mundo una aparición de cosas milagrosas.
Entonces cuando el Bodisatva Ruciraketu vio aquellos Señores Budas, se sorprendió: “¿Cómo es [posible]?”. Complacido, alegre, contento, regocijándose, lleno de gozo y alegría, rindió homenaje donde estaban aquellos Señores Budas, y recordando aquellos Señores Budas de acuerdo a sus formas, recordando las virtudes del Señor Sãkyamuni, empezó a desconcertarse por lo que respecta al periodo de vida del Señor Sãkyamuni. Le daba vueltas a esta reflexión: “¿Cómo es [posible]? ¿Por qué es que el Señor Sãkyamuni tuvo tan corto periodo de vida como son ochenta años?”.
Entonces en verdad aquellos Señores Budas, conscientes [de este pensamiento] hablaron de este modo al Bodisatva Ruciraketu: “No pienses así, noble hijo, [que] el periodo de vida del Señor Sãkyamuni fue tan breve. ¿Por qué? Nosotros no vemos a nadie en el mundo de los dioses, Mãras, Brahmas, entre la raza de los ascetas y brahmines, dioses, hombres y Asuras que puedan ser capaces (10) de comprender hasta donde llega el límite del periodo de vida del Tathãgata, el Señor Sãkyamuni, aparte de los Tathãgatas, Arhats, aquellos plenamente iluminados”.
Y tan pronto como aquellos Señores Budas pronunciaron [esta] explicación del periodo de vida del Tathãgata, entonces por el poder de Buda los dioses que residen en los reinos del deseo y de las formas, incluyendo Nãgas, Yaksas, Gandharvas, Asuras, Garudas, Kimnaras y Mahoragas, reunidos, y numerosos cientos de miles de millones de Bodisatvas llegaron juntos a la casa del Bodisatva Ruciraketu. Entonces esos Tathãgatas proclamaron en verso a la totalidad de la asamblea [esta] explicación del periodo de vida del Señor Sãkyamuni:
“Las gotas de todos los océanos de agua pueden ser contadas, pero nadie puede contar la vida de Sãkyamuni”. (11)
“Por lo que se refiere al monte Sumeru, todos sus átomos pueden ser contados, pero nadie puede contar la vida de Sãkyamuni”.
“No importa cuántos átomos haya en la tierra es posible contarlos todos pero no contar la vida de Buda”.
“Si alguien deseara medir el cielo, [ello es posible], pero nadie puede contar la vida de Sãkyamuni”.
“Pongamos que hay muchos eones y cientos de millones de eones, y muchos Budas perfectos, pero aun el recuento [de su vida] no es obtenido”.
“Porque hay dos causas para ello y de la misma manera dos razones: (12) abstenerse de herir maliciosamente y ofrecer mucha comida, por tanto el recuento de la vida de aquel de gran alma no se obtiene en muchos eones, de la misma manera en muchos innumerables eones”.
“Por tanto liberaos de dudas. No tengáis absolutamente ninguna duda. Por lo que respecta al límite del periodo de vida de Buda, su recuento no es obtenido en lado alguno”.
Entonces en verdad en este momento en esa asamblea el maestro y orador llamado Kaundinya, un brahmín, junto a numerosos miles de brahmines, hizo un acto de homenaje al Señor, y habiendo escuchado la noticia del gran Nirvãna completo del Tathãgata, rompió a llorar, cayó de repente a los pies del Señor y le dijo:
“Si de hecho el Señor es compasivo hacia todos los seres, sufriendo desde hace largo tiempo, deseoso de su bienestar, padre de todos los seres, inigualado, dispensador de luz como la luna, elevado como el gran sol de la sabiduría y el conocimiento; si miras por todos los seres como si fueran tu hijo Rãula, concédeme un favor”.
El Señór permaneció en silencio.
(13) Entonces a través del poder de Buda, en esa asamblea, de nombre Sarvalokapriyadarsana, un príncipe Litsavi, brillantemente elocuente, hablo así al maestro y orador Kaundinya: “¿Por qué, gran brahmín, suplicas un favor del Señor? Yo mismo te lo concedo”. El brahmín dijo: “Para bien de honrar al Señor, príncipe Litsavi, deseo tener una reliquia del Señor del tamaño de un grano de mostaza, una partícula de una reliquia para mi posesión. De este modo se escucha: si uno ha honrado una reliquia del tamaño de un grano de mostaza, uno obtiene señorío sobre los Treinta y tres dioses. Escucha, príncipe Litsavi, el excelente Suvarnabhãsasũtra, el cual es difícil (14) de percibir para todos los Srãvakas y Pratyekabudas, difícil de comprender. Él hará público el excelente Suvarnabhãsasũtra plenamente acompañado por tales características y virtudes. Justo así, Oh príncipe Litsavi, es el excelente Suvarnabhãsasũtra difícil de percibir, especialmente para nosotros brahmines que habitamos en las zonas fronterizas. La reliquia del tamaño de un grano de mostaza es para ser puesta en una caja. Te suplico este favor para que los seres puedan muy rápidamente obtener el señorío sobre los Treinta y tres dioses. Entonces ¿por qué, príncipe Litsavi, no debe uno desear pedir una reliquia del Tathãgata del tamaño de un grano de mostaza de manera que al ponerla [y] depositarla en una caja para reliquias uno pueda obtener el señorío sobre los Treinta y tres dioses para todos los seres? De este modo, Oh príncipe Litsavi, he pedido yo [este] favor”.
Entonces SarvalokapriyadarSana, el príncipe Litsavi, respondió en verso al maestro y orador Kaundinya, el brahmín:
(15) “Cuando en las aguas del Ganges crezcan lirios blancos, [cuando] los cuervos se vuelvan rojos, los cucos del color de la concha, [cuando] el manzano produzca el fruto de la palmera y el datilero produzca flores de mango, entonces habrá sin duda una reliquia del tamaño de un grano de mostaza. Cuando del pelo de tortugas se haga una capa bien hecha que elimine el frío en invierno, entonces habrá una reliquia. Cuando de las patas de mosquitos se haga una torre bien hecha, firme e inamovible, entonces habrá una reliquia. (16) Cuando surjan en todas las sanguijuelas afilados, grandes y blancos dientes, entonces habrá una reliquia. Cuando de los cuernos de un conejo haya una escalera bien hecha con el propósito de subir hasta el cielo, entonces habrá una reliquia. Cuando un ratón, habiendo subido por esta escalera, se coma la luna e irrite a Rãhu, entonces habrá una reliquia. Cuando las moscas, habiendo bebido una jarra de vino, vaguen por el pueblo y habiten en una casa, entonces habrá una reliquia. Cuando el asno, poseído de un pico [rojo] como el fruto bimba, sea feliz y hábil en danzar y cantar, entonces habrá una reliquia. Cuando el búho y la vaca, habiendo ido a un lugar solitario, se diviertan juntos en mutua armonía, entonces habrá una reliquia. (17) Cuando de las hojas de un árbol palãsa se haga un paraguas muy firme para protegerse contra la lluvia, entonces habrá una reliquia. Cuando los barcos que van por el océano dotados de remos y velas asciendan a tierra seca y prosigan, entonces habrá una reliquia. Cuando los búhos vuelen tomando en su pico la montaña Gandhamãdana, entonces habrá una reliquia”.
Cuando hubo escuchado estos versos, el maestro y orador Kaundinya, el brahmín, respondió a SarvalokapriyadarSana, el príncipe Lotsavi, con estos versos:
“Bravo, bravo, el mejor de los príncipes, hijo de Buda, gran orador, hábil en recursos, héroe, el mejor de aquellos que han obtenido una profecía [a la iluminación]. Escúchame, príncipe, concerniente a la majestuosidad inconcebible, en su debido orden, del protector del mundo, el salvador, el Tathãgata. Inconcebible es la esfera de Buda, e inigualables son los Tathãgatas. (18) Todos los Budas son siempre benevolentes. Todos los Budas se comportan perfectamente. Todos los Budas tienen la misma apariencia: esta es la condición normal entre los Budas. Este señor Tathãgata no es creado y no ha surgido. Su cuerpo que es tan duro como el rayo manifiesta su cuerpo transformado. Y de ahí que no hay nada llamado reliquia del gran sabio ni siquiera del tamaño de un grano de mostaza. ¿Cómo habrá una reliquia en un cuerpo sin hueso o sangre? El depositar una reliquia es un recurso para el bienestar de los seres. Para aquél que tiene la Ley como su cuerpo es aquél plenamente iluminado; la esfera de la Ley es el Tathãgata. Tal es el cuerpo del Señor; tal la exposición de la Ley. Esto yo lo escuché y lo conocí, pues el favor fue pedido por mí [y] la conversación fue instigada por mí para dilucidar la verdad”.
Entonces en verdad treinta y dos mil dioses, habiendo escuchado esta profunda explicación del periodo de vida de un Tathãgata, todos elevaron su determinación hacia la suprema y perfecta iluminación. Los pensamientos de sus mentes llenos de gozo, con el sonido de una voz unida, pronunciaron el verso: (19)
“El Buda no entra en el Nirvãna completo [y] la Ley no desaparece. Para madurar los seres él enseña el Nirvãna completo. El Señor Buda es inconcebible. El Tathãgata tiene un cuerpo eterno. Él muestra diversas manifestaciones para beneficio de los seres”.
Entonces en verdad el bodisatva Ruciraketu, habiendo escuchado [esta] explicación del periodo de vida del Señor Sãkyamuni en presencia de aquellos Señores Budas y de aquellos dos buenos hombres, estaba complacido, alegre, contento, jubiloso, lleno de alegría y contento, y se llenó de noble gozo.
Mientras esta explicación del periodo de vida del Tathãgata estaba siendo expuesta, la determinación de innumerables, incalculables [seres] se elevó hacia la perfecta iluminación. Y aquellos Tathãgatas desaparecieron.
Así [finaliza] el segundo capítulo, el capítulo sobre el periodo de vida del Tathãgata, del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. (20)

3. CAPÍTULO SOBRE LA CONFESIÓN
Entonces el Bodisatva Ruciraketu dormía. En medio de su sueño vio un tambor dorado, hecho de oro, brillando en todas las direcciones, como la esfera del sol. Y en todas las direcciones vio innumerables, incalculables Budas, sentados sobre asientos de berilo a los pies de Árboles enjoyados, rodeados [y] honrados por una asamblea de numerosos cientos de miles de incontables seres, enseñando la Ley.
Y allí vio a un hombre con aspecto de un brahmín, golpeando ese tambor. Del sonido del tambor escuchó surgir estos [y] versos como una confesión. (21) Entonces el Bodisatva Ruciraketu, tan pronto como despertó, recordó estos versos de confesión y de la Ley. Habiéndolos recordado, al final de la noche, partió de la gran ciudad de Rãjagrha con numerosos miles de seres. Llegó al monte Grdhrakũta, donde se encontraba el Señor, y habiéndose aproximado y reverenciado los pies del Señor con su cabeza, caminó tres veces alrededor del Señor hacia la derecha y se sentó a un lado. Sentado a un lado, el Bodisatva Ruciraketu hizo el gesto de respeto con sus manos dirigidas hacia el Señor y pronunció aquellos versos confesionales que había escuchado en medio de su sueño salidos del sonido del tambor:
“Una noche cuando no estaba cansado me dormí y vi un reluciente tambor con luz dorada por todos lados. Brillando como el sol brillaba en todas direcciones. Resplandecía en las diez direcciones. Vi Budas por todos lados. Estaban sentados en sobre árboles enjoyados y asientos de berilo a la cabeza de una asamblea de numerosos cientos de miles. (22) Vi alguien en forma de brahmín golpeando el tambor y mientras era golpeado por él, surgieron estos versos:
‘Que por el excelente tambor de luz dorada sean las aflicciones en el triple-mil mundo ser eliminadas, las aflicciones en los estados malignos, las aflicciones en el mundo de Yama y las aflicciones de la pobreza aquí en el mundo triple. Y que por este retumbar del sonido del tambor puedan todos los problemas en el mundo ser suprimidos, puedan los seres permanecer sin miedo, libres del miedo de la misma manera en que los grandes sabios están libres del miedo, sin temor. Así como los sabios que lo conocen todo en el ciclo de existencias están dotados con todas las virtudes nobles, (23) así puedan los hombres ser océanos de virtudes dotados con las virtudes de la meditación y los [siete] miembros de la iluminación. Y que por este retumbar del tambor puedan todos los seres poseer la voz de Brahma. Puedan ellos tocar la mejor iluminación de la Budeidad. Puedan ellos girar la Rueda pura de la Ley. Puedan ellos seguir [vivos] por eones inconcebibles. Puedan ellos predicar la Ley para beneficio del mundo. Puedan ellos destruir las impurezas, aniquilar las aflicciones, suprimir las pasiones, y de la misma manera el odio [y] la locura. Puedan aquellos seres que habitan en los estados malignos, sus miembros ardiendo con fuego abrasador, escuchar el sonido del tambor. Puedan ellos tomar el estribillo: “Al Buda se le haga homenaje”. Puedan todos los seres ser conscientes de sus [anteriores] nacimientos durante cientos de nacimientos, miles de millones de nacimientos. Continuamente conscientes de los grandes sabios, dejemos que escuchen su palabra, pues es noble. (24) Y que por este retumbar del ruido del tambor puedan ellos obtener siempre un encuentro con los Budas. Puedan ellos evitar las acciones malignas. Puedan ellos practicar meritorios actos de bondad. Para aquellos hombres, Asuras, y todos los seres que tienen deseos [y] anhelos, pueda yo satisfacerles todo por medio de este retumbar del ruido del tambor. Para aquellos seres que han tomado nacimiento en el temible infierno, sus miembros ardiendo con fuego abrasador, y que, sin protección y oprimidos por el dolor, vagan sin rumbo, habrá un apagado de sus fuegos. Aquellos seres cuyas aflicciones son intensas y terribles en los infiernos, entre los espíritus [o] en el mundo de los hombres, por medio de este retumbar del tambor, puedan todas sus aflicciones ser suprimidas. Y pueda yo ser para aquellos privados de libertad, sin auxilio, sin refugio, el liberador, el refugio, el protector excelente. (25) Puedan los Budas, cuyas mentes están [llenas] de misericordia [y] compasión, tener cuidado de mí, aquellos mejores de los de dos piernas, que habitan en el mundo en sus diez direcciones. Y cualquier acto maligno, cruel que haya sido llevado a cabo por mí anteriormente, yo los confesaré todos ante los Budas. Cualquier maldad que haya llevado a cabo no prestando atención a mis padres, olvidando a los Budas, (26) olvidando la bondad; cualquier maldad que haya llevado a cabo estando bebido con el intoxicante de la autoridad o con el intoxicante de un alto renacimiento o estando bebido con el intoxicante de la juventud; cualquier maldad que haya llevado a cabo, mal pensamiento, malas palabras, por medio de hacer un acto maliciosamente [o] por no percibir un percance; cualquier maldad que haya llevado a cabo por la aplicación de un razonamiento estúpido, por una mente oscurecida con la ignorancia, bajo la influencia de un mal amigo o por una mente distraída por las impurezas, bajo la compulsión de la competición [o] el disfrute, o a través de la influencia de la ansiedad [o] el enfado, [o] a través del defecto de riquezas insatisfechas; cualquier maldad que haya llevado a cabo por medio de mis asociaciones con personas innobles, por razón de envidia [y] codicia, [o] por el defecto de la astucia [o] la desdicha; (27) cualquier maldad que haya llevado a cabo a través del fracaso para obtener el dominio sobre mis deseos por razón del miedo en los tiempos de problemas; cualquier maldad que haya llevado a cabo a través de la influencia de una mente huidiza o a través de la influencia de la pasión [y] el enfado [o] a través de estar oprimido por el hambre y la sed; cualquier maldad que haya llevado a cabo para conseguir comida y bebida, para conseguir ropas, para conseguir mujeres, a través de diversas aflicciones de las impurezas; cualquier maldad de cuerpo, palabra y mente, malas acciones acumuladas de tres formas distintas, que haya llevado a cabo, junto con cosas similares, yo las confieso todas. Cualquier falta de respeto que haya podido mostrar a los Budas, doctrinas, y de la misma manera a los Srãvakas, yo las confieso todas. Cualquier falta de respeto que haya podido mostrar hacia los Pratyekabudas o hacia los Bodisatvas, yo las confieso todas. [Si he mostrado falta de respeto hacia aquellos que predican la Buena Ley o hacia otros seres meritorios, yo lo confieso todo]. Si de manera inconsciente he rechazado continuamente la Buena Ley (28) [o mostrado] falta de respeto hacia mis padres, yo lo confieso todo. [Cualquier maldad que haya llevado a cabo] a través de la estupidez o de la locura o a través de estar lleno de orgullo y arrogancia, a través de la pasión, el odio o el engaño, yo lo confieso todo’.
‘Yo veneraré a los Budas de las diez direcciones del mundo. Yo liberaré a todos los seres de las diez direcciones de toda aflicción. Yo estableceré en el décimo estadio a toda la inconcebible cantidad de seres. Y cuando los haya establecido en el décimo estadio, puedan ellos convertirse en Tathãgatas. Pueda yo seguir mi camino durante millones de eones para beneficio de cada único ser hasta que sea capaz de liberar a cada uno de ellos del océano de la aflicción. Pueda yo exponer a esos seres esta profunda Confesión. El excelente Suvarnabhãsa cuyo nombre causa la destrucción de todos los actos. Proclamándolo una vez, toda la cruel maldad que uno haya llevado a cabo en miles de eones es destruida. (29) Habiendo expuesto esta Confesión, el espléndido, excelente Suvarnabhãsa, por medio del cual se obtiene rápidamente la destrucción de las obstrucciones debidas a acciones pasadas, (30) pueda yo permanecer en el décimo estadio, a elección mía [hecha de] las diez joyas. Pueda yo brillar con las cualidades de Buda. Pueda yo hacer [que los seres] atraviesen el océano de existencia. Y pueda yo llenar la corriente del mar Búdico, el profundo océano de virtudes y omnisciencia, con inconcebibles cualidades de Buda. Pueda yo convertirme en un excelente Buda con cientos de miles de meditaciones, con inconcebibles fórmulas mágicas, con los sentidos, con los [diez] poderes [y] los [siete] miembros de la iluminación’.
‘Puedan los Budas tener cuidado de mí con mentes atentas. Puedan ellos perdonar mi pecado con mentes dadas a la compasión. (31) Por el mal llevado a cabo por mí anteriormente incluso en cientos de eones, tengo una mente perturbada oprimida por la desdicha, los problemas y el miedo. Con una mente infeliz temo continuamente las malas acciones. Donde quiera que voy no hay disfrute para mí en lugar alguno. Todos los Budas son compasivos. Ellos eliminan los miedos de todos los seres. Puedan ellos perdonar mi pecado y puedan ellos liberarme del miedo. Puedan los Tathãgatas llevarse por mí el engaño de las impurezas [y] actos. Y puedan los Budas lavarme con las crecientes aguas de la compasión. Confieso todo mal llevado a cabo anteriormente por mí y confieso toda mi maldad actual. Para el futuro, me comprometo a abstenerme de todos los actos llevados a cabo maliciosamente. No escondo cualquier maldad que haya podido llevar a cabo. Los tres tipos de actos con el cuerpo y los cuatro tipos con la palabra, (32) así como también los tres actos con la mente, todo esto yo lo confieso. Lo que haya hecho con mi cuerpo, lo que he hecho con mi palabra, y lo que he hecho con mi mente, los diez tipos de actos que haya llevado a cabo, yo los confieso todos. Pueda yo evitar las diez acciones malignas. Pueda yo practicar las diez buenas acciones. Pueda yo permanecer en el décimo estadio. Pueda yo convertirme en un excelente Buda. Cualquier mal acto haya llevado a cabo provocando un fruto no deseado yo los confesaré todos en la presencia de los Budas’.
‘Aquellos que en este Jambudvĩpa y en otras esferas mundiales, hacen una buena acción yo me regocijo de todos ellos. Y cualquier mérito que haya sido obtenido por mí por medio de cuerpo, palabra y mente, a través de esta raíz de mérito pueda yo tocar la excelente iluminación’.
‘Bajo la opresión de la existencia [o] a través del pensamiento estúpido, cualquier maldad severa que haya llevado a cabo, (33) en presencia de Buda, yo confieso todo este mal. Y confieso todo ese mal que ha sido acumulado por mí bajo la opresión del nacimiento, bajo las diversas opresiones de la actividad fruto de las pasiones, bajo la opresión de la existencia, bajo la opresión del mundo, bajo la opresión de la mente fugaz, bajo la opresión de las impurezas causadas por lo tonto y estúpido, y bajo la opresión de la llegada de amigos malignos, bajo la opresión del miedo, bajo la opresión de la pasión, bajo la opresión del odio y bajo la opresión de la locura y la oscuridad, (34) bajo la opresión de la oportunidad, bajo la opresión del tiempo, bajo la opresión de obtener méritos, estando bajo [mi] opresión ante Buda, yo confieso todo este mal’.
‘Rindo culto a los Budas, que son como océanos de virtudes, montañas que brillan con el color del oro como Sumeru. Voy por refugio a esos Budas y con mi cabeza me postro ante todos esos Budas. [Cada uno es] de color dorado, brillando como oro puro. Tiene ojos magníficos, puros y sin defecto como el berilo. Es una mina que resplandece con gloria, esplendor, y fama. Es un Buda-sol que elimina las tinieblas de la oscuridad con sus rayos de compasión. Es muy perfecto, muy brillante, con miembros resplandecientes. Es un sol plenamente iluminado. Sus miembros son prominentes como el oro puro. (35) Reconforta como si fuera un faro hecho con la malla de rayos de luna del sabio para aquellos cuyas mentes son consumidas por el fuego de las impurezas. Sus órganos de los sentidos son hermosos con las treinta y dos excelentes marcas mayores, sus miembros reluciendo enormemente con las muy brillantes marcas menores. Con mallas de rayos llenos de gloria, meritos y esplendor, permanece en medio de la oscuridad como el sol de los tres mundos.
‘Tus miembros parecidos a la plata, cristal o cobre, con diversos colores magníficos puros como el berilo, con mallas de rayos múltiples y adornados de maneras diversas, rojo cobre como el atardecer, tú brillas, gran sabio, como el sol. Pues aquél que caído en el río del ciclo de existencias, en medio de la riada del desastre, afligido por la ansiedad, en el agua de la muerte, en la ola de la vejez, seca completamente con mallas de rayos del Buda-sol el océano de aflicción, cuya corriente es extremadamente dura y cruel’. (36)
‘Adoro al Buda, cuyos miembros brillan como el oro, cuyos miembros relucen con el color del oro, una mina de conocimiento, prócer de los tres mundos, hermoso, cuyos miembros están adornados con muchas marcas brillantes. Así como el agua del océano es inconmensurable, así como la tierra es infinita con sus partículas de polvo, así como Meru es infinito con sus piedras, así como el cielo tiene un límite infinito, así son en efecto las virtudes de Buda, infinitas. Incluso todos los seres no pueden conocerlas. Si uno las pensara y cavilara sobre ellas durante numerosos eones, uno no podría conocer las últimas virtudes. La tierra con sus rocas, montañas y océanos, es posible quizás en eones contarla y conocerla, y el agua [del océano] puede quizás ser medida: no es posible conocer el final de las virtudes de Buda’. (37)
‘Puedan todos los seres ser iguales en virtud, apariencia, fama, gloria, con el cuerpo adornado con las hermosas marcas mayores [y] decorado con las dieciocho marcas menores. Y que por este buen acto, pueda yo dentro de poco convertirme en un Buda en el mundo; pueda yo liberar a los seres oprimidos por muchas aflicciones; pueda yo vencer a Mãra con su poder y su ejército; pueda yo girar la Rueda de la excelente Ley; pueda yo permanecer por eones inconcebibles; pueda yo satisfacer a los seres con el agua de néctar; pueda yo llevar a cabo las seis perfecciones de la misma manera en la que ellas fueron llevadas a cabo por Budas anteriores; pueda yo golpear las impurezas; pueda yo destruir las aflicciones; pueda yo extinguir la pasión, y de la misma manera el odio [y] la locura. Y pueda yo ser constantemente consciente de renacimientos anteriores por cientos de nacimientos, cientos de miles de nacimientos. Pueda yo constantemente recordar a los grandes sabios. Pueda yo escuchar su palabra, pues es noble. (38) Y que por este buen acto, pueda yo siempre encontrarme con los Budas; pueda yo evitar completamente las malas acciones; pueda yo practicar las buenas acciones, minas de excelencia’.
‘Que en todos los lugares de las esferas de todos los seres puedan todas las aflicciones del mundo ser extinguidas. Puedan aquellos seres cuyos sentidos sean defectuosos, cuyos miembros sean deficientes, tener ahora sentidos completos. Puedan aquellos posternados en las [diez] direcciones que están enfermos, impedidos, cuyo cuerpo esta herido, y que están sin protección, ser todos liberados rápidamente de su enfermedad, y puedan ellos obtener salud, fortaleza y sentidos. Puedan aquellos seres que están en peligro de ser amenazados o asesinados por reyes, ladrones, o bribones, que están preocupados por cientos de miedos diferentes, puedan todos aquellos seres que son oprimidos y que sufren ser liberados de esos cientos de extremos y terribles miedos. Puedan aquellos que son golpeados, esclavizados y torturados por cadenas, y con problemas diversos, (39) confundidos por numerosos miles de trabajos, que son afligidos por miedos diversos y una cruel ansiedad, puedan todos ellos ser liberados de sus cadenas; puedan los golpeados ser liberados de aquellos que golpean; puedan los condenados ser devueltos a la vida; y puedan todos aquellos que han caído en problemas estar libres del miedo. Puedan aquellos seres que están oprimidos por el hambre y la sed obtener variedad de comida y bebida. Y puedan los ciegos ver las diversas formas, los sordos escuchar sonidos placenteros, los desnudos obtener diversas prendas de vestir, y los seres pobres obtener tesoros. Y puedan todos los seres ser bendecidos con abundante riqueza, grano y diversas joyas. Pueda la experimentación de la aflicción no dañar a nadie. Puedan todos los seres tener buena apariencia. Puedan ellos tener hermosas, elegantes y auspiciosas formas y tener continuamente una bendición de numerosas bendiciones. Que tan pronto como piensen en ellas, pueda haber allí la comida y bebida que ellos deseen, gran abundancia, y méritos, (40) laúdes, tambores, [y] platillos de sonido placentero, manantiales, charcas, estanques, [y] depósitos para el agua. Que tan pronto como piensen en ellos, pueda haber para ellos estanques de lotos azules y dorados, comida y bebida, y de la misma manera vestidos, riquezas, oro, ornamentos de gemas y perlas, oro, berilo, y joyas diversas. Pueda no haber ningún sonido de aflicción en ningún lugar del mundo. Pueda no haber ni un solo ser de semblante contrariado, y puedan ser todos ellos de noble aspecto, creando luz unos a otros. Que cualquier éxito pueda haber en el mundo de los hombres, (41) pueda surgir para ellos según su pensamiento. Que tan pronto como piensen en ellos, puedan todos sus deseos satisfacerse a través de su mérito [y su] fruto. Pueda llover allí tres veces de los árboles perfume, guirnaldas, ungüentos, vestidos, cosméticos y flores diversas. Puedan los seres aceptarlos [y] estar alegres. Puedan ellos honrar de manera inconcebible, a todos los Tathãgatas de las diez direcciones, a los Bodisatvas, a los Srãvakas, a la pura, inmaculada y firme Ley. Puedan los seres evitar los estados inferiores de existencia. Puedan ellos evitar los ocho estados faltos de oportunidad. Puedan ellos obtener la suprema y principal oportunidad. Puedan ellos obtener un encuentro con los Budas. Puedan ellos ser siempre de alta alcurnia [y] (42) tener sus erarios repletos de abundante riqueza y grano. Que por numerosos eones puedan ellos estar perfectamente adornados con la belleza, complexión, fama [y] gloria. Puedan todas las mujeres convertirse constantemente en hombres, fuertes, heroicos, inteligentes, y eruditos. Puedan ellos proseguir constantemente hacia la iluminación y ser activos en las seis perfecciones. Puedan ellos ver a los Budas de las diez direcciones, confortablemente sentados bajo excelentes árboles de joyas, sentados juntos sobre asientos de precioso berilo. Puedan ellos escucharlos exponer la Ley. Que los actos malignos obtenidos por mí, lo que yo haya obtenido anteriormente bajo la opresión de las existencias, cualesquiera actos malignos que provoquen frutos indeseables, puedan todos ellos ser destruidos sin residuo. Puedan todos los seres que habitan en la esclavitud de la existencia, encadenados con firmes cadenas por las cadenas de la existencia cíclica, (43) ser liberados de su esclavitud por las manos de la sabiduría. Puedan ellos ser liberados de sus aflicciones. Puedan ellos convertirse en Budas’.
‘Cualesquiera seres aquí en Jambudvĩpa y cualesquiera también en otras esferas mundiales lleven a cabo diversos y profundos méritos, les felicito a todos ellos por este mérito. Por esta felicitación por sus méritos [y] por el mérito obtenido [por mí] a través del cuerpo, palabra y mente, (44) pueda haber un éxito provechoso por mi decisión. Pueda yo tocar la suprema e inmaculada iluminación’.
‘Quienquiera que venere y alabe continuamente a los Budas, con mente creyente, pura, intachable, por medio de esta [Confesión], que es alabada [como causa de] transferencia de mérito, y abandone los estados malignos durante sesenta eones, y quienquiera, hombres, mujeres, brahmines, guerreros, que con estos celebrados versos alabe al sabio, estando con las manos en la postura de reverencia, recordará [sus] nacimientos en todas las existencias, tendrá [su] cuerpo adornado con todos los miembros y todos los sentidos, [estará] dotado de méritos diversos [y] con virtudes, y será venerado continuamente como rey entre los hombres. Tal será en cada lugar [de nacimiento]’.
‘No bajo un solo Buda han llevado a cabo el bien, ni siquiera bajo dos, ni cuatro, ni cinco, ni diez, sino que aquellos en los que esta Confesión entre por sus oídos han llevado a cabo el bien bajo miles de Budas”’.
Así [finaliza] el tercer capítulo, el Capítulo sobre la Confesión, del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. (45)

4. CAPÍTULO [LLAMADO] “ABUNDANCIA DE LOTOS”
Entonces el Señor habló de este modo a la noble diosa Bodhisattvasamuccayã:
“Entonces en efecto, noble diosa, en ese instante, en ese momento, existía un rey llamado Suvarnabhujendra. Con esta alabanza de todos los Tathãgatas [conocida] como “Abundancia de lotos” alabó a los Señores Budas del pasado, futuro y presente”:
“A aquellos Budas de épocas pasadas, y a aquellos que están y habitan [ahora] en las diez direcciones del mundo, yo rindo culto a esos Budas. Yo alabo a todos esos Budas. [Cada uno de ellos] es un excelente sabio, calmado, sereno, puro. Sus miembros brillan con el color del oro. La voz de Buda es la mejor entre todos los tipos de sonido. El posee la voz-Brahma con el sonido de un trueno. (46) Tiene el pelo como una abeja, un pavo real, o una planta, azul, muy rizado, como el arrendajo azul. Sus dientes son muy blancos como una concha marina o la nieve, brillando continuamente, brillantes como el oro. Sus ojos son azules, dilatados, muy perfectos, azul como el color del florecido loto azul. Su fina y amplia lengua es como un loto o el oro, brillante como un loto, parecida al filamento de un loto. Tiene un círculo de pelo sobre su cara que se parece a la concha marina o a la fibra de loto, girando hacia la derecha y del color del berilo. Los ojos del sabio son finos como la luna menguante, parecidos a las brillantes abejas. (47) Su nariz tiene un punto, el cual es dorado, suave como el oro, en lo alto de su cara, continuamente dilatado. Todos los Budas tienen un sabor, que es el principal de todos, excelente, mejor, siempre delicado. Tiene excelentes poros capilares para cada cabello. Tan pronto como crece su fino cabello, este gira hacia la derecha. Brillando como el zafiro su pelo trenzado brilló azul como el pico del pavo real. Sus miembros brillaron en el momento del nacimiento [y] llenaron todos los mundos en las diez direcciones [de manera que] las infinitas aflicciones de los tres mundos fueron extinguidas y los seres estuvieron contentos con cada bendición. (48) En los estados infernales, en los estados animales, y en los estados de los espíritus, del habitar entre los dioses, los hombres, todos los seres en sus estados malignos fueron dotados con todas las bendiciones [y] calmados. Sus miembros tienen el brillo del color del oro y brillan como el oro refinado. Tiene un rostro que es dulce como la luna, puro como la luna, un semblante sonriente, radiante, puro. Tiene miembros que son delicados como la [luna] creciente. Tiene delicados miembros. Su excelente y heroica manera de andar es como la del león. Sus oscilantes brazos con sus oscilantes manos son como las enredaderas en el árbol Sãl movidas por el viento. (49) Él emite un rayo brillante y reluciente [a la distancia] de una braza, brillando como miles de soles. Él es un excelente sabio con selectos y puros miembros, brillando en todas las infinitas esferas. Por el resplandor del brillo del Buda la multitud de lunas y soles en las infinitas cientos de miles de esferas todas se vuelven sin brillo. Pueda [cada] ser ver el Tathãgata-sol en las infinitas cientos de miles de esferas, el Buda-sol, quien es como una luz para el mundo, entre cientos de miles de Buda-soles. [Cada Buda] tiene un cuerpo abundado con cientos de miles de méritos, sus miembros adornados con todas las virtudes. El brazo de Buda es como [los del] mejor elefante que abre caminos. El resplandor de sus manos y pies es muy brillante y muy puro. Iguales y parecidos al polvo de la superficie de la tierra son esos Budas pasados, quienes son [numerosos] como el fino polvo, y aquellos que surgirán [numerosos] como el fino polvo, y aquellos que son [ahora, numerosos] como el fino polvo. A esos Budas yo rindo homenaje, fiel en cuerpo, voz, y mente, (50) con regalos de flores y con regalos de perfumes, con cien alabanzas y con una mente feliz”.
“Incluso con cientos de lenguas las virtudes de Buda no pueden ser habladas en miles de eones, pues las virtudes de los Budas, las cuales han resultado bien, son su esencia, son excelentes, diversas, numerosas. Y las virtudes de un único Buda no pueden ser establecidas por mil lenguas. En cualquier caso es imposible decir los detalles de una única virtud de todos los Budas. Si el mundo entero incluyendo el de los dioses se convirtiera en un océano lleno de agua tanta como el pico de la existencia, aún así [el agua] puede ser medida con exactitud, y aún ni una sola virtud de Buda [puede ser medida]. Alabados, ensalzados por mí son todos los Budas con cuerpo, voz y mente creyente. (51) Cualesquiera frutos excelentes [que existan] de los méritos acumulados por mí, puedan los seres así tocar la Budeidad”.
“Cuando el rey hubo alabado de este modo al Buda, tomó la siguiente determinación: ‘Dondequiera que nazca en infinitos eones futuros, pueda yo ver tal tambor en mis sueños, pueda yo escuchar tal Confesión allí, pueda yo obtener allí en cada nacimiento tal elogio de los Budas como es el excelente “Abundancia de lotos”. Pueda yo escuchar en mi sueño las infinitas e incomparables virtudes de Buda, que son difíciles de obtener incluso en miles de eones, y pueda yo exponer esto durante el día. Pueda yo liberar a los seres del océano de aflicción. Pueda yo llevar a cabo las seis perfecciones. (52) Que después pueda obtener la iluminación. Pueda mi esfera no tener ningún rival. Como fruto de la maduración resultante de la presentación del tambor, y por razón de la alabanza a todos los Budas, pueda yo ver cara a cara al Señor Sãkyamuni. Pueda yo recibir allí la profecía. Estos niños, mis dos hijos Kanakabhujendra y Kanakaprabha, pueda yo obtener allí [junto a] ambos hijos, la suprema iluminación y la profecía. (53) Para aquellos seres sin casa, sin protección, privados de refugio, y sumergidos en problemas, pueda yo convertirme en el futuro en su protección, recurso y refugio. Como alguien que causa la destrucción del surgimiento de aflicciones y alguien que se ha convertido en fuente de toda bendición, pueda yo proseguir en un eón futuro hacia la iluminación de la misma manera en que muchos millones anteriores han ido. Que por la exposición del Suvarnaprabhãsa pueda el océano de maldad secarse para mí; pueda el océano de actos ser destruido para mí; pueda el océano de impurezas ser destruido para mí; pueda el océano de mérito ser llenado para mí; pueda el océano de conocimiento ser purificado para mí. Que por el excelente esplendor del conocimiento intachable pueda yo convertirme en el océano de todas las virtudes. Llenado con las virtudes como joyas, con las virtudes de la iluminación, por el poder del Suvarnaprabhãsa y su Confesión, pueda haber para mí el esplendor de los méritos; pueda el esplendor de la iluminación ser puro para mí. (54) Que por el excelente esplendor del conocimiento intachable pueda haber esplendor de cuerpo para mí. Que por el brillo del esplendor de mérito pueda yo volverme distinguido en la totalidad del triple mundo. Dotado continuamente con el poder del mérito, un liberador del océano de aflicción, y como un mar de toda bendición, pueda yo proseguir hacia la iluminación en un eón futuro. Pueda un campo para mí en el futuro ser tan distinguido por incontables virtudes como fueron distinguidos los campos de todos los Budas del triple mundo por incontables virtudes, no importa cuantos muchos millones de ellos anteriores hayan pasado.
Así [finaliza] el cuarto capítulo, el Capítulo llamado “Abundancia de lotos”, sobre la alabanza de todos los pasados, futuros, y presentes Tathãgatas, del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. (45)

5. CAPÍTULO SOBRE LA VACUIDAD
(55) Entonces el Señor en ese momento pronunció estos versos:
En muchos otros inconcebibles sũtras las cosas vacías han sido expuestas en gran detalle. Por tanto estas cosas vacías son expuestas brevemente en [este] excelente sũtra. Un ser de ligera inteligencia, ignorante, es incapaz de conocer todas las cosas. Por tanto aquí en [este] excelente adalid de los sũtras las cosas vacías son expuestas brevemente. Por otros recursos, métodos, y causas, por bien de producir el poder de la compasión hacia los seres, (56) este excelente sũtra ha sido expuesto para que todos los seres puedan comprender. Y este cuerpo es como una aldea vacía. Los sentidos son como seis ladrones de aldea: todos ellos viven en una aldea pero no se perciben unos a otros. El sentido de la vista corre tras las formas, el sentido del oído tras la consideración de sonidos, el sentido del olfato agarra varios olores, el sentido del gusto corre continuamente tras los sabores, el sentido del tacto corre tras las sensaciones del tacto, el sentido de la mente tras las consideraciones de las cosas. Estos son los seis sentidos, los cuales se aproximan por separado a su propio objeto. (57) La mente es superficial como la magia y los seis sentidos consideran sus objetos de la misma manera que un hombre corre por una aldea vacía y depende de los seis ladrones de aldeas. Así que la mente, dependiente de los seis objetos, conoce plenamente las esferas de los sentidos, forma, sonido, al igual que olor, sabor, tacto, al igual que la esfera de las cosas. Y en el caso de los seis sentidos la mente, inconstante como un pájaro, entra en los sentidos y cualquier sentido sobre el que ella se base, le da a ese sentido su particular conocimiento. Y el cuerpo es inmóvil, inactivo, insustancial, teniendo su origen a través de causas, (58) irreal, surgido por falsa discriminación. Es como una máquina utilizada por los actos [o] como una aldea vacía. Tierra, fuego, agua, y viento, permaneciendo en una aldea en diversas partes, están siempre opuestos el uno al otro de la misma manera que las serpientes en una única cesta. Y esos elementos-serpiente son de cuatro tipos: dos son ascendentes y dos descendentes. De dos en dos van en las direcciones y subdirecciones. Todos esos elementos-serpiente desaparecen. (59) La tierra-serpiente y el agua-serpiente ambas prosiguen hacia abajo hacia la destrucción. El fuego-serpiente y el viento-serpiente ambos son ascendentes. Pensamiento y percepción, siendo dependientes, habiendo ido de acuerdo a la acción llevada a cabo anteriormente entre los dioses, hombres, y en los tres estados malignos, han entrado en la existencia de acuerdo al acto llevado a cabo. Cuando la flema, viento y bilis han logrado su destrucción final, el cuerpo muerto esta lleno de orina y excrementos. (60) No da ningún placer, habiéndose convertido en un montón de gusanos. Es arrojado a un cementerio como una pieza de madera. Contempla estas cosas, diosa. ¿Qué es aquí un ser o individuo? Todas esas cosas están en realidad vacías y han surgido [solamente] por razón de la ignorancia. Esos grandes elementos tienen una gran no-originación. Habiéndose originado a partir de lo no originado ellos son sin originación. Por tanto han sido ellos proclamados grandes elementos por mí, porque habiéndose originado son sin originación. (61) Por ignorancia (avidyã) [una cosa] no es nunca encontrada (vidyate), sino que surge por razón de la ignorancia. Siendo de este modo no encontrada y debido a la ignorancia, por tanto ha sido esto llamado ignorancia por mí. Predisposiciones y consciencia asociadas con el nombre y la forma, los seis sentidos, contacto, de la misma manera sensación, deseo, aferramiento, de la misma manera nacimiento, vejez y muerte, pena y aflicción [constituyen la cadena de causalidad]. Inconcebibles son las aflicciones en el ciclo de existencia, y ya que ellas residen en el ciclo de existencia, ellas se han originado a partir de lo no-originado, y [de ahí que] ellas son sin originación, sin concepción, [meramente] discriminación de la mente”.
“Corta la falsa visión del yo. Con la espada del conocimiento corta la red de las aflicciones. Observa la morada de los agregados como estando vacía. Toca la noble virtud de la iluminación”.
“Yo he abierto la puerta de la Ciudad del Néctar. Yo he revelado plenamente el jarro de jugo de néctar. (62) Yo he entrado en la hermosa Ciudad del Néctar. Yo me he saciado a mí mismo con el jugo de néctar. Yo he golpeado el tambor de la Buena Ley. He soplado la concha de la Buena Ley. Yo he encendido la lámpara de la Buena Ley. Yo he hecho llover la lluvia de la Buena Ley. Yo he conquistado a los enemigos extranjeros de las aflicciones. Yo he elevado el incomparable estandarte de la Ley. Yo he rescatado a los seres del océano de existencia. Yo he cerrado los tres caminos a los estados malignos... Yo he extinguido para los seres la conflagración del fuego de sus aflicciones... Porque anteriormente durante numerosos eones yo he honrado de manera inconcebible muchos Próceres, he proseguido por voto firme hacia la iluminación, buscando el cuerpo de la Buena Ley. (63) Yo he abandonado mis manos y pies, riqueza, oro, joyas, perlas, ornamentos, ojos, el miembro supremo [la cabeza], hijos e hijas queridos, oro, berilo, y joyas diversas”.
Si alguien cortara en el triple-mil mundo de todos los árboles, hierba y bosques... y todo lo del árbol; y si uno lo aplastara todo, lo convirtiera en fino polvo, haciendo un montón de polvo extendiéndose en la esfera del cielo, sería capaz de analizarlo en sus tres partes iguales al polvo de la tierra... Pero incluso los hombres con el más gran conocimiento de todos los seres no son capaces de contar el conocimiento del Buda. Cualquier conocimiento que pertenece al Buda en un simple momento no puede en absoluto contarse en numerosos millones de eones.
Así [finaliza] el quinto capítulo, el Capítulo sobre la Vacuidad, del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. (64)

Nota: los puntos suspensivos indican lo siguiente: Parece que faltan tres líneas en el texto Sánscrito del verso 25, como es establecido por Nobel, a partir de la comparación entre el Tibetano y el Chino. El Tibetano se lee: ‘Los seres han sido consumidos por el fuego de las aflicciones (klesa) y están sin refugio, sin protección. Yo he extinguido para las criaturas la conflagración del fuego de sus aflicciones (klesa). Yo lo he satisfecho con fresco jugo de néctar’.
El verso 28 esta aparentemente incompleto en el Sánscrito. El Tibetano tiene: ‘Si uno cortara en trozos todos los árboles en el triple-mil mundo, toda la hierba y hierbas, los bosques y todo lo que crece de la tierra’.
El verso 30 esta incompleto en el Sánscrito y falta el verso 31. El Tibetano tiene: ‘él es incapaz de analizar en sus tres partes aquí que es el polvo de la tierra, la esfera inconcebible de polvo de todos los triple-mil mundos. (31) Si el conocimiento de cada ser estuviera presente en un único ser, con ese conocimiento uno podría contar las partículas de polvo.

6. CAPÍTULO SOBRE LOS CUATRO GRANDES REYES
Entonces el gran rey Vaisravana, el gran rey Dhrtarãstra, el gran rey Virũdhaka, [y] el gran rey Virũpãksa, levantándose de sus asientos, pusieron sus mantos sobre un hombro, pusieron sus rodillas derechas en el suelo, y haciendo un gesto de reverencia con sus manos hacia el Señor, hablaron de este modo al Señor:
“Señor, este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, ha sido hablado por el Tathãgata, ha sido vigilado por todos los Tathãgatas, ha sido protegido por todos los Tathãgatas, ha sido cuidado por todas las multitudes de Bodisatvas, ha sido venerado por toda la multitud de dioses, ha sido honrado por toda la multitud de dioses, ha sido alabado por toda la multitud de dioses principales, ha sido honrado por todos los protectores del mundo, ha sido alabado, elogiado, ensalzado, (65) brilla en las moradas de todos los dioses, otorga supremas bendiciones sobre todos los seres, agota todas las aflicciones de los infiernos, los animales, el mundo de Yama, disipa todos los miedos, repele todos los ejércitos enemigos, elimina todas las opresiones del hambre, elimina todas las opresiones de la enfermedad, derroca a todos los planetas, crea una tranquilidad suprema, elimina el dolor y los problemas, elimina las diversas aflicciones, destruye los cientos de miles de aflicciones. Cuando, querido Señor, este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, está siendo expuesto con detalle en la asamblea, por escuchar meramente esta Ley y por el jugo de néctar de la Ley, los cuerpos divinos de nosotros cuatro grandes reyes junto a nuestros ejércitos y séquitos crecerán con gran poder. En nuestro cuerpo será producida destreza, fuerza, y energía. Brillantez, gloria y esplendor entrarán en nuestro cuerpo. Nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes seremos moradores de la Ley, predicaremos la Ley y gobernaremos por la Ley. Por la Ley, querido Señor, ejercitaremos nuestra soberanía sobre los dioses, Nãgas, Yaksas, Gandharvas, Asuras, Garudas, Kimnaras y Mahogaras. Nosotros derrotaremos a las hordas de Bhũtas, quienes son despiadados, cuyas mentes no tienen compasión, que toman su gloria de los demás. (66) Nosotros, los cuatro grandes reyes, querido Señor, junto a los veintiocho grandes generales de los Yaksas y a cientos de miles de Yaksas, vigilaremos continuamente, guardaremos, y protegeremos la totalidad de Jambudvĩpa con nuestro ojo divino, el cual es puro y supera a los ojos humanos. Por esta razón, querido Señor, el noble protector del mundo nos ha sido atribuido a nosotros cuatro grandes reyes. Cualesquiera regiones, querido Señor, en este Jambudvĩpa sean golpeadas por un ejercito extranjero, sea oprimida por la aflicción del hambre, por la aflicción de la enfermedad, por los cientos de opresiones diferentes, por miles de opresiones, por cientos de miles de opresiones, nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes, animaremos a aquellos monjes que mantengan el Suvarnabhãsa, rey de los sũtras”.
“Y cuando, querido Señor, esos monjes, predicando la Ley, por el poder, influencia y ánimo mágicos de nosotros los cuatro grandes reyes, se aproximen a esas regiones, ellos proclamarán en detalle en esas regiones el excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. Esas y similares cientos de miles de opresiones diversas que afligen a esas regiones cesarán. (67) En cualquier región de un rey de los hombres, querido Señor, que esos monjes que sostienen los sũtras principales y predican la Ley entraran, este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, será llevado a esas regiones. Y cuando, querido Señor, un rey de los hombres escuchara este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, y habiéndolo escuchado, diera protección, diera salvación, asistencia, defensa de todos los enemigos a aquellos monjes que sostienen los sũtras principales, nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes, daremos protección, daremos salvación, asistencia, defensa, paz, bienestar a ese rey de los hombres y a los seres de todas las regiones. Y cuando, querido Señor, el rey de los hombres bendijera con el regalo de cada bendición a esos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los sũtras principales, nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes, bendeciremos con todas las bendiciones y dotados con todas las comodidades a los seres de cada distrito de ese rey de los hombres”. (68)
“Y cuando, querido Señor, el rey de los hombres honre, respete, reverencie, venere a los monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los sũtras principales, nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes, haremos de ese rey de los hombres el más honrado de todos los reyes, y causaremos que sea venerado, y causaremos el que sea alabado en todas las regiones”.
Entonces el Señor felicitó a los cuatro grandes reyes: “¡Bravo, bravo, grandes reyes!. ¡Bravo, bravo, vosotros grandes reyes!. Ya que habéis rendido servicios a anteriores Budas, habéis plantado raíces meritorias, habéis sido honrados por muchos cientos de miles de millones de Budas, sois moradores de la Ley, predicáis la Ley, y ejercitáis la soberanía sobre los dioses y los hombres de acuerdo a la Ley, ya que anteriormente durante largo tiempo vuestras mentes han estado dedicadas al bienestar, bendición y amor de todos los seres, fuisteis dotados con una disposición hacia el bienestar de todos y bendición de todos los seres, vosotros eliminasteis toda incomodidad, estabais decididos a llevar un completo bienestar a todos los seres, (ya que) vosotros, los cuatro grandes reyes, daréis protección a esos reyes de los hombres que están decididos a honrar y venerar este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, ofreceréis salvación, defensa, (69) y paz, por tanto el Camino de la Ley de los pasados, futuros y actuales Señores Budas será protegido, será guardado y preservado por vosotros, los cuatro grandes reyes, con vuestros ejércitos y sirvientes y numerosos cientos de miles de Yaksas. Por tanto la victoria será para vosotros, los cuatro grandes seres, junto con vuestros ejércitos y sirvientes y numerosos cientos de miles de Yaksas cuando entréis en el conflicto de los dioses y Asuras. Y habrá derrota para los Asuras. De este modo, para beneficio de este Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, que vence a todos los ejércitos extranjeros, vosotros daréis protección, daréis asistencia, defensa, paz, y bienestar a esos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los sũtras principales”.
Entonces el gran rey Vaisravana, el gran rey Dhrtarãstra, el gran rey Virũdhaka, [y] el gran rey Virũpãksa, levantándose de sus asientos, pusieron sus mantos sobre un hombro, pusieron sus rodillas derecha en el suelo, y haciendo un gesto de reverencia con sus manos hacia el Señor, hablaron de este modo al Señor:
“Dondequiera, querido Señor, que en el futuro este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, avance en aldeas, ciudades, poblaciones, distritos, tierras, palacios reales, y cualquiera que sea el rey de la región de los hombres que pueda alcanzar, cualquiera que sea el rey de los hombres, querido Señor, puede haber quien ejerza allí (70) la soberanía al tratado sobre la realeza [llamado] ‘Instrucción concerniente a los Divinos Reyes’, quien escuche, reverencie, honre a este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, y respete, venere, reverencie, honre a esos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los sũtras principales y escuchan continuamente al excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, a través de este agua fluida de la escucha de la Ley y por el jugo de néctar de la Ley, ampliará con gran poder estos nuestros cuerpos divinos de los cuatro grandes reyes con nuestros ejércitos y séquitos y aquellos de numerosos cientos de miles de Yaksas. Y producirá en nosotros gran destreza, energía y poder. Ampliará nuestro resplandor, gloria y esplendor. Por tanto nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes, con nuestros ejércitos y séquitos y con numerosos cientos de miles de Yaksas, con cuerpos invisibles, ahora y en el futuro, dondequiera que lleguemos a aldeas, ciudades, poblaciones, distritos, tierras y palacios reales, allí este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, (71) avanzará, y nosotros daremos protección, daremos salvación, asistencia, defensa, escape del castigo, escape de la espada, paz, bienestar a esos palacios reales, sus tierras, y sus regiones. Y liberaremos a esas regiones de todos los miedos, opresiones [y] problemas. Y echaremos a los ejércitos extranjeros”.
“Si hubiera otro rey hostil vecino de ese rey de los hombres que escucha, reverencia, honra este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, y si, querido Señor, este rey hostil vecino produjera tal pensamiento: ‘Entraré en esa región con un ejercito de cuatro tipos para destruirla’, entonces en efecto, querido Señor, en ese instante, en ese momento, por el poder del resplandor de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, surgirá allí un conflicto entre ese rey hostil vecino y otros reyes. Y habrá disturbios regionales en sus propias regiones. (72) Habrá violentos disturbios con reyes, y enfermedades causadas por planetas se harán manifiestas en su área. Cientos de distracciones se harán manifiestas en su área. Y si, querido Señor, surgiera para ese rey hostil vecino en su propia área cientos de tales opresiones diversas y cientos de distracciones diversas, y [si], querido Señor, ese rey hostil vecino empleara su ejercito de cuatro tipos para ir contra un poder extranjero y dejara su propia área, y [si] ese rey hostil junto con sus cuatro tipos de ejercito deseara entrar, deseara destruir esa región donde este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, pueda estar, nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes, con nuestros ejércitos y séquitos, con numerosos cientos de miles de Yaksas, con cuerpos invisibles, iremos allí. Echaremos a ese ejercito extranjero desde el mismo camino que ha emprendido. Llevaremos sobre ellos cientos de distracciones diferentes, y crearemos obstáculos de manera que ese ejercito extranjero no será capaz de entrar en esta región, mucho menos de causar la destrucción de la región”.
Entonces el Señor felicitó a esos cuatro grandes reyes: “¡Bravo, bravo, grandes reyes!. ¡Bravo, bravo, de nuevo, grandes reyes, ya que, (73) para beneficio de esa suprema y perfecta iluminación adquirida a través de incalculables cientos de miles de millones de eones, daréis protección, daréis salvación, asistencia, defensa, escape del castigo, paz, bienestar a aquellos reyes de los hombres que escuchen, reverencien, y honren este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, y protegeréis, dotaréis con la salvación, asistencia, defensa, escape del castigo, paz, y bienestar, a aquellos palacios reales, a aquellas ciudades, a aquellas tierras, a aquellas regiones, y vosotros liberaréis a aquellas regiones de todos los miedos, opresiones, y problemas, y echaréis a los ejércitos enemigos, y ejerceréis fervor para la eliminación de peleas, conflictos, hostilidades, y discusiones entre los reyes de los hombres en la totalidad de Jambudvĩpa, y ya que en este Jambudvĩpa, que os pertenece a vosotros, los cuatro grandes reyes, con vuestros ejércitos y séquitos, los ochenta y cuatro mil reyes en las ochenta y cuatro mil ciudades se regocijarán de sus propias regiones y se regocijarán de la soberanía sobre su propio reino y de su propia acumulación de objetos y no se herirán unos a otros, no se causarán heridas unos a otros, obtendrán la realeza de acuerdo a su propia acumulación de actos anteriores (74) y se contentarán con la soberanía sobre su propio reino, no se dañarán unos a otros, no avanzarán para el daño de regiones, y si en este Jambudvĩpa en las ochenta y cuatro mil regiones y ciudades los ochenta y cuatro mil reyes tienen sus mentes dedicadas al bienestar de unos y otros, las mentes llenas de amor y bendiciones, se regocijan unos y otros sin peleas, conflictos, hostilidades, ni discusiones en sus propias regiones, entonces este Jambudvĩpa, que os pertenece a vosotros, los cuatro grandes reyes, con vuestros ejercito y séquitos, florecerá, será abundante, será feliz, estará llena de mucha gente y hombres. Y la tierra se volverá más poderosa. Las estaciones, meses, medios meses, y años estarán todos asociados con el tiempo apropiado. Día y noche, planetas, constelaciones, sol y luna, se moverán de manera apropiada. (75) A su debido tiempo caerán lluvias sobre la tierra. Los seres en la totalidad de Jambudvĩpa se volverán ricos con toda posesión y grano. Ellos tendrán gran disfrute y estarán libres de la envidia. Serán liberales. Seguirán el camino de las diez bunas acciones. La mayoría nacerán en el buen estado del cielo. Las moradas de los dioses estarán llenas de dioses e hijos divinos. Cualquiera, grandes reyes, rey de los hombres haya que escuche este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, lo reverencie y lo honre, y [quien] ofrezca respeto, veneración, reverencia y honor a aquellos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los sũtras principales, y [quien] por razón de simpatía hacia vosotros, los cuatro grandes seres, con vuestros ejércitos y séquitos y numerosos cientos de miles de Yaksas, escuche continuamente este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, con esta agua fluida de la escucha de la Ley y con el jugo de néctar de la Ley satisfará esos cuerpos vuestros e incrementará estos vuestros cuerpos divinos con gran poder. Producirá en vosotros gran destreza , energía y poder. Incrementará vuestro resplandor, gloria y esplendor. (76) Hacia mí, Sãkyamuni, el Tathãgata, Arhat, perfecto iluminado, ese rey de los hombres llevara a cabo un inconcebible, gran, inmenso, extenso homenaje. Ese rey de los hombres llevará a cabo un inconcebible, gran, inmenso, extenso homenaje con todos los servicios a numerosos cientos de miles de millones de Tathãgatas pasados, futuros y presentes. De ese modo se le dará gran protección a ese rey de los hombres. De ese modo se le dará a ese rey de los hombres protección, salvación, asistencia, defensa, escape del castigo, paz, y bienestar. Y se dará gran protección, salvación, asistencia, defensa, escape del castigo, paz, y bienestar se dará a su reina principal, a los hijos del rey, a la totalidad del harén, y a la totalidad del palacio. Y todas las deidades que habiten en el palacio se volverán poderosas, más poderosas, y dotadas de inconcebible bendición y felicidad. Ellos experimentarán diversos placeres. Las ciudades, tierras, y regiones serán protegidas, serán custodiadas, no serán oprimidas, (77) no tendrán enemigos, no serán conquistadas por ningún poder extranjero, sin infortunios, y sin problemas”.
Cuando hubo hablado así el gran rey Vaisravana, el gran rey Dhrtarãstra, el gran rey Virũdhaka, [y] el gran rey Virũpãksa, hablaron de este modo al Señor:
“Si, querido Señor, existiera cualquier rey de los hombres que estuviera deseoso de escuchar este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, estuviera deseoso de darse a sí mismo gran protección, estuviera deseoso de dar gran protección a su reina principal, princesa, princesas, y a la totalidad de su harén, [estuviera deseoso de dar] una gran, [inconcebible, supremamente distinguida, e inigualada paz [y] bienestar] a la totalidad de su palacio, [estuviera deseoso de incrementar en esta vida una gran, inconcebible soberanía, de poseer una inconcebible realeza, estuviera deseoso de obtener una ilimitada cantidad de mérito, estuviera deseoso de proteger todas sus propias regiones, estuviera deseoso de custodiarlas, estuviera deseoso de proteger completamente todas sus propias regiones, estuviera deseoso de custodiarlas, estuviera deseoso de hacer a sus regiones no-oprimidas, sin enemigos, imbatible por todos los poderes extranjeros, sin infortunios, y sin problemas, ese rey de los hombres, querido Señor, con su mente sin distraerse, con honor y respeto, debe rendir homenaje y escuchar este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. Para escuchar este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, ese rey de los hombres debe entrar en el palacio principal. Y habiendo entrado en ese palacio, debe rociarlo bien con agua de diversos perfumes y esparcir diversas flores.(78) En ese lugar, cuando haya sido bien rociado con agua de diversos perfumes y se hayan esparcido diversas flores, debe proporcionarse un asiento de la Ley, alto y adornado con diversos adornos. Ese lugar debe estar bien adornado con diversos parasoles, estandartes y banderas.] Y ese rey de los hombres debe lavar bien su cuerpo, ponerse vestidos bien perfumados, vestido con nuevas y brillantes prendas, estar adornado con diversos ornamentos. Debe proporcionarse para él un asiento bajo. Cuando se haya sentado en ese asiento, no debe estar eufórico por su soberanía. No debe tener allí pasión por dominios reales. Debe escuchar este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras con una mente que esta libre de todo orgullo, euforia, y altivez. En presencia de ese monje que esté predicando la Ley debe producir el pensamiento de que el monje es su maestro. El rey de los hombres debe en ese momento, (79) en ese instante, mirar con afecto y amabilidad a su reina principal, princesa, princesas, y la totalidad del grupo adscrito al harén. Con palabras afectivas debe conversar con su reina principal, el príncipe y la princesa. Debe con palabras afectivas conversar con la totalidad del grupo adscrito al harén. Debe ordenar [hacer] diversos actos de honor debido a la escucha de la Ley. Debe satisfacerse a sí mismo con inconcebible, incomparable afecto. Debe ser bendecido con inconcebible afecto y felicidad. Debe tener felices órganos de los sentidos. Debe meditar sobre el aferramiento del significado del yo. Su yo debe estar lleno de gozo con gran alegría. Debe permanecer de pie ante el predicador de la Ley con gran abundancia de alegría”.
Cuando se hubo dicho esto, el Señor habló de este modo a los cuatro grandes reyes:
“En ese momento además, grandes reyes, en ese instante, el rey de los hombres debe vestirse completamente de blanco, de color brillante, nuevo, vestidos brillantes, debe adornarse bien a sí mismo con diversos ornamentos y adornos, debe obtener parasoles blancos, debe partir de ese lugar con gran poder real, con gran muestra de realeza y tomando diversos artículos auspiciosos. (80) Debe ir al encuentro de ese monje que está predicando la Ley. ¿Por qué? Tantos pasos como ande allí el rey de los hombres, [tantos cientos de miles de millones de Budas serán propiciados], por tantos cientos de miles de millones de eones evitará él el ciclo de existencias, tantos cientos de miles de millones de palacios de reyes Cakravartin él obtendrá. Tantos pasos como ande allí, él incrementará con inconcebible gran poder real sobre tantos [gobernadores] actuales, por cientos de miles de millones de eones él obtendrá exaltadas residencias, palacios divinos hechos de siete joyas, obtendrá numerosos cientos de miles de nobles, divinos y humanos palacios, adquirirá gran dominio en todos sus nacimientos, tendrá larga vida, alcanzará la vejez, será elocuente, será de voz agradable, será famoso, tendrá una muy amplia reputación, será merecedor de alabanzas, será bendecido en el mundo de los dioses, hombres y Asuras. Obtendrá las bendiciones más nobles de los dioses, y los hombres. Tendrá gran poder. Tendrá el poder de una gran multitud y será apuesto. Será afable y de buena apariencia. Tendrá un supremo esplendor de hermoso color. En todos sus nacimientos se encontrará con los Tathãgatas. Obtendrá cada consejero espiritual. Poseerá una ilimitada cantidad de mérito. Oh grandes (81) reyes, viendo estas y similares bendiciones [resultado] de las virtudes, el rey debe elevarse una legua ante el predicador de la Ley. Debe elevarse cien leguas, mil leguas [ante él]. En la presencia de ese predicador de la Ley, debe producir el pensamiento de que el predicador es su maestro”.
“Debe pensar de este modo: ‘Hoy Sãkyamuni, el Tathãgata, Arhat, el plenamente iluminado, entrará aquí en mi palacio. Hoy Sãkyamuni, el Tathãgata, Arhat, el plenamente iluminado, aquí en mi palacio disfrutará su comida. Hoy escucharé de Sãkyamuni, el Tathãgata, Arhat, el plenamente iluminado, la Ley, la cual es inaceptable para la totalidad del mundo. Hoy por escuchar esta Ley seré de los que no regresan y estaré en la suprema y perfecta iluminación. Hoy propiciaré a numerosos cientos de miles de millones de Tathagatas. Hoy llevaré a cabo un inconcebible, gran, inmenso, extenso homenaje a los pasados, futuros y presentes Señores Budas. Hoy cortaré completamente todas las aflicciones de los infiernos, del reino animal, y del mundo de Yama. Hoy plantaré las semillas de las raíces de mérito para numerosos logros de cientos de miles de millones de cuerpos con la soberanía de los reyes Brahma. Hoy plantaré las semillas de las raíces de mérito para numerosos logros de cientos de miles de millones de cuerpos en la posición de Sakra. (82) Hoy plantaré las semillas de las raíces de mérito para numerosos logros de cientos de miles de millones de cuerpos teniendo la soberanía de un rey Chakravartin. Hoy liberaré del ciclo de existencia a numerosos cientos de miles de millones de seres. Hoy obtendré una cantidad de mérito que es inconcebible, grande, inmensa, extensa, ilimitada. Hoy ofreceré aquí en el palacio inconcebible, suprema, excelente, sin par, gran paz, y bienestar. Hoy protegeré la totalidad de mi región. La haré custodiada, no oprimida, libre de enemigos, e imbatible por todos los poderes extranjeros. La haré libre del infortunio y los problemas”.
“Y si, grandes reyes, ese rey de los hombres, con esta y similar reverencia por la Buena Ley, venerara, respetara, adorara, y honrara a aquellos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen el excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, (83) os ofreciera la mejor parte [del mérito así adquirido] a vosotros, los cuatro grandes reyes, con vuestros ejércitos y séquitos, a la multitud de dioses, y a los numerosos cientos de miles de Yaksas, entonces ese rey de los hombres, por la acumulación de méritos y la acumulación de bienes, prosperará con respecto a su cuerpo y su actual, inconcebible, gran, dominio regio. Será dotado de presente, inconcebible, gran, esplendor regio. Será adornado con gloria, resplandor, y esplendor. Todos sus adversarios y todos sus enemigos serán ampliamente vencidos de acuerdo a la Ley”.
Cuando hubo hablado de este modo, los cuatro grandes reyes dijeron esto al Señor:
“Si hubiera, querido Señor, un rey de los hombres que escuchara este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, con esta y similar reverencia por la Ley y venerara, reverenciara, respetara, y adorara a aquellos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los principales sũtras, [si] purificara a fondo su palacio para beneficio nuestro, los cuatro grandes reyes, [si] lo rociara a fondo con agua de diversos perfumes, (84) [si] escuchara esta Ley junto a nosotros, los cuatro grandes reyes, [si] para su propio beneficio y para el de todos los dioses él ofreciera incluso solo una pequeña parte de mérito, [si], querido Señor, para beneficio nuestro, los cuatro grandes reyes, ese rey de los hombres, inmediatamente después de que el monje que está predicando la Ley haya llegado al asiento de la Ley y se haya sentado causara el que varios perfumes fueran esparcidos, tan pronto como el haya causado el que diversos perfumes fueran esparcidos, querido Señor, para beneficio de honrar a este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, surgirán enredaderas de varios perfumes y olores. En es preciso momento, instante, segundo, en el cielo sobre los varios palacios nuestros, los cuatro grandes reyes, surgirán parasoles de enredaderas de diversos perfumes y olores. Ellos tendrán olor de exaltados perfumes. Brillarán luces de color dorado. Y con esa luz nuestras moradas serán encendidas. Y allí surgirán parasoles de enredaderas de diversos perfumes y olores, llegando en ese instante, momento, segundo, al cielo sobre los diversos palacios, querido Señor, de Brahma, señor de la esfera mundial, de Sakra, rey de los dioses, de Sarasvatĩ, la gran diosa, (85) de Drdhã, la gran diosa, de Sri, la gran diosa, de Samjñãya, gran general de los Yaksas, de Mahesvara, el hijo divino, de Vajrapãni, gran general de los Yaksas, de Mãnibhadra, gran general de los Yaksas, de Hãrĩtĩ con su séquito de cien hijos, de Anavatapta, el gran rey de los Nãgas, y de Sãgara, el gran rey de los Nãgas. Y ellos olerán los diversos exaltados perfumes Y las luces de color dorado serán visibles dentro de sus moradas. Con esta luz todas sus moradas serán encendidas”.
Cuando esto fue dicho, el Señor hablo de este modo a los cuatro grandes seres:
“No solamente surgirán allí parasoles de enredaderas de diversos perfumes y olores en el cielo sobre vuestras moradas, grandes reyes, los cuatro grandes reyes. (86) ¿Por qué esto? Tan pronto, grandes reyes, como esos diversos perfumes hayan sido esparcidos por ese rey de los hombres para beneficio de honrar a este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, y enredaderas de diversos perfumes y olores surjan de una cucharada de perfume que él ha tomado en su mano, entonces en ese mismo momento, instante, segundo, en esta totalidad triple-mil gran-mil esfera mundial, en la que hay cien millones de lunas, soles, grandes océanos, Sumerus, reyes de las montañas, Cakravãdas y Mahãcakravãdas, reyes de las montañas, esferas mundiales de cuatro grandes continentes, dioses pertenecientes al grupo de dioses de los cuatro grandes reyes, Treinta y tres dioses, dioses Yãma, dioses Tusita, dioses Nirmãnarati, dioses Paranirmitavasavartin, dioses que moran en el estadio de la infinitud del espacio, dioses que moran en el estadio de la infinitud de la consciencia, dioses que moran en el estadio de la nada, dioses que moran en el estadio de ni consciencia ni inconsciencia, entre todos estos en esta triple-mil gran-mil esfera mundial, (87) entre cientos de millones de grupos de Treinta y tres dioses y en el cielo encima de las diversas moradas de todos los grupos de dioses, Nãgas, Yaksas, Gandharvas, Asuras, Garudas, Kimnaras, y Mahogaras, esos parasoles de enredadera de diversos perfumes y olores surgirán. Y ellos olerán a perfumes exaltados. En las moradas de todos los dioses luces de color dorado serán visibles. Y con esa luz las moradas de todos los dioses en la triple-mil gran-mil esfera mundial esos parasoles de enredadera de diversos perfumes y olores surgirán, de manera que, grandes reyes, por el poder del resplandor de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, (88) tan pronto como los diversos perfumes hayan sido esparcidos por el rey de los hombres para beneficio de honrar a este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, enredaderas de diversos perfumes surgirán. En es momento, instante, segundo, por todos lados en las diez direcciones en las numerosas esferas mundiales en tantos cientos de miles de millones de campos de Buda como hay granos de arena en el río Ganges, allí surgirán parasoles de enredadera de diversos perfumes y olores arriba en el cielo tantos cientos de miles de millones de Tathãgatas como granos de arena hay en el río Ganges. Y entre esos numerosos cientos de miles de millones de Budas ellos olerán diversos perfumes y olores exaltados. Luces de color dorado serán visibles. Y con esa luz esos numerosos cientos de miles de millones campos de Buda tantos como granos de arena hay en el río Ganges serán encendidos. Tan pronto, grandes reyes, como estos y similares grandes milagros se hagan manifiestos, esos numerosos cientos de miles de millones de Tathãgatas tantos como granos de arena hay en el río Ganges pensarán en ese predicador de la Ley, y lo felicitarán: ‘¡Bravo, bravo, buen hombre! ¡Bravo de nuevo, buen hombre, (89) ya que estas deseoso de dar a conocer en detalle de esta manera este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, cuyo significado es tan profundo, cuyo lustre es tan profundo, que esta tan dotado de inconcebibles virtudes. Y aquellos seres que escuchen meramente este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, no estarán dotados con una raíz de mérito menor, mucho menos aquellos que lo hagan suyo, los sostengan, los reciten, lo comprendan, y expongan en detalle en la asamblea. ¿Por qué esto? Tan pronto, buen hombre, como ellos escuchen este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, numerosos cientos de miles de millones de Bodisatvas se convertirán en no-regresadores en la suprema y perfecta iluminación”.
“Entonces aquellos numerosos cientos de miles de millones de Tathãgatas de todos lados en las diez direcciones en tantos cientos de miles de millones de campos de Buda como granos de tierra hay en el río Ganges, cada uno de ellos establecidos en su campo de Buda, en ese momento, en ese instante, con una palabra, con una voz, con un resonante sonido, hablaron de este modo a ese monje que predicaba la Ley en el asiento de la Ley:
“Tú, buen hombre, en el futuro volverás al asiento de la iluminación. Tú expondrás, buen hombre, sobre el excelente asiento de la iluminación, sentado a los pies del rey de los árboles, los logros de los poderes de los votos y austeridades, (90) bendecidas bendiciones, numerosos cientos de miles de millones de actos difíciles, el más distinguido en la totalidad del triple mundo, superando a los de todos los seres. Tú adornarás perfectamente, buen hombre, el asiento de la iluminación. Tú, buen hombre, liberarás todas las triple-mil esferas mundiales. Sentado a los pies del rey de los árboles, buen hombre, derrotarás al inconcebible ejército de Mãra, de aspecto muy aterrador, de apariencia supremamente espantosa, de forma desfigurada muy diversa. Encima del excelente asiento de la iluminación, buen hombre, lograrás la perfecta iluminación que es sin igual, calma, pura, profunda, suprema. Sentado, buen hombre, sobre el asiento diamantino que es firme en su noble fortaleza, tu girarás la Rueda de la suprema Ley, que ha sido alabada por todos los Budas, supremamente profunda, de doce tipos. Tú, buen hombre, golpearás el tambor de la Ley. Tú, buen hombre, soplarás la suprema concha de la Ley. Tú, buen hombre, elevarás el gran estandarte de la Ley. Tú, buen hombre, encenderás la suprema lámpara de la Ley. Tú, buen hombre, harás llover la suprema gran lluvia de la Ley. Tú, buen hombre, derrotarás (91) numerosas cientos de miles de aflicciones. Tú, buen hombre, rescatarás a numerosos cientos de millones de seres del muy aterrador océano del gran miedo. Tú, buen hombre, liberarás a cientos de miles de millones de seres de la rueda del ciclo de existencias. Tú, buen hombre, propiciarás numerosos cientos de miles de millones de Budas”.
Cuando esto se hubo dicho, los cuatro grandes reyes hablaron de este modo al Señor:
“Por compasión, querido Señor, por el rey de los hombre, quien, viendo éstas y parecidas virtudes presentes y futuras en este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, ha plantado raíces de mérito bajo miles de Budas, y viendo su adquisición de una cantidad ilimitada de mérito, nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes, con nuestros ejércitos y séquitos, junto a numerosos cientos de miles de Yaksas, mientras estemos en nuestras propias moradas, tan pronto como hemos sido impulsados por los parasoles de enredaderas de diversos perfumes y olores, nos aproximaremos con cuerpos invisibles para la escucha de la Ley al palacio del rey de los hombres, el cual tiene sus salones libres de polvo, bien limpiados, bien rociados con agua de perfumes diversos, perfectamente adornados con adornos diversos. Brahma, señor de la esfera-mundial, Sakra, rey de los dioses, Sarasvatĩ, la gran diosa, Sri, la gran diosa, Drdhã, la diosa de la tierra, Samjñãya, el gran general de los Yaksas, los veintiocho generales de los Yaksas, MaheSvara, el hijo divino, Vajrapãni, señor de los Yaksas, Mãnibhadra, el gran general de los Yaksas, Hãrĩtĩ, con su séquito de quinientos hijos, Anavatapta, rey de los Nãgas, y numerosos cientos (92) de miles de millones [de dioses] con cuerpos invisibles [nos aproximaremos para escuchar la Ley] al palacio del rey de los hombres, el cual ha sido perfectamente adornado con diversos adornos, donde ha sido proporcionado para el predicador de la Ley un asiento de la Ley perfectamente adornado con varios adornos y elevado sobre la tierra esparcida de flores. Nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes, con nuestros ejércitos y séquitos, con numerosos cientos de miles de Yaksas, estaremos en concordancia con todos aquellos. Tan pronto como hayamos sido satisfechos por este jugo de néctar de la Ley del dador del regalo de la suprema, gran Ley, al rey de los hombres que tiene como compañía a un consejero espiritual, quien causa el logro de la bondad, daremos protección a ese rey de los hombres. Nosotros daremos liberación, asistencia, defensa, paz, y bienestar. Y daremos protección a ese palacio, ciudad, y región. Daremos liberación, asistencia, defensa, paz, y bienestar. Y liberaremos a esa región de toda opresión, infortunio y problemas”.
“Si, querido Señor, hubiera cualquier rey de los hombres en cuya región este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, entrara, y si, querido Señor, este rey de los hombres no respetara, reverenciara, honrara a aquellos monjes, monjas, laicos, y laicas que sostienen el excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, no nos satisficiera, no nos reverenciara debidamente con este escuchar de la Ley, este jugo de néctar de la Ley, a nosotros los cuatro grandes reyes, y a los numerosos (93) cientos de miles de millones de Yaksas, no incrementara con gran poder estos nuestros cuerpos divinos, no produjera en nosotros destreza, energía, y poder, no incrementara en nuestros cuerpos el resplandor, gloria, y esplendor, nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes, con nuestros ejércitos y séquitos, con numerosos cientos de miles de millones de Yaksas, abandonaríamos esa región. Cuando nosotros, querido Señor, abandonemos la región, los grupos de dioses que habitan en todas las regiones abandonarán esta región. Cuando los dioses, querido Señor, abandonen la región, surgirá allí en esa región diversos disturbios regionales. Habrá allí fuertes disputas entre los reyes. Los seres en todas las regiones se volverán pendencieros. Se volverán discutidores. Entrarán en disputas. Diversas enfermedades debidas a los planetas se harán manifiestas en su región. De las diversas direcciones se harán manifiestas lluvias de meteoritos. Planetas y constelaciones estarán en discrepancia unos con otros. Imágenes del sol serán vistas al elevarse la luna. (94) Habrá eclipses de luna y eclipses de sol. En medio del cielo el sol y la luna serán continuamente afligidos por Rãhu. En todo momento serán vistos en el cielo halos del color de los arco iris. Habrá terremotos. Los pozos de la tierra, desapareciendo, se secarán. Agitados vientos soplarán en la región. Surgirán intensas lluvias. Habrá opresiones por hambruna en la región. Poderes extranjeros destrozarán la región. [La región será arrancada de raíz y esos seres] tendrán muchos problemas. [Esa región estará en un estado de infelicidad]. Cuando, querido Señor, nosotros, los cuatro grandes reyes, con nuestros ejércitos y séquitos, con numerosos cientos de miles de Yaksas, y los grupos de dioses que habitan en las regiones, abandonemos a esa región, surgirán en esa región cientos de éstas y similares intrincadas opresiones o miles de opresiones”.
“Si, querido Señor, hubiera algún rey de los hombres que estuviera deseoso de obtener gran protección para sí mismo, estuviera deseoso de experimentar mucho tiempo diversas bendiciones reales, estuviera deseoso de ejercitar su soberanía con una mente entregada a toda bendición, estuviera deseoso de hacer feliz a los seres de todas las regiones, estuviera deseoso de derrotar a todos los ejércitos enemigos, estuviera deseoso proteger la totalidad de su región durante largo tiempo, (95) estuviera deseoso de ejercitar su soberanía de acuerdo a la Ley, estuviera deseoso de liberar a su región de todo miedo, de toda opresión, infortunios, y problemas, entonces ese rey de los hombres, querido Señor, debe sin duda escuchar este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. debe respetar, venerar, reverenciar, y honrar a aquellos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los sũtras principales. Nosotros, los cuatro grandes reyes, con nuestros ejércitos y séquitos, debemos ser plenamente satisfechos con este acumulamiento de raíces de mérito resultantes de la escucha de la Ley, con este jugo de néctar de la Ley. Y estos nuestros cuerpos divinos deben ser incrementados con gran resplandor. ¿Por qué esto?. Porque, querido Señor, ese rey de los hombres debe sin duda escuchar este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. No importa cuantos tratados diversos, querido Señor, mundanos y supramundanos hayan sido expuestos por el señor Brahma, no importa cuantos tratados diversos hayan sido expuestos por Sakra, rey de los dioses, no importa cuantos tratados diversos mundanos y supramundanos hayan sido expuestos para beneficio de los seres por diversos visionarios que poseen los cinco tipos de conocimiento supernatural, [este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, es superior y más extraordinario]. Querido Señor, superior y más extraordinario que los cientos de miles de señores de Brahma, numerosos cientos de miles de millones de Sakras, y todos los cientos de miles de millones de visionarios que poseen los cinco tipos de conocimiento supernatural es el Tathãgata, quien para beneficio de los seres expone con detalle este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, (96) de manera que los reyes de los hombres en la totalidad de Jambudvĩpa ejercitarán su soberanía, que los seres serán bendecidos, [que la propia región será protegida, custodiada], que todas las regiones estarán sin opresión, libres de enemigos, que todos los poderes extranjeros serán derrotados y echados, que esas regiones estarán libres de infortunios, libres de problemas, que la Ley en cada región estará libre de problemas, invicta, que la gran lámpara de la Ley prendida y encendida por esos reyes de los hombres en sus varias regiones, que las moradas de todas las deidades serán llenadas con dioses e hijos divinos, que nosotros, los cuatro grandes reyes, con nuestros ejércitos y séquitos, y los numerosos cientos de miles de Yaksas, y las multitudes de dioses en la totalidad de Jambudvĩpa seremos satisfechos y propiciados, [que estos nuestros cuerpos divinos incrementarán en resplandor], que será producida en nuestro cuerpo gran destreza, fortaleza, y energía, que el resplandor, gloria, y esplendor entrarán en nuestro cuerpo en muy gran medida, que la totalidad de Jambudvĩpa se tornará abundante, feliz, y llena de mucha gente y hombres, que los seres en la totalidad de Jambudvĩpa serán bendecidos, experimentarán diversos placeres, que los seres (97) durante numerosos cientos de miles de millones de eones experimentarán inconcebibles, más exaltadas bendiciones, tendrán encuentros con los Señores Budas, y en el futuro estarán plenamente iluminados en la suprema y perfecta iluminación. Todos esto ahora [es] debido al Señor, el Tathãgata, el Arhat, el plenamente iluminado, [pues] con gran bendición del poder de compasión [sobrepasando a cientos de miles de millones de señores Brahma], con el conocimiento del Tathãgata que no tiene par y sobrepasa el divino conocimiento de cientos de miles de millones de Sakras, [y] con las bendiciones del ascetismo que sobrepasa diversos y numerosos cientos de miles de millones de grupos de visionarios todos ellos poseyendo los cinco tipos de más alto conocimiento, el Señor, el Tathãgata, el Arhat, el plenamente iluminado, ha expuesto con detalle aquí en Jambudvĩpa este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, para beneficio de todos los seres. Cualesquiera tareas regias mundanas y supramundanas, textos regios, y actos regios hayan surgido en la totalidad de Jambudvĩpa, por medio de los cuales esos seres serán bendecidos, todos esos han sido revelados, expuestos, y establecidos aquí en el excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, por el Señor, el Tathãgata, el Arhat, el plenamente iluminado. (98) Por esta razón, querido Señor, por esta causa, el rey de los hombres debe sin duda escuchar respetuosamente, honrar respetuosamente, y venerar respetuosamente este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras”.
Cuando esto fue dicho, el Señor hablo de este modo a los cuatro grandes reyes:
“Por tanto los cuatro grandes reyes con sus ejércitos y séquitos mostrarán sin duda gran celo para bien de proteger a aquellos reyes de los hombres que escuchen, reverencien, y honren este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. Y, Oh grandes reyes, ellos sustentarán a aquellos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los sũtras principales y los actos de Buda. Ellos llevarán a cabo actos de Buda aquí en este mundo de dioses, hombres, y Asuras. (99) Ellos expondrán con detalle este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. Sin duda vosotros, los cuatro grandes reyes, debéis dar protección, debéis dar defensa, liberación, asistencia, paz, y bienestar a aquellos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los sũtras principales para que esos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los sũtras principales puedan ser protegidos, no-oprimidos, sin infortunios o problemas, de mentalidad feliz, con el fin de explicar con detalle a los seres este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras”.
Entonces el gran rey Vaisravana, el gran rey Dhrtarãstra, el gran rey Virũdhaka, [y] el gran rey Virũpãksa, se levantaron de sus asientos, cubrieron un hombro con sus ropas, se pusieron sus vestidos superiores, pusieron sus rodillas derechas en el suelo, pusieron sus manos en el gesto de reverencia en dirección al Señor, se doblegaron, y en ese momento, cara a cara, alabaron al Señor con estos apropiados versos:
“Buda, [tu] cuerpo es puro como la luna. Buda [tu tienes] el resplandor de los rayos de miles de soles. Buda, [tus] ojos tienen el resplandor puro del loto. Buda, [tus] excelentes dientes son intachables como las fibras de loto. Buda, [tus] virtudes son como el océano, una mina de joyas numerosas. Buda, [tu eres como] el océano lleno del agua del conocimiento, repleto de cientos de miles de meditaciones. Buda, [tus] pies llevan la marca de la rueda, cuyo borde exterior todo lo abarca y el cual tiene miles de radios. [Tus] manos y pies están adornados con una red. La red de [tus] pies es como [la de los pies de] un señor de los gansos. [Nosotros te veneramos], Buda, [como] señor de las montañas, puro como el oro, como la montaña dorada. (100) Buda, nosotros [te] veneramos [como] señor de las montañas, [tu], Buda, que tienes todas las virtudes como Meru. Nosotros [te] veneramos, el más puro Buda, que eres igual al cielo, parecido a la luna, como la luna [reflejada] en el agua, la luna-Tathãgata, parecida a la ilusión o a un espejismo”.
Entonces el Señor se dirigió a los cuatro grandes reyes en verso:
“Este mejor rey de los sũtras, el excelente Suvarnabhãsa de los Budas con diez poderes debe ser protegido con vigor firme por vosotros protectores del mundo. Puesto que este sũtra como la joya es profundo y brinda bendiciones a todos los seres, pueda permanecer largo tiempo en este Jambudvĩpa para beneficio del bienestar y bendiciones de los seres. Por el en el triple-mil gran-mil esfera mundial todas las aflicciones de los estados malignos, las aflicciones de los seres infernales, son eliminadas. Y aquí en Jambudvĩpa puedan todos los reyes de Jambudvĩpa, con gran alegría en sus corazones, proteger sus regiones de acuerdo a la Ley. Por el este Jambudvĩpa puede tornarse pacifico, abundante y agradable [y] todos los seres en la totalidad de Jambudvĩpa serán bendecidos. Este rey de los sũtras debe ser escuchado por ese rey de los hombres que tiene afecto por su dominio, afecto por el bienestar de sí mismo, y afecto por su realeza y dominio. Este rey de los sũtras causa la destrucción de los enemigos extranjeros, derrota de manera aplastante a los ejércitos enemigos, (101) elimina los más grandes miedos e infortunios, causa la más grande bondad. Como el árbol de joyas que brilla, produce todas las virtudes y permanece en una gran casa, así este rey de los sũtras debe ser visto por aquellos que desean las virtudes de los reyes. Así como alguien que es oprimido por el calor encuentra en la fría, helada agua alivio para su sed, así pueda este rey de los sũtras proveer a los señores de los hombres con virtudes y bendiciones. Como una caja de joyas en la palma de la mano, la cual es una mina de cada joya, así es el excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, para multitud de reyes, Este rey de los sũtras ha sido honrado por multitud de dioses, se le ha rendido homenaje por el rey de los dioses y protegido por las cuatro protectores del mundo, quienes poseen los grandes poderes mágicos. Pues este rey de los sũtras ha sido continuamente vigilado por los Budas de las diez direcciones. Los plenamente iluminados felicitan a aquel que expone este sũtra. Cientos de miles de Yaksas protegen la región en las diez direcciones [en la que] ellos escuchan este rey de los sũtras con mente alegre, feliz. Hay inconcebibles multitudes de dioses en Jambudvĩpa. Puedan todas esas multitudes de dioses escuchar este sũtra de manera alegre. A través de escuchar esta Ley obtienen ellos poderoso resplandor y destreza, y ellos causarán el incremento con gran poder de sus cuerpos divinos”.
Entonces cuando los cuatro grandes reyes hubieron escuchado estos y similares versos en la presencia del Señor, quedaron asombrados, estupefactos, contentos. (102) Impelidos en solo un momento por la fuerza de la Ley, derramaron lágrimas. Con sus cuerpos erguidos, con todos sus miembros temblando, dotados de inconcebible alegría, felicidad y contento, dejaron caer sobre el Señor divinas flores mãndãrava. Habiéndolas dejado caer y habiéndolas esparcido, se levantaron de sus asientos, cubrieron un hombro con sus ropas, pusieron sus rodillas derechas sobre el suelo, hicieron el gesto de reverencia en la dirección del Señor y hablaron de este modo al Señor:
“Nosotros, querido Señor, los cuatro grandes reyes, cada rey con su séquito de quinientos Yaksas, estaremos continuamente apegados al monje que predica la Ley por bien de honrar y proteger a ese predicador de la Ley”.
Así [finaliza] el sexto capítulo, el Capítulo sobre los Cuatro Grandes Reyes, del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras.

7. CAPÍTULO SOBRE SARASVATI
Entonces Sarasvatĩ, la gran diosa, cubrió un hombro con sus toga, puso su rodilla derecha en el suelo, hizo el gesto de reverencia en la dirección del Señor y habló de este modo al Señor:
“Yo, querido Señor, la gran diosa Sarasvatĩ, contribuiré a la elocuencia por bien de adornar la palabra del monje que predica la Ley. (103) Y conferiré sobre él un dhãranĩ. Yo arreglaré la substancia de su palabra de manera que sea bien hablada. Y daré gran iluminación de conocimiento al monje que predica la Ley. Cualesquiera palabras o letras de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, puedan haberse perdido u olvidado, yo proveeré a este monje que predica la Ley con todas esas bien-habladas palabras y letras. Y yo conferiré sobre él un dhãranĩ por bien de impedir la perdida de su memoria, de manera que este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, pueda durante tiempo avanzar en Jambudvĩpa para bienestar de aquellos seres que hayan plantado raíces de mérito bajo miles de Budas, [de manera que] no pueda desaparecer pronto, [de manera que] numerosos seres habiendo escuchado este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, puedan tener inconcebible, aguda sabiduría, [de manera que] ellos puedan obtener una inconcebible cantidad de conocimiento, [de manera que] puedan obtener la vejez y la prosperidad en esta vida, [de manera que] puedan obtener ayuda para vivir y una ilimitada cantidad de mérito, [[de manera que] ellos puedan volverse hábiles en diversos recursos], [de manera que] ellos puedan convertirse en eruditos en todos los textos, [de manera que] puedan obtener éxitos en la ejecución de diversas artes”.
(104) “Yo explicaré el acto de bañarse asistido por conjuros y medicamentos. Para beneficio del monje que predica la Ley y para beneficio de aquellos seres que escuchan la Ley, todas las opresiones causadas por planetas, constelaciones, nacimiento y muerte, las opresiones causadas por conflictos, peleas, desagradables tumultos y desordenes, sueños malignos, [o el dios] Vinãyaka, todos los Kãkhordas y Vetãlas serán completamente eliminados”.
“Medicamentos y conjuros con los que el erudito se baña: (1) vacã, (2) gorokanã, (3) sprkkã (105), (4) Sirĩsa, (5) Sãmyaka, (6) Samĩ, (7) indrahastã, (8) mahãbhãgã, (9) j ñãmaka, (10) agaru, (11) tvac, (12) Srĩvestaka, (13) resina de sarja, (15) guggulu, (16) tagara, (17) patra, (18) Saileya, (19) candana, (20) manahsilã, (21) sarocanã, (22) kustha, (23) kunkuma, (24) musta, (25) sarsapa, (26) nalada, (27) cavya, (28) sũksmailã, (29) usĩra, (30) nãgakesara - uno debe machacar estos, cuando Pusya sea la constelación, en porciones iguales, y uno debe consagrar el polvo cien veces con el siguiente conjuro, así: sukrte krta kamalijanakarate, hamkarãte, indrajãli, sakaddrepasaddre, abartaksike, na kutraku, kapila kapilamati, sĩlamati, sandhi dhudhumamabati, siri, siri, satyasthite. ¡Salve!”.
“Habiendo hecho un círculo mágico con boñiga de vaca, uno debe esparcir flores sueltas y uno debe poner miel en un vaso de oro y en uno de plata. (106) Uno debe poner allí cuatro vestidos de hombre en armadura y situar cuatro bien adornadas doncellas llevando vasijas. Uno debe esparcir continuamente incienso de bdellium hindú, tocar los cuatro tipos de instrumentos musicales y adornar perfectamente a las diosas con parasoles, banderas, y estandartes. A intervalos uno debe poner espejos, flechas, y lanzas. Luego uno debe hacer la propia línea divisoria. Luego uno debe empezar a hacer lo que tiene que hacerse. Uno debe empezar [por hacer] la propia línea divisoria al tiempo de pronunciar este conjuro: arake, nayane, hile mile, gile, khikhile. ¡Salve!”.
“Después de que uno se haya bañado detrás [de una imagen del] Señor, uno debe asegurar paz para el baño pronunciando el siguiente conjuro, así: sagate, bigate, bigatãbati. ¡Salve!”.
“Puedan las constelaciones en las cuatro direcciones proteger la propia vida. Puedan las opresiones causadas por las constelaciones o el nacimiento ser eliminadas, la aparición de miedos causados por cantidad de actos, crueles miedos producidos por la confusión de los elementos”.
“aame, biaame. ¡Salve! sagate bigate ¡Salve! sukhatinate ¡Salve! sãgarasambhũtãya ¡Salve! skandamãtrãya ¡Salve! nĩlakanthãya ¡Salve! (107) aparãjitabĩryãya ¡Salve! himabatasambhũtãya ¡Salve! animilabaktrãya. ¡Salve! namo bhagabate brahmane, namah sarasvatyai debyai. Puedan las palabras mágicas tener éxito. tam brahmãnumanyatu ¡Salve!”.
“En ese acto de bañarse, para beneficio del monje que predica la Ley, para beneficio de aquellos que escuchan la Ley y de aquellos que la escriben, yo misma iré allí. Junto con la totalidad de la multitud de dioses, yo causaré la eliminación de toda enfermedad en esa aldea, ciudad, distrito, o hábitat. Yo eliminaré todas las opresiones causadas por planetas, peleas, disputas, constelaciones, y nacimiento, opresiones causadas por sueños malignos o [el dios] Vinãyaka, todo Kãkhordas y Vetãlas, de manera que pueda haber ayuda para vivir para aquellos monjes, monjas, laicos o laicas que sostienen los sũtras principales, [para que] ellos puedan obtener el escape del ciclo de existencias y puedan convertirse en aquellos que no vuelven en la suprema y perfecta iluminación, [para que] ellos puedan despertar rápidamente ante la suprema y perfecta iluminación”.
Entonces el Señor ofreció felicitaciones a la diosa Sarasvatĩ:
“¡Bravo!, ¡bravo!, gran diosa Sarasvatĩ. Tú has venido para el bienestar de muchos hombres, para las bendiciones de muchos hombres, ya que has hablado tales palabras concernientes a los conjuros y medicamentos” (108).
Y la diosa Sarasvatĩ rindió culto a los pies del Señor y se sentó a un lado.
Entonces el maestro y orador Kaundinya, el brahmín, llamo a la diosa Sarasvatĩ:
“Sarasvatĩ, la gran diosa, es merecedora de culto, posee gran ascetismo, famosa en todos los mundos, una dadora de favores, de grandes virtudes. Habitando sobre un pico, hermosa, ataviada con un vestido de hierba, vistiendo vestidos de hierba, ella esta de pie sobre un pie. Todos los dioses se reunieron y hablaron estas palabras para ella: ‘Suelta tu lengua. Habla a los seres una excelente palabra”.
“Así sea: mure, cire, abaje, abajabati,. hingule, pingalabati, manguse, marĩci, samati, sasamati, agrĩmagrĩ, (109) tara, citara, cabati, ciciri, siri, marĩci, pranaye, lokajyesthe, lokasresthe, lokapriye, siddihiprite, bhĩmamukhi suci khari, apratihate, apratihatabuddhi, namuci namuci mahãdebi pratigrhna namaskãram. Pueda mi visión penetrante no ser obstruida. Puedan mis conocimientos prosperar en los textos, versos, libros mágicos, libros doctrinales, poemas. Así sea: mahãprabhãve hili hili, mili mili. Pueda avanzar para mí por medio del poder de la bendecida diosa Sarvatĩ. karate keyũre, keyũrabati, hili mili, hili mili, hili mili. Yo invoco a la gran diosa por la verdad de Buda, por la verdad de la Ley, por la verdad de la Asamblea, por la verdad de Indra, por la verdad de Varuna. Cualesquiera hablantes de la verdad haya en el mundo, por la verdad hablada de esos hablantes de la verdad yo invoco a la gran diosa, así: hili hili, hili mili hili mili. Pueda avanzar para mí. Homenaje a la bendecida gran diosa Sarasvatĩ. Puedan las palabras de mi conjuro tener éxito. ¡Salve!”.
(110) Entonces el maestro y orador Kaundinya, el brahmín, alabó a Sarasvatĩ, la gran diosa, en estos versos:
“Puedan toda la multitud de Bhũtas escucharme. Yo alabaré a la diosa, cuyo rostro es suprema, extremadamente hermoso, quien entre las mujeres del mundo de los dioses, Gandharvas, y señores Asuras, es la suprema, principal, excelente diosa. Sarasvatĩ de nombre tiene miembros que tienen montones de adornos de diversas virtudes. Sus ojos son amplios. Es brillante en mérito. Ella está llena de las virtudes del puro conocimiento. Ella es hermosa como una variedad de joyas. Yo la alabaré por razón de sus distinguidas virtudes de excelente palabra, porque ella causa excelente, supremo éxito, debido a su famosa enseñanza, porque ella es una mina de virtudes, porque es pura y suprema, porque ella es brillante como un loto, (111) porque sus ojos son bellos y excelentes, porque su residencia es hermosa, porque su apariencia es hermosa, porque ella esta perfectamente adornada con inconcebibles virtudes, porque ella se parece a la luna, porque su esplendor es puro, porque ella es una mina de conocimiento, por la superioridad de su conocimiento, porque ella es la mejor de las leonas, porque ella es un vehículo para los hombres, porque ella esta adornada con ocho brazos, porque su apariencia es como la de la luna llena, por su palabra alentadora, por su voz suave, porque ella esta dotada con profunda sabiduría, porque ella causa el logro de las mejores acciones, porque ella es un ser excelente, porque ella es honrada por los señores y dioses y Asuras, porque ella es alabada en todas las moradas de una multitud de dioses y Asuras, porque ella es venerada continuamente en la morada de una multitud de Bhũtas. ¡Salve!”.
“Yo me postro ante esta diosa. Pueda ella darme una especial masa de virtudes. Pueda ella concederme éxito en todo acto. Pueda ella protegerme continuamente en medio de los enemigos”. (112)
[Si] uno se levanta por la mañana, y, puro, pronuncia estas sílabas completas y plenas palabras, uno obtiene todos los deseos, riqueza y grano, y uno obtiene un esplendido, noble éxito. Así [finaliza] el capítulo séptimo, el Capítulo sobre Sarasvatĩ, del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras.

8. CAPÍTULO SOBRE SRI
Entonces la gran diosa Srĩ habló de este modo al Señor:
“Yo, querido Señor, la gran diosa Srĩ, daré fervor a ese monje que predica la Ley así como también equipamiento como vestidos, bol de limosna, cama, asiento, y medicinas para tratar con las enfermedades, y otro excelente equipamiento, de manera que el (113) predicador de la Ley pueda ser proveído con todo equipamiento, y no pueda tener ninguna carencia, pueda tener una mente firme, pueda pasar noche y día con una mente feliz, pueda tomar de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, diversas palabras y letras, pueda examinarlas, de manera que, para el beneficio de aquellos seres que hayan plantado raíces de méritos bajo miles de Budas, este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, pueda avanzar durante mucho tiempo en Jambudvĩpa, no pueda desaparecer rápidamente, y los seres puedan escuchar el excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, y puedan durante numerosos cientos de miles de millones de eones experimentar inconcebibles divinos y humanos placeres, que la hambruna desaparezca, y la abundancia pueda manifestarse, que los seres puedan ser bendecidos con el suministro de bendiciones, puedan encontrar a los Tathãgatas, y en el futuro puedan despertar a la suprema y perfecta iluminación, que todas las aflicciones de los infiernos, animales, y el mundo de Yama, puedan ser cortadas plenamente”.
Había un Tathãgata, Arhat, plenamente iluminado, llamado Ratnakusumagunasãgaravaidũryakanakagirisuvarn donde la gran diosa Srĩ (114) planto una raíz de mérito. Donde ella ahora vigila cualquier dirección, inspecciona cualquier dirección, se aproxima a cualquier dirección, en esa dirección numerosos cientos de miles de millones de seres serán bendecidos con el suministros de cada bendición, no tendrán escasez. Esos seres estarán repletos de todo equipamiento, con comida, bebida, riqueza, grano, oro, joyas, perlas, berilo, conchas, (115) cristal, coral, oro, plata y otros artículos. Por el poder de la gran diosa Srĩ, debe rendirse homenaje a ese Tathãgata. Perfumes, flores, e incienso deben ser ofrecidos. Uno debe pronunciar tres veces el nombre de la gran diosa Srĩ. Uno debe ofrecerle perfumes, flores, e incienso. Uno debe pasear esparciendo jugos. Para él crecerá allí una gran cantidad de maíz. Allí debe decirse esto: ‘El sabor de la tierra crece en la tierra. Las deidades se regocijan continuamente. Las deidades de los frutos, maíz, arbustos, matas, y árboles hacen crecer las cosechas en condición brillante”.
El nombre del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, debe ser pronunciado. Aquellos seres la gran diosa Srĩ los vigilará. Para ellos creará ella gran buena fortuna. (116)
La gran diosa Srĩ habitaba en el palacio Adakãvatĩ en el excelente parque Punyakusumaprabhã en la morada llamada Suvarnadhvaja hecho de siete joyas. Cualquier hombre que deseara incrementar su cantidad de grano, deberá purificar perfectamente su casa, bañarse bien, vistiéndose el mismo con vestidos blancos, puros y llevar vestidos bien perfumados. Rindiendo homenaje, el debe pronunciar tres veces el nombre del Señor RatnakusumagunasãgaravaidũryakanakagirisuvarnakãñcanaprabhãsaSrĩ, el Tathãgata, el Arhat, el plenamente iluminado. Con la ayuda de la gran diosa Srĩ debe venerarse a ese Tathãgata. Deben ofrecerse flores, incienso y perfumes. Uno debe pasear esparciendo diversos jugos. Por el poder de este excelente Suvarnabhãsa, (117) rey de los sũtras, en ese momento la gran diosa Srĩ vigilará esa casa. Y ella hará incrementar la gran cantidad de su maíz. Aquel que desee invocar a la gran diosa Srĩ debe recordar los siguientes conjuro mágicos: “Homenaje a todos los Budas, pasados, futuros, y presentes. Homenaje a todos los Budas y Bodhisattvas. Homenaje a los Bodisatvas empezando por Maitreya”. Cuando se ha rendido homenaje a esos, yo empleo el siguiente conjuro mágico. Pueda el conjuro mágico tener éxito para mí. Así sea: pratipũrnapãre, samantadarsane, mahãbihãragate, samantabedanagate, mahãkãryapratiprãpane, sattvaarthasamantãnuprapure, ãyãnadharmatã mahãbhoogine, mahãmaitriupasamhite, hitaisi, samgrihĩte, tesamarthãnupãlani.
Estas son las palabras mágicas para la consagración válida de la cabeza, las palabras para el éxito completo, las palabras cuyo significado no puede engañar. [Respecto a] aquél que en medio de los seres prosigue su carrera con intachables raíces de mérito, pronunciando y manteniendo [los conjuros mágicos] (118) durante siete años, observando los días auspiciosos manteniendo los ocho preceptos morales, habiendo rendido culto mañana y tarde a todos los Señores Budas con flores, perfumes, e incienso, con el fin de realizar la omnisciencia de sí mismo y de todos los seres, puedan todos sus de-seos tener éxito, puedan ellos tener éxito rápidamente. Habiendo purificado su casa o su monasterio o el bosque de retiro, y habiendo hecho un círculo de boñiga de vaca, debe él ofrecer perfumes, flores, e incienso. Debe proporcionar un asiento puro. Debe ir [a un lugar] con flores esparcidas. Entonces en ese momento la gran diosa Srĩ entrará y permanecerá allí. A partir de entonces en esa casa, aldea, ciudad, (119) poblado, monasterio o bosque de retiro, absolutamente nadie causará deficiencia. Ellos serán repletos de todo equipamiento, oro, joyas, riqueza o grano, bendecido con el suministro de cada bendición. Cualesquiera raíces de mérito sean llevadas a cabo, debe ofrecerse a la gran diosa Srĩ la parte principal de todas ellas. Mientras viva, ella permanecerá allí. Ella no durará, y todos sus deseos serán realizados.
Así [finaliza] el capítulo octavo, el Capítulo sobre Srĩ, la gran diosa del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras.
9. CAPÍTULO SOBRE EL MANTENIMIENTO DE LOS NOMBRES DE LOS BUDAS Y BODISATVAS
Homenaje al Señor Ratnasikhin, el Tathãgata.
[Homenaje al Tathãgata Vimalojjvalaratnarasmiprabhãsaketu.
Homenaje al Tahtãgata Suvarnajambudhvajakãñcanãbha.
Homenaje al Tahãgata Suvarnabhãsagarbha.
Homenaje al Tathãgata Suvarnasatarasmiprabhãsaketu].
Homenaje al Tathãgata Suvarnaratnãkaracchatrakũta. (120)
Homenaje al Tathãgata Suvarnapuspojjvalarasmiketu.
Homenaje al Tathãgata Mahãpradĩpa. Homenaje al Tathãgata Ratnaketu. El Bodisatva llamado Ruciraketu, el Bodhisatva llamado Suvarnabhãsottama, el Bodisatva llamado Suvarnagarbha, el Bodisatva llamado Sadãprarudita, el Bodisatva llamado Dharmodgata, en el este el Tahãgata llamado Aksobhya, en el sur el Tahãgata llamado Ratnaketu, en el oeste el Tathãgata llamado Amitãyus, en el norte el Tathãgata llamado Dundubhisvara. Quienquiera sostenga, recite, explique estos nombres de Tathãgata [y] nombres de Bodisatva del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, será siempre consciente de sus nacimientos. Así [finaliza] el capítulo noveno, el Capítulo sobre el mantenimiento de los nombres de Budas y Bodisatvas, del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. (121)
10. CAPÍTULO SOBRE DRDHA
Entonces la diosa-tierra Drdhã habló de este modo al Señor:
“En cualquiera aldea, ciudad, poblado, distrito, región forestal, cueva montañosa o palacio real este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, querido Señor, ahora y en el futuro avanzare, yo, querido Señor, la diosa-tierra Drdhã, me aproximaré a esa aldea, ciudad, poblado, distrito, región forestal, caverna montañosa o palacio real. Dondequiera que este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, sea explicado en detalle, en no importa que región de la tierra, Señor, el asiento de la Ley haya sido proporcionado para el monje que predica la Ley, dondequiera que el predicador de la Ley, habiéndose sentado sobre ese asiento, exponga en detalle este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, allí yo, querido Señor, la diosa-tierra Drdhã, llegaré a esas regiones de la tierra. Habiéndome acercado al asiento de la Ley con mi cuerpo invisible yo inclinare mi cabeza sobre la planta de los pies del monje que esté predicando la Ley. Y me satisfaré a mí mismo con esa escucha de la Ley, (122) con el jugo de néctar de la Ley. Yo rendiré homenaje, yo me regocijaré. Cuando me haya satisfecho a mí mismo, rendido homenaje, regocijado, yo causaré el incremento con relación al sabor de la tierra de una masa de tierra seis millones ochocientas mil leguas de extensión en lo que respecta al cimiento de la tierra hecho del rayo. Yo rendiré homenaje, yo lo llenaré completamente. Y sobre el haré húmedo, con el sabor húmedo de la tierra, este círculo de la tierra que alcanza el borde del océano. Y haré a esta gran tierra más fuerte de manera que en este Jambudvĩpa las diversas hierbas, arbustos, plantas, y árboles crezcan más fuertes. Todos los árboles de los parques y arboledas y todas las diversas hojas, flores, frutos, y cultivos serán más fuertes, serán más aromáticos, más húmedos, más sabrosos, serán más hermosos, más grandes. Y cuando esos seres hayan disfrutado esas diversas bebidas y comidas, ellos incrementarán su longevidad, fortaleza, aspecto, y sentidos. Y habiendo sido dotados de resplandor, poder, aspecto, y forma, ellos llevarán a cabo las diversas numerosas cientos de miles de actividades sobre la tierra. Ellos serán devotos. Ellos serán esmerados. (123) Ellos harán actos que tienen que hacerse, con poder. Por esta razón, querido Señor, la totalidad de Jambudvĩpa se tornará pacifica, se tornará abundante, floreciente, muy agradable, y llena de mucha gente y hombres. Y en la totalidad de Jambudvĩpa todos los seres serán bendecidos, experimentarán diversidad de placeres. Esos seres estarán dotados de resplandor, poder, aspecto, y forma. Por bien de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, ellos se aproximarán a la presencia de esos monjes, monjas, laicos y laicas que sostienen los sũtras principales, predicadores de la Ley sobre los asientos de la Ley. Habiéndose aproximado, con sus mentes puras, esos seres suplicarán a esos predicadores de la Ley, por el bien, bienestar, y bendiciones de todos los seres, que expongan este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. ¿Por qué? Cuando, querido Señor, este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, este siendo expuesto, yo, la diosa-tierra Drdhã, junto con mi séquito, nos volveremos más fuertes y más poderosos. En nuestros cuerpos se producirá gran poder, fortaleza, y fuerza. Resplandor, gloria y fortuna entrará en nuestro cuerpo. Cuando yo, querido Señor, la diosa-tierra Drdhã, haya sido satisfecha con el jugo de néctar de la Ley (124) y haya obtenido gran resplandor, fortaleza, y fuerza, este Jambudvĩpa con sus siete mil leguas de gran tierra incrementará en el sabor de su tierra. Y la gran tierra se tornará más fuerte. Y, querido Señor, todos aquellos seres que dependen de la tierra encontrarán incremento, extensión, y expansión. Y se volverán grandes. Y Habiéndose vuelto grandes, esos seres disfrutarán de los diversos disfrutes y placeres de la tierra y experimentarán bendiciones. Y puedan ellos disfrutar todas las diversas comidas, bebidas, alimentos, vestidos, camas, asientos, moradas, residencias, palacios, parques, ríos, estanques, manantiales, lagos, piscinas, y tanques de agua, estas y similar diversidad de ayudas y bendiciones existentes en la tierra, manifiestas en la tierra y dependientes de la tierra. Por esta razón, querido Señor, todos los seres deben mostrar gratitud hacia nosotros. Sin duda este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, debe ser escuchado respetuosamente, ser respetado, honrado, reverenciado, venerado. Y cuando, querido Señor, todos esos seres salgan de sus diversas residencias, de sus diversas casas, para aproximarse a esos predicadores de la Ley, Habiéndose aproximado (125) puedan ellos escuchar este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. Y, además, habiendo escuchado, cuando ellos hayan entrado individualmente en sus diversas residencias, casas, aldeas, ciudades o poblados, cuando ellos se hayan ido a sus casas, puedan ellos conversar de este modo entre ellos: ‘Hoy hemos escuchado la profunda Ley. Hoy hemos obtenido una inconcebible cantidad de mérito. [Por este escuchar la Ley hemos complacido a numerosos cientos de miles de Tathãgatas]. Por este escuchar la Ley [hoy hemos] escapado del infierno, de la región de los animales, del mundo de Yama, y de los espíritus. Hoy por este escuchar la Ley habremos obtenido renacimiento entre los dioses y los hombres en el futuro durante numerosos cientos de miles de nacimientos’. Y cuando hayan regresado a sus diversas casas, puedan ellos dar a otros seres una simple ilustración de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras; puedan ellos causar el que otros seres escuchen acerca de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, siquiera un simple capítulo o una simple historia de nacimiento [o incluso el nombre de un simple Bodisatva o el nombre de un simple Tathãgata], incluso una estrofa de cuatro versos, incluso un simple verso; (126) puedan ellos causar el que otros seres escuchen siquiera el mero nombre de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. Dondequiera, querido Señor, que los diversos seres en diversas regiones de la tierra se digan unos a otros estos y similar diversidad de argumentos del sũtra o causen el que sean escuchados o hablaran sobre ellos, todas esas regiones de la tierra, querido Señor, se tornarán más fuertes y se tornarán más húmedas. Para todos los seres en esas regiones de la tierra, los diversos sabores de la tierra, todas sus ayudas, se tornarán más abundantes, se incrementarán, se expandirán. Todos aquellos seres serán bendecidos. Tendrán gran riqueza y gran disfrute pero estarán dedicados a la liberalidad. Ellos tendrán fe en las Tres Joyas”.
Cuando esto se hubo dicho, el Señor hablo de este modo a la diosa-tierra Drdhã:
“Cualesquiera seres, diosa-tierra, puedan escuchar un simple verso de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, transmigrarán de este mundo de los hombres y renacerán entre el grupo de los Treinta y tres dioses [y] entre otros grupos de dioses. Cualesquiera seres, diosa-tierra, adornen esos lugares para este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, los cubran si quiera con un simple parasol, una simple bandera, o una simple pieza de ropa, esos lugares adornados, diosa-tierra, (127) se convertirán en palacios divinos, hechos de siete joyas, adornados con cada adorno, entre el grupo de siete dioses que habitan en el reino del deseo. Y cuando esos seres transmigren de este mundo de los hombres, ellos renacerán en esos palacios divinos hechos de siete joyas. Ellos renacerán, diosa-tierra, siete veces en cada palacio divino hecho de siete joyas. Ellos experimentarán inconcebibles bendiciones divinas”.
Cuando esto se hubo dicho, la diosa-tierra Drdhã habló de este modo al Señor:
“Por tanto, querido Señor, yo, la diosa-tierra Drdhã, habitaré en esas regiones de la tierra, donde el monje que predica la Ley se haya sentado sobre el asiento de la Ley. Con cuerpo invisible inclinaré mi cabeza sobre las plantas de los pies d ese monje que predique la Ley, de manera que este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, pueda, para bienestar de aquellos seres que han plantado raíces de mérito bajo miles de Budas, avance largo tiempo en Jambudvĩpa y no desaparezca rápidamente. Y puedan los seres escuchar este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras. Puedan ellos en el futuro durante numerosos cientos de miles de millones de eones experimentar inconcebibles placeres divinos y humanos. Puedan ellos encontrar Tathãgatas. En el futuro puedan ellos despertar a la suprema y perfecta iluminación y puedan todas las aflicciones de los infiernos, del reino animal, y del mundo de Yama ser totalmente cortadas”. (128)
Así [finaliza] el capítulo décimo, el Capítulo sobre la diosa-tierra Drdhã, del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras.

11. CAPÍTULO SOBRE SAMJÑÃYA
Entonces el gran general de los Yaksas llamado Samjñãya, junto a veintiocho grandes generales Yaksa, se levanto de su asiento, cubrió un hombro con su túnica, puso su rodilla derecha en el suelo, hizo el gesto de reverencia en la dirección del Señor y hablo de este modo al Señor:
“En cualquier aldea, ciudad, poblado, distrito, región forestal, cueva montañosa o palacio real, que este, querido Señor, excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, en este y en tiempos futuros, allí yo, querido Señor, el gran general Yaksa llamado Samjñãya, junto a los veintiocho grandes generales Yaksa, nos aproximaremos a esa aldea, ciudad, poblado, distrito, región forestal, cueva montañosa o palacio real. Con cuerpo invisible yo daré protección al monje que predica la Ley, daré liberación, ayuda, defensa, escape del castigo, paz, y bienestar. A todas esas (129) mujeres, hombres, chicos y chicas que escuchen la Ley, quienquiera que escuche siquiera una estrofa de cuatro versos, incluso un verso, de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, incluso escuche solamente el nombre de un simple Bodisatva de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, lo acepte, escuche el nombre de un único Tathãgata, incluso el nombre de este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, lo acepte, a todos esos yo daré protección, yo daré ayuda, defensa, liberación, escape del castigo, paz, y bienestar. Y a sus moradas, a sus casas, y a sus palacios yo daré protección, yo daré liberación, ayuda, defensa, escape del castigo, paz, y bienestar”.
“¿Por cuál razón, [querido Señor, se me ha dado el nombre Samjñãya, el gran general Yaksa? . . . Por medio de mí, querido Señor, son todas las cosas conocidas,] todas las cosas son plenamente conocidas, todas las cosas son percibidas. No importa cuán muchas son todas las cosas, cómo son todas las cosas, qu cosas existen, de qu´´e tipo son todas las cosas, (130) todas las cosas, querido Señor, son aparentes para mí. Inconcebible, querido Señor, es el esplendor de mi conocimiento, inconcebible la claridad de mi conocimiento, inconcebible la extensión de mi conocimiento, inconcebible la cantidad de mi conocimiento. Inconcebible, querido Señor, es la esfera de mi conocimiento, la cual opera sobre todas las cosas. Y como, querido Señor, todas las cosas son plenamente conocidas por mí, plenamente examinadas, plenamente comprendidas, plenamente reconocidas, plenamente percibidas, por esta razón, querido Señor, a mi, Samjñãya, el gran general de los Yaksas, se me ha dado el nombre Samjñãya”.
“Yo, querido Señor, con el fin de adornar la palabra del monje que predica la Ley, contribuiré con elocuencia. Yo insertaré fortaleza en sus poros capilares. Yo produciré gran energía en su cuerpo, fortaleza, y destreza. Yo haré inconcebible el esplendor de su conocimiento. Yo le haré percibir su consciencia. Yo le ofreceré gran fervor, de manera que el predicador de la Ley no pueda tener cansancio corporal, que su cuerpo pueda tener unos órganos de los sentidos afortunados, que pueda estar lleno de alegría, de manera que este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, para bienestar de aquellos seres que hayan plantado raíces de mérito bajo miles de Budas, pueda avanzar durante largo tiempo en Jambudvĩpa, no pueda desaparecer rápidamente, [de manera que] los seres puedan escuchar este excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras, [de manera que] los seres puedan obtener una inconcebible (131) cantidad de conocimiento, se conviertan en sabios, puedan obtener una ilimitada masa de mérito, puedan en el futuro durante numerosos cientos de miles de millones de eones experimentar inconcebibles placeres divinos y humanos, puedan encontrar a los Tathãgatas, puedan en el futuro despertar a la suprema y perfecta iluminación y todas las aflicciones del infierno, reino animal, y del mundo de Yama puedan ser cortadas completamente”.
Así [finaliza] el capítulo undécimo, el Capítulo sobre Sadmjñãya, del excelente Suvarnabhãsa, rey de los sũtras.

12. CAPÍTULO SOBRE LA INSTRUCCIÓN CONCERNIENTE A LOS REYES DIVINOS
Homenaje al Señor Ratnakusumagunasãgaravaidũryakanakagirisuvarnakãñcanaprabhãsasrĩ, el Tathãgata, el Arhat, el plenamente iluminado. Homenaje al Tathãgata Sãkyamuni, cuyo cuerpo esta adornado con numerosos cientos de miles de millones de virtudes y quien ha hecho brillar la lámpara de su Ley. Homenaje a (132) la gran diosa Srĩ, quien esta dotada con ilimitadas virtudes, grano, y bendiciones. Homenaje a la gran diosa Sarasvatĩ, quien esta proveída con ilimitada sabiduría y virtudes.
Entonces en ese instante, en ese momento, el Rey Balendraketu habló de este modo a su hijo el Rey Ruciraketu, a quien no hacía mucho tiempo había consagrado y quien fue establecido en su nueva realeza:
“Existe, hijo, un texto para los reyes llamado Instrucción concerniente a los Reyes Divinos, el cual anteriormente, cuando acababa de ser consagrado y establecido en la nueva realeza recibí en presencia de mi padre el Rey Varendraketu. Ejercí soberanía durante veinte mil años de acuerdo a ese texto regio Instrucción concerniente a los Reyes Divinos. Yo sé que no he estado jamás del lado de alguien ilegal ni siquiera solamente por lo que dura un sencillo momento de pensamiento. ¿Qué es entonces, hijo, ese texto para los reyes llamado Instrucción concerniente a los Reyes Divinos?”.
Entonces, noble deidad, Rey Balendraketu en ese momento, en ese instante, expuso en detalle a su hijo Ruciraketu en estos versos el texto para los reyes llamado Instrucción concerniente a los Reyes Divinos. (133)
“Yo estableceré el texto para los reyes, el cual causa el bienestar de todos los seres, deshace de toda duda, y elimina toda acción maligna. Puedan todos los reyes aquí individualmente tener una mentalidad alegre. Podáis vosotros escuchar la total Instrucción concerniente a los Reyes Divinos con vuestras manos en el gesto de reverencia”.
“Sobre este señor de las montañas Vajrãkara en una reunión de reyes divinos, surgió allí una cuestión para el Rey Brahma por los protectores del mundo: ‘Tu, Brahma, eres un venerable maestro entre los dioses, tu eres señor de los dioses. Resuelve nuestros problemas. Elimina nuestras dudas. ¿Por qué un rey, a pesar de nacer entre los hombres, es llamado “divino”? ¿Y por qué razón es un rey llamado “hijo divino”?. Si ha nacido aquí en el mundo de los hombres, se convertirá en rey, pero ¿cómo ejercerá un dios la realeza entre los hombres?”. (134)“De este modo fue entonces interrogado el Rey Brahma por los protectores del mundo. El venerable maestro de los dioses Brahma habló de este modo a los protectores del mundo: ‘Si ahora he sido así interrogado por los protectores del mundo, hablaré ahora, por el bien y bienestar de todos los seres, de esta excelente enseñanza. Hablaré del origen de los reyes, [su] surgir en la morada de los hombres, y por que razón se convirtieron en reyes en sus territorios. Bajo las bendiciones de los reyes divinos, entrará en la matriz de su madre. Habiendo sido primeramente bendecido por los dioses, entra después en su matriz. A pesar de que como rey el nace y muere en el mundo de los hombres, (135) ya que proviene de los dioses, es llamado un hijo divino. Los Treinta y tres reyes divinos han dado una porción al rey [diciendo] “Tú [eres nuestro] hijo, un señor de los hombres creado mágicamente por todos los dioses”. Por bien de suprimir lo que es ilegal, un destructor de las acciones malignas, establecerá a los seres en la buena actividad con el fin de enviarlos a la morada de los dioses. (136) Ya sea que el señor de los hombres [sea] un hombre o un dios, un Gandharva, un Rãksasa, un intocable, el elimina las malas acciones. El rey es padre de aquellos que hacen buenas acciones. El rey ha sido bendecido por los dioses como alguien que pone de manifiesto [su] realización y fruto. El rey ha sido bendecido por los dioses como perteneciente al mundo actual para mostrar la realización y fruto de las acciones bien hechas y de las acciones mal hechas. Pues cuando un rey deja pasar una mala acción en su territorio y no inflinge el castigo apropiado sobre la mala persona, en el olvido de las malas acciones el desorden crece en gran medida, surgen actos malvados y disputas en gran número en el reino. Los dioses principales están llenos de ira en las moradas de los Treinta y tres (137) cuando un rey deja pasar una mala acción en su territorio. Su territorio es golpeado con los espantosos, más terribles actos de maldad, y su reino es destruido a la llegada de un ejercito extranjero, sus disfrutes y casas. Quienquiera que haya acumulado riqueza, por medio de diversos malos actos ellos los privaran de ellas. Si no lleva a cabo la tarea para la cual el tiene la realeza, él destruye su propio reino, de la misma manera que el señor de los elefantes [pisotea] un estanque de lotos. Soplarán vientos desfavorables; [caerán] lluvias desfavorables; los planetas y constelaciones [estarán] desfavorables, y del mismo modo la luna y el sol. Cosechas, flores, frutos, y semillas no madurarán en las debidas estaciones. La hambruna surgirá allí donde el rey sea negligente. Infelices mentalmente estarán los dioses en sus moradas cuando el rey deje pasar una mala acción en su territorio. Todos los reyes de los dioses se dirán unos a otros: (138) ‘Ilegal es el rey, pues apoya el lado de lo anárquico’. Este rey dentro de poco enfadará a los dioses. A través del enfado de los dioses su territorio perecerá. Habrá destrucción por las armas y el desorden en ese territorio. Surgirán actos malvados, disputas, enfermedades. Los señores de los dioses estarán enfadados. Los dioses le ignorarán. Su reino será arruinado. El rey acabará mal. Se encontrará a sí mismo separado de sus seres queridos, de hermano o hijo, separado de su amada esposa. O su hija morirá. Habrá lluvia de meteoritos, y del mismo modo soles simulados. El miedo de ejércitos extranjeros y la hambruna crecerán en gran medida. (139) Su amado ministro morirá y también su amado elefante. Tan pronto como hayan muerto, sus amados caballos y camellas [morirán] de la misma manera. Ellos se arrasarán unos a otros casas, disfrutes, riqueza. En cada distrito se darán muerte unos a otros con armas. En los territorios habrá disputas, peleas, malos actos. Un demonio maligno entrará en el reino.