sábado, 4 de agosto de 2007

Introducción al Budismo Zen ...


Introducción al Budismo Zen "Cuando llegues a la cumbre de una montaña, sigue subiendo".Expresión zen.El budismo zen, heredero de tradiciones culturales hindúes y chinas, y estrechamente vinculado a la cultura japonesa, a partir del siglo XII, no puede considerarse ni una religión, ni una filosofía, ni tampoco una psicología o una ciencia. Es más bien una disciplina o una experiencia cuya finalidad última es proveer al hombre de una técnica que le permita alcanzar la iluminación (o satori, para el zen).Intentando formularlo en términos occidentales, se podría decir que el objetivo fundamental del zen es salvar al hombre de la locura y la parálisis, a través de la apertura de ese "tercer ojo", tan citado por textos búdicos, que es el que le permitirá "ver". Ya que sólo el satori es el que permite traspasar la frontera y ver, quien lea sobre zen antes de alcanzarlo es como un ciego de nacimiento que intentara entender los colores a través de descripciones.El satori, dice el zen, es lo que despierta a la verdadera vida, que se contrapone a lo que ilusoriamente se considera como la vida: "El hombre es perfecto y nada le falta, pero esta idea duerme en el centro de él. No se da cuenta de ello pues está preso en la maraña de sus representaciones mentales. Todo ocurre como si entre el hombre y la realidad, su actividad imaginativa hubiera tejido una pantalla".La realización perfecta no se da en otra vida, en otro mundo, sino "aquí y ahora", una vez que se consigue el satori.El zen propone disciplinar la mente hasta hacerla dueña de sí misma, por medio de la comprensión interna de su propia naturaleza. La disciplina del zen abre el ojo de la mente para mirar dentro de la razón misma de la existencia. Sólo así el hombre será capaz de captar la naturaleza real de su mente o alma.Para esto, el zen exige que cada cosa sea experimentada directa y personalmente por cada uno en lo más profundo de sí. Siempre se refiere directamente a los hechos evitando cualquier conocimiento especulativo. No cree que las construcciones del intelecto puedan conseguir que el hombre solucione sus problemas más profundos. Es por eso que no atribuye ninguna importancia a los sutras sagrados o a exégesis realizadas por sabios o eruditos. Para el zen, la experiencia personal se opone a la autoridad y revelación objetiva.El zen es particularmente evasivo en lo que respecta a sus aspectos exteriores. En primer lugar, no es un sistema fundado en la lógica y el análisis. Es el antípodo de la lógica, es decir, del sistema dualista de pensamiento. Es heredero en esto del Tao al considerar que, mientras el intelecto se esfuerce en aprisionar al mundo en su red de abstracciones y en etiquetar la vida en categorías rígidas, el sentido real del mismo permanecerá incomprensible. No enseña nada de análisis intelectual.Por otro lado, tampoco impone una doctrina. Desde ese punto de vista podría decirse que el Zen es caótico: no existen libros sagrados, principios dogmáticos, fórmulas simbólicas que faciliten el acceso a su significado. No enseña nada. Sólo indica el camino hacia la mente. No tiene un Dios, no practica ceremonias rituales, no posee una morada futura para los muertos. Es totalmente libre de toda traba dogmática.El termino "zen", de origen japonés, es un término tremendamente complejo, que lleva en sí tanto el concepto "meditar" -que es el "método" que lleva al "conocer"- como ese "conocer" o "iluminación", entendido como fin a alcanzar. El término también lleva implícita la existencia de un "sí mismo" (sujeto del meditar). Por lo tanto, "zen" implica que en el mismo método, en el ponerse en camino de, habita ya el conocer o iluminación (satori)."El (hombre) es el que meditaél es la meditaciónél es la cosa sobre la que se medita.El que conoce y lo conocido, son uno."Sujeto y objeto quedan suprimidos y el conocer, libre al fin de la dualidad que lo encadenaba, puede manifestarse como puro "conocer".Simplemente, el zen se propone tomar las cosas tal cual son: considerar la nieve blanca, el cuervo negro. Suzuki, uno de los más notables difusores del budismo zen en occidente, dice en uno de sus textos que la meditación es algo que se agregó artificialmente como una forma de rechazar el intelectualismo que empapa nuestra cultura, pero no pertenece a la actividad natural de la mente. ¿En qué meditan los pájaros en el aire? ¿En qué meditan los peces en el agua?. Unos vuelan, los otros nadan. ¿No es suficiente?Para el zen es fundamental tomar contacto con el funcionamiento interno de nuestro ser en la forma más directa posible. Considera que las reglas artificiales y esquemáticas del pensamiento no esclarecen la experiencia, y la enturbian. Nuestra adhesión irracional a la interpretación lógica de las cosas, nos impediría alcanzar una comprensión cabal de la verdad. Si queremos llegar a la esencia de la vida, tenemos que abandonar nuestros preciados silogismos y adquirir una nueva forma de observación que nos permita escapar de la tiranía de la lógica y de la parcialidad de la fraseología cotidiana.Es por eso que se preocupa sólo de hechos, no le interesan las representaciones lógicas ni las verbales, consideradas defectuosas y parciales. Siente que el lenguaje y sus nombres encadenan al hombre a formas sin sentido.El razonamiento ordinario y lógico ha sido incapaz de satisfacer en forma concluyente nuestras necesidades espirituales más profundas. La vida es un arte, dice, y como todo arte perfecto, debe olvidarse de sí misma, no debe existir ni rastro de esfuerzo o sensación penosa. La vida debería vivirse como el pájaro que vuela en el aire o el pez que nada en el agua.Hoy la mente está tan condicionada a operar dentro del dualismo lógico que se niega a desembarazarse de su carga. Sin embargo, la consistencia lógica no es definitiva. El hombre debe buscar -y encuentra- una afirmación superior, más allá de la antítesis lógica de la afirmación y negación.El método de la disciplina zen consiste generalmente en poner al discípulo frente a un dilema ante el cual deba aplicar todos sus esfuerzos para escapar, pero no por medio de la lógica, sino por medio de una mente de orden superior. El momento en que la elocuencia y el silencio se tornen idénticos, es decir, en que la negación y la afirmación se unifiquen en una forma superior de afirmación, recién ahí se conocerá el zen.El zen nunca explica, sólo afirma. Ya que la vida es un hecho, ninguna explicación es necesaria o apropiada. Intentar entender el zen desde un punto de vista racional es imposible. El zen es una disciplina y una experiencia que no depende de ninguna explicación. Es eminentemente práctico. Apela directamente a la vida, sin referencias al alma, a Dios o a cualquier cosa que interfiera o perturbe el curso ordinario del vivir. Toma la vida tal como fluye.Las características esenciales del zen son su naturalidad, su liberación de lo artificial, su expresividad de la vida misma, su originalidad: "Todos buscan la verdad demasiado lejos y la tienen a su lado. Lo mismo pasa con el zen. Buscamos sus secretos donde es improbable encontrarlos, en abstracciones verbales y sutilezas metafísicas, cuando la verdad del zen se encuentra en las cosas más concretas de nuestra vida diaria"."Un monje dijo al maestro: "Hace algún tiempo que vine aquí para que me instruyérais en el camino sagrado del Buda, pero todavía no me habéis dado el menor indicio de él. Os ruego que seáis más benévolo conmigo", A lo que el maestro contestó: "¿Qué quieres decir, hijo mío? Cuando me saludas todas las mañanas, ¿acaso, no te devuelvo el saludo? Cuando me traes una taza de té,¿acaso no la acepto y la tomo encantado? Aparte de esto, ¿qué otras instrucciones quieres que te dé? ".A un célebre maestro le preguntaron cierta vez "Hacéis algún esfuerzo para disciplinaros en la verdad?"- Sí, por supuesto.- ¿Y cómo os intruís?- Cuando tengo hambre, como, cuando estoy cansado, duermo.- Esto es lo que hacen todos, ¿puede decirse, acaso, que ellos se estáninstruyendo de la misma manera que vos?- No.- ¿Por qué no?- Porque cuando ellos comen, no comen, sino que piensan en otras cosas que los distraen, y cuando duermen, no duermen, sino que sueñan en mil y una cosas. Por eso no son iguales a mí."No debe entenderse con estos ejemplos, sin embargo, que el zen es un naturalismo desprovisto de disciplina. Los métodos que existen dentro del zen para lograr la iluminación -"razón de ser del zen"- son diversos y muy rigurosos. Sin embargo, lo que hacen es sólo indicar el camino, dejando a la propia experiencia el resto; es decir, lo que se pretende es que cada cual siga la indicación para penetrar directamente en el objeto mismo para verlo desde dentro.Por lo dicho, en general, todas las exposiciones zen son sólo impresiones directas de la experiencia, sin interpretaciones intelectuales o metafísicas. El zen niega toda explicación, pues busca ser vivido. Considera que la visión interna de la realidad carece de contenido, pero, cuidado, esta ausencia de contenido no es abstracción.La única forma de lograr esta visión interna es a través del satori, y por lo tanto, éste es el único objetivo del zen. El zen no tiene palabras, porque cuando se tiene el satori, se tiene todo.Los medios que los adeptos al zen utilizan para alcanzar el satori presuponen una intensa búsqueda intelectual y la intensificación extrema del espíritu de investigación. Cuanto más fuerte es un espíritu de investigación, mayor es el satori resultante. Sin embargo, esta búsqueda debe entenderse en un sentido diferente de una búsqueda puramente intelectual, pues implica un ferviente deseo de sobrepasar las limitaciones propias del individuo.Meditación ZenEn general, todas las culturas orientales utilizan la meditación como una forma de lograr sus fines. En el caso del zen, sin embargo, la meditación es más una concentración que un ejercicio intelectual. El objeto del dhyana (meditación) es conseguir que el individuo penetre directamente en algo que reside en el origen de todas las actividades mentales y físicas y que es la fuente de la energía y el conocimiento.El método zen provoca, excita, intriga, anonada al intelecto y a las emociones, hasta que el discípulo llegue a comprender que la intelección consiste solamente en pensar acerca de, y que la emoción es solamente sentir respecto de algo. Sólo cuando se ha llegado a un callejón intelectual sin salida se tiende un puente entre el contacto conceptual de segunda mano con la realidad y la experiencia de primera mano.Al final de la concentración se llega a un vacío en la mente. Todo razonamiento abstracto cesa, puesto que pensamiento y pensador no se oponen el uno al otro. Es sólo entonces que el mecanismo interior está maduro para la eclosión definitiva o satori. A partir de ese instante el estado de consciencia resultante no se puede describir en términos de lógica o psicología, sino únicamente desde el propio estado.El proceso de maduración podría resumirse en tres fases: acumulación, saturación y explosión.MondosEl zen, además de la meditación (dhyana), común a todas las escuelas orientales, recurrió a métodos que eran eminentemente prácticos, pero que no seguían reglas preestablecidas. En un principio, estos métodos toman la forma de preguntas y respuestas (en japonés, "mondo"). Algunas de ellas se han convertido en clásicas, precisamente porque en ellas no hay nada sistemático: "Cuando un monje le pidió a Tchao Tchú que le instruyera en el zen, éste le dijo:- ¿Has tomado tu desayuno?- Sí, maestro, lo he tomado.- Entonces, vete a lavar los platos.Esta respuesta abrió súbitamente los ojos del monje a la verdad del Zen"Otro: "Un día el maestro Fo Kuo y su discípulo Hsiun paseaban por la montaña; al pasar cerca de un estanque profundo, Fo Kuo empujó rudamente a su compañero al agua, preguntándole al instante:- ¿Qué piensas de Fa Jung antes de su encuentro con el cuarto patriarca Tao Hsin?- El estanque es profundo y los peces numerosos.- ¿Y después del encuentro?- La brisa existe en el árbol que se mueve.- ¿Y cuándo se han encontrado y no se han encontrado?- Las piernas extendidas son las piernas plegadas.La prueba satisfizo plenamente al maestro"En el fondo, si la verdad del zen es, como éste pretende, la verdad de la vida, vida significa vivir, moverse, actuar, ver y no solamente reflexionar. En el hecho de vivir la vida no hay ninguna lógica, puesto que ella no es más que una parte de la vida. No debemos tratar de explicarnos la vida, dice el zen, debemos vivirla sin buscar más sentido a la danza que el placer de bailar, pensando que todo fluye y que nosotros no somos permanentes.Por otro lado, no debemos olvidar que cuando los maestros zen recurren a las palabras, el lenguaje sirve para expresar sentimientos, estados de ánimo, actitudes interiores, pero no ideas. Las respuestas se vuelven incomprensibles cuando se busca el sentido de las palabras, creyendo que éstas revisten ideas. Muchas veces en el zen el lenguaje renuncia a la comunicación de contenidos en favor de su función apelativa.Con el tiempo los mondos se multiplicaron. Sin embargo, los discípulos empezaron a buscar en los mondos una interpretación o solución intelectual, dejando de ser experiencias o intuiciones de la conciencia zen para convertirse en temas de investigación lógica.Tai Hui, un famoso maestro zen del siglo XII, describía así la situación: "Existen dos grandes errores entre los seguidores del zen. Unos buscan cosas maravillosas en las palabras y las fórmulas, lo que los lleva a meditar sobre ellas, provocándoles un excesivo intelectualismo, y otros se van al extremo opuesto, diciendo que las palabras son un obstáculo para la comprensión correcta y desechan todas las enseñanzas verbales. Pretenden concentrarse en la nada, en lograr un estado de vacío perfecto e insondable".Los KoansComo una forma de luchar en contra del intelectualismo y del quietismo se desarrolló un método a partir de algunos diálogos -o mondos- elegidos, de antiguos patriarcas o maestros, que eran utilizados como soporte de la meditación y como indicadores de la comprensión zen. Estos soportes fueron llamados "koan",Un koan es una especie de problema que el maestro propone a sus discípulos para que, concentrándose en él, agoten toda la energía mental de que disponen: "Todas las cosas vuelven al Uno, pero, ¿adónde vuelve el Uno?"El koan está construido de tal forma que corta la actividad discriminatoria del intelecto, que persiste en querer distinguir entre sujeto y objeto, y también pretende ridiculizar el razonamiento. Al suspender la facultad razonante, el koan deja en reposo la actividad más superficial de la mente para que sus partes centrales y profundas puedan exteriorizarse y manifestarse. Deja al intelecto que vea por sí mismo hasta donde puede llegar y le muestra una región a la que no puede acceder jamás con su funcionamiento normal. Hay lugares desconocidos en nuestras mentes, más allá del umbral de la construcción relativa de la consciencia. No es sub-consciente o supra-consciente. Sino "más allá". No debemos olvidar que la mente es un todo indivisible que no puede separarse en fragmentos.El koan lleva al discípulo a un estado de consciencia extremadamente activo, en el que debe apelar a sus energías al máximo, concentrándose en él como único objeto de su pensamiento. Esta concentración produce un estado de consciencia neutro, abierto al satori. Es un estado de espera, en el que el discípulo debe asumir una actitud inquisitiva y debe seguir en ella hasta llegar al borde de lo que podría llamarse un precipicio, donde no queda otra alternativa que saltar.El koan es el punto de partida. Actúa como la levadura, desplegando ante la mente sus propios secretos. No es simplemente un acertijo o una observación ingeniosa, sino que tiene un objetivo bien definido: despertar en el discípulo la duda e impulsarlo hasta el último límite.Intelectualmente, lo que sucede es que llega un momento en el que se trasciende los límites del dualismo lógico, pero, al mismo tiempo, se despierta un sentido interno que hace posible la visión del auténtico funcionamiento de las cosas. La intención es reproducir en el discípulo el estado de consciencia del que el koan es la expresión.Comprender el koan es participar del estado mental del maestro: "entonces tendrá lugar una zambullida en lo desconocido con el grito de: ¡ Ah, es eso ! Cuando lanzéis ese grito os habréis descubierto a vosotros mismos. Veréis al mismo tiempo que todas las enseñanzas budistas, las escrituras taoístas y los clásicos confucionistas no son más que comentarios a vuestro repentino grito de ¡ Ah, es esto ! Y esto es el satori".Se estima en unos 1.700 el número de koans, Pero en realidad sólo unos 10, o menos de 5 e incluso solamente uno es suficiente para abrir la mente a la realidad del zen. Una revelación cabal, sin embargo, se logra únicamente a través del sacrificio de la mente, sustentado por una fe y una voluntad firmes en la finalidad del zen.Un koan muy conocido es el de Sian Ien que plantea lo siguiente: "Un hombre está colgado ante el abismo sujetándose con los dientes a la rama de un árbol. Tiene los pies en el vacío y sus manos no pueden agarrarse a ningún sitio. Supongamos que otro hombre le hace esta pregunta: "¿Qué significa la venida de Bodhidharma?" Si este hombre abre la boca para responder, caerá al abismo y perderá la vida. Pero si no responde, no presta ninguna atención al que le pregunta. En ese momento crítico, ¿qué debe hacer? "Cuando se ha comprendido la importancia del koan, dice Suzuki, se ha comprendido la mitad del zen.El universo mismo, para el zen, es un gran koan, palpitante y amenazador. Cuando se comprende, todos los demás koan se resuelven por sí mismos. Es un koan que se manifiesta en cada uno, por lo tanto, basta comprender cualquiera hasta el final y el gran koan universal queda inmediatamente solucionado.SatoriCuando los mecanismos mentales llegan al estado de máxima tensión, gracias a la meditación, y con la ayuda de los koan, basta una observación o un suceso accidental (el vuelo de un pájaro, el tañido de una campana o el golpe propinado por el maestro) para desencadenar la explosión final. Este estallido súbito procede de una región interior y es lo que se conoce como satori."Nuestra consciencia normal -llamada por nosotros racional- no es más que un tipo particular de consciencia, Alrededor de ella, separada por la más fina de las membranas, existen otras posibles formas de consciencia totalmente diferentes. Podemos vivir hasta el último día de nuestras vidas sin sospechar de su existencia pero, en presencia de un estímulo conveniente, surgen en toda su perfección." (D. T. Suzuki).A diferencia de la comprensión analítica, el satori es una mirada intuitiva que penetra directamente en la naturaleza de las cosas. Abre en un instante, de forma abrupta, un campo de visión enteramente nuevo. Permite adquirir un nuevo punto de vista que penetra en la esencia de las cosas. A partir de ahí, la existencia se contempla desde una perspectiva ajena a la confusión de una mente perdida en el dualismo.Nadie puede penetrar en la verdad del zen sin lograr el satori. El satori es aquel destello repentino en la consciencia de una nueva verdad, hasta entonces inimaginada. Es una especie de catástrofe mental súbita, que ocurre después de acumular contenidos intelectuales y demostrativos. Cuando esta acumulación llega al límite de la estabilidad y el edificio se derrumba, un nuevo cielo se abre a plena vista.El satori sobreviene de improviso, cuando el hombre ha agotado todo su ser. Desde un punto de vista religioso, es un nuevo nacimiento y desde el intelectual, la adquisición de un nuevo punto de vista. El mundo aparece vestido con un ropaje nuevo que parece recubrir la deformidad del dualismo.El conocimiento obtenido por el satori es definitivo. El satori es todo el zen. Cuando no existe, no hay zen. Pero buscar el satori es perderlo; intentar trascender las limitaciones es permanecer en ellas, intentar liberarse de ellas es quedar atrapado. Es lo mismo que tener miedo de tener miedo."Todos los hombres piensan que deberían abandonar lo que les parece ilusorio y encontrar lo que es verdadero. Pero en cuanto sobreviene el satori las distinciones entre lo ilusorio y lo verdadero desaparecen". (D. T. Suzuki).El zen comienza y termina con el satori.

¿Qué es el Budismo Ch’an?...



¿Qué es el Budismo Ch’an?

El Ch’an es una tradición budista que se originó en China, la cual luego fue transmitida a Japón, donde llegó a ser conocida como Zen, el nombre con el cual estamos mas familiarizados los occidentales. La meta de ambas, el Ch’an y el Zen, es la comprensión de nuestra verdadera naturaleza y la manifestación de ésta en nuestros pensamientos, palabras y acciones cotidianos.
¿Qué es nuestra verdadera naturaleza? No es nada menos que despertar y comprender que somos Buddhas por naturaleza, la personificación de la sabiduría y la gran compasión.
El Maestro fundador de nuestra orden, el Venerable Maestro Hsing Yun, Maestro y cuadragésimo octavo Patriarca del linaje Lin-Chi de Ch’an (la escuela japonesa Rinzai), dice acerca de éste: “Ch’an es la forma abreviada de la transliteración china del término sánscrito dhyana; el cual significa contemplación tranquila. Pero describir el Ch’an no es una tarea fácil, porque el Ch’an no es algo que pueda ser expresado con palabras, tanto escritas como dichas. El lenguaje que utilizamos actualmente no puede relacionarnos con el verdadero espíritu del Ch’an, el cual está más allá de las palabras. Sin embargo, el Ch’an no puede ser dejado sin expresar.
Ch’an es vida. Al ser la vida complementada con el sabor del Ch’an, el significado de ésta podrá ser comprendido más claramente. Como dijo un poeta:
‘La luna fuera de la ventana siempre es la misma, pero luce más brillante cuando florecen los ciruelos’.
Viviendo en nuestra bulliciosa, intensa, turbulenta y caótica sociedad contemporánea, necesitamos encontrar algo que pueda tranquilizar nuestra impetuosa mente. Indudablemente, el Ch’an es tal fuerza; éste puede liberarnos de la ansiedad y de la preocupación, además de ejercer un efecto calmante en nuestras mentes y almas. El Ch’an refleja la sabiduría, el humor y la compasión. Puede prevenir la formación de pensamientos ilusorios e irritantes. Guiado por la soltura, humor, profundidad y la naturaleza liberadora del Ch’an, uno no será fastidiado por palabras poco amables, comportamientos embarazosos o recuerdos dolorosos del pasado. Éstos simplemente se desvanecerán como la bruma y el humo.
El Ch’an eleva la vida al nivel del arte. Éste manifiesta la perfección de la vida revelando la naturaleza original que yace en todo fenómeno. El (Ch’an) pertenece a cada familia y a cada ser humano. Todos necesitamos de su sabiduría, espontaneidad, libertad y ética en nuestra vida cotidiana.”

¿Cuál es el origen del Ch’an?

Se origina en la India. La leyenda dice que durante una asamblea en el Pico del Buitre, el Buddha levantó una flor y la sostuvo frente a la asamblea sin decir ni una sola palabra. Los millones de seres celestiales y humanos que estaban reunidos en ella no comprendieron lo que el Buddha quiso decir, exceptuando a Mahakasyapa, quien sonrió. Entonces, el Ch’an fue transmitido sin utilizar ninguna palabra o lenguaje escrito, fue transmitido directamente de mente a mente.
Más tarde, el Ch’an fue introducido a China. Durante la época del sexto Patriarca Hui Neng. El Ch’an floreció y se desarrolló en cinco escuelas, las cuales llegaron a ser la corriente principal del Budismo chino.

¿Cómo es practicado el Ch’an?

En la escuela Ch’an, lo más importante es la experiencia directa derivada de la práctica real y no depender del lenguaje escrito o hablado.
Uno práctica Ch’an a través de varias formas de meditación. Nuestro maestro, el Venerable Hsing Yun, proviene de la escuela Ch’an Lin-chi, la cual tiene como forma de práctica el uso del koan. Koan es una palabra o frase, la cual es utilizada como una herramienta para cultivar la conciencia y vivir la realización de nuestra naturaleza búdica. Aunque no excluye la práctica tradicional del koan, en la que el practicante tendría que meditar sobre frases como: ¿cuál era nuestro rostro original antes de ser dado a luz por uno de nuestros padres?, o ¿los perros pueden tener naturaleza búdica?, y ¿quién está recitando el nombre de Buddha?, el Venerable maestro Hsing Yun enseña la práctica integrativa y desafiante de “vida diaria”. Por consiguiente, el Ch’an implica.
a) Investigar el Ch’an a través de la duda
“En otras religiones no hay lugar para la duda, uno tiene que creer incondicionalmente. Pero el Ch’an nos incentiva a que comencemos desde la duda. Una pequeña duda lleva a una pequeña realización. Una gran duda lleva a una gran realización. Sin duda no habrá realización.
b) Buscar comprensión a través de la contemplación
”Una vez que las dudas han despertado, uno necesita contemplarlas para alcanzar la realización. La contemplación diligente y la investigación de nuestras dudas conducirán finalmente a la realización.
c) Estudiar el Ch’an preguntando
”Cuando contemplamos nuestras dudas, ya sean pequeñas o grandes, lo más importante es mantener las preguntas hasta que alcancemos la realización. Es como tratar de atrapar a un ladrón, uno tiene que perseguirlo sin tregua. Por ejemplo, al contemplar “Quién está recitando el nombre de Buddha?, uno puede preguntarse: ‘¿Es la mente la que está recitando?’, ‘¿Quién es la mente?’; ‘Si la mente soy yo, es la boca la que está recitando el nombre de Buddha; ¿no soy yo?’; ‘Si la boca soy yo, entonces, es el cuerpo el que hace prosternaciones al Buddha; ¿no soy yo?’; ‘Si el cuerpo soy yo, entonces son los ojos los que rinden respeto a la estatua del Buddha; ¿no soy yo?’. La realización final será alcanzada si uno abriga preguntas como éstas.”
d) Realizar el Ch’an a través de la experiencia personal.
“Para practicar Ch’an uno tiene que comenzar con la duda, la contemplación y el cuestionamiento, pero la etapa final y más importante es la experiencia personal del Ch’an. El Ch’an no es algo que sea dicho con palabras ni contemplado con nuestros corazones y mentes; de hecho, debemos liberarnos de todo esto para experimentar el Ch’an. La realización es un estado de la mente que no puede ser expresado con palabras. El Ch’an sólo puede ser experimentado por aquellos que la han alcanzado.
¿Alguna vez ha escuchado el murmullo de un arroyo? ¡Ése es el sonido del Ch’an!
¿Alguna vez ha observado las hojas verdes de un sauce? ¡Ése es el color del Ch’an!
¿Alguna vez ha visto el corazón de una flor de loto? ¡Ésa es la mente del Ch’an!”

Que son los Paramitas?



La palabra paramita (perfecciones), tiene la misma raiz que paramount en ingles( algo que es incomparable, insuperable, que esta mas alla, que trasciende). Los Paramitas son traducidos comunmente como perfecciones no en el sentido etico o moral, sino como algo insuperable, como un logro insuperable. De acuerdo al Budismo, existen logros mundanos y no mundanos, siendo el logro supremo, el logro insuperable, aquel de la iluminacion perfecta. La iluminacion per se es la ausencia de obstrucciones mentales y emocionales, que nos ocasionan la realizacion directa de la vacuidad, pero la iluminacion "perfecta" es el logro de eso mismo mientras la mente esta impregnada de amor y compasion ( con esto se elimina toda traza de impureza karmica por ello es perfecta iluminacion).
La manifestacion externa de este logro supremo asi como su resultado practico es la obtencion de los paramitas, que podrian ser entendidos ademas de perfecciones como realizaciones. Asi mismo, el cultivo de los paramitas crea las condiciones para acrecentar la Bodhicitta o el Amor y Compasion hacia todos los seres.
Por un lado estos paramitas son causales y son resultado. Es por ello que a medida que un ser logra avanzar en el camino del Bodhisatva alcanza estas perfecciones de manera completa. En cada uno de los actos de Dharma, esto es aquello que calma la mente, disminuye la confusion y acrecienta en merito, hay implicito alguno de estos paramitas.
Normalmente se describen seis de estos, pero algunos autores mencionan 10.
Los seis paramitas o perfecciones son simbolizados en los ornamentos del Yidam, o deidad meditacional, los aros(2), pulseras (2), tambien collar (1) y Cinturon (1), en numero de 6.
Los 10 paramitas (que incluyen los 6 basicos + 4 adicionales) estan representados en el rosario budista o Mala de 108 cuentas ( el 10 representa los 10 actos negativos y sus contrapartes y el 8, los ocho pasos del Noble Sendero Octuple. El 10 tambien hace referencia a los 10 paramitas.
Los seis paramitas son :
Dana paramita (Generosidad) Pueda yo ser generoso y servicial.
Sila paramita (Moralidad) Pueda yo ser puro y virtuoso
Ksanti paramita (Paciencia) Pueda yo ser paciente y capaz de tolerar y soportas los errores de los demas.
Virya paramita (Entusiasmo) Pueda yo ser inagotable, energetico y perseverante.
Dhyana paramita (Meditacion) Pueda yo practicar meditacion y lograr concentracion y unidad para servir a todos los seres
Prajna paramita (Sabiduria) Pueda yo obtener sabiduria y ser capaz de entregar el beneficio de mi sabiduria a los demas.

EL SERMON DE LA CONTEMPLACION DE LA MENTE...



Si alguien está determinado a alcanzar la iluminación, ¿cuál es el método más esencial que puede practicar?El método más esencial, que incluye todos los demás métodos, es la contemplación de la mente.
¿Pero cómo un método puede incluir todos los demás?La mente es la raíz de la que crecen todas las cosas. Si puedes llegar a comprender la mente, todo lo demás está incluido. Es como la raíz de un árbol. Todos los frutos, flores, ramas y hojas del árbol dependen de su raíz. Si alimentas su raíz, el árbol se multiplica. Si cortas la raíz, muere. Aquellos que comprenden la mente alcanzan la iluminación. Aquellos que no comprenden la mente practican en vano. Todo lo bueno y lo malo proviene de tu propia mente. Encontrar algo más allá de la mente es imposible.

¿Pero cómo contemplar la mente puede llamarse comprensión?.Cuando un gran bodhisattva ahonda profundamente en la perfecta sabiduría, comprueba que los cuatro elementos y las cinco sombras carecen de un yo personal. Y comprende que la actividad de su mente cuenta con dos aspectos: puro e impuro. A causa de su naturaleza, ambos estados mentales están siempre presentes. Se alternan como causa o efecto dependiendo de las condiciones, la mente pura se complace en las buenas acciones, la impura piensa en el mal. Aquellos que no son afectados por la impureza son sabios. Trascienden el sufrimiento y experimentan el gozo del nirvana. Todos los demás, atrapados por la mente impura y enredados en su propio karma, son mortales. Vagan por los tres reinos y sufren incontables aflicciones, y todo porque su mente impura oscurece su ser real.
El Sutra de las Diez Etapas dice: "En el cuerpo de los mortales está la indestructible naturaleza búdica. Como el sol, su luz llena el espacio ilimitado. Pero una vez que es velado por las oscuras nubes de las cinco sombras es como una luz en el interior de una tinaja, oculta de la vista". Y el Sutra del Nirvana dice: "Todos los mortales cuentan con naturaleza búdica. Pero se halla cubierta por la oscuridad de la que no pueden escapar. Nuestra naturaleza búdica es conocimiento: conocer y hacer que otros conozcan a otros. Realizar el conocimiento es la liberación". Todo lo bueno tiene su raíz en este conocimiento. Y de esta raíz nace el árbol de todas las virtudes y el fruto del nirvana. Contemplar la mente así es comprender.
Dices que nuestra naturaleza búdica y todas las virtudes tienen su raíz en este conocimiento. ¿Pero cual es la raíz de la ignorancia?La mente ignorante, con sus innumerables aflicciones, pasiones y maldades, está enraizada en los tres venenos: codicia, odio y pensamiento ilusorio. Estos tres estados mentales venenosos incluyen ilimitadas maldades, como los árboles que cuentan con un sólo tronco pero con innumerables ramas y hojas. Pero cada veneno produce tantos millares de males que apenas sirve compararlo con un árbol.
Los tres venenos están presentes en nuestros seis órganos de los sentidos como seis clases de conciencia, o ladrones. Son llamados ladrones porque penetran a través de las puertas de los sentidos, codician ilimitadas posesiones, se ocupan en el mal y enmascaran su auténtica identidad. Y como los mortales engañados en cuerpo y mente por esos venenos o ladrones, se pierden en la vida y la muerte, vagando a través de los seis estados de existencia, sufriendo incontables aflicciones. Estas aflicciones son como ríos que recorren miles de kilómetros a causa del flujo constante de pequeños manantiales. Pero si alguien corta su fuente, los ríos se secan. Y si alguien que busca a liberación puede convertir los tres venenos en los tres conjuntos de preceptos y a los seis ladrones en seis paramitas, se liberará de la aflicción de una vez para siempre.
Pero los tres reinos y los seis estados de existencia son infinitamente vastos. ¿Cómo podemos escapar de sus aflicciones ilimitadas si todo lo que hacemos es contemplar la mente?El karma de los tres reinos proviene sólo de la mente. Si tu mente no está en los tres reinos entonces está más allá de ellos. Los tres reinos corresponden a los tres venenos: la codicia corresponde al reino del deseo, el odio al reino de la forma y el pensamiento ilusorio al reino de la no forma. Y como el karma creado por los tres venenos puede ser benévolo o pesado, estos tres reinos se hallan a su vez subdivididos en seis lugares conocidos como los seis estados de existencia.
¿Y en qué se diferencia el karma de estos seis estados?Los mortales que no comprenden la verdadera práctica y ciegamente llevan a cabo buenos actos nacen en los tres estados de existencia más elevados, en el interior de los tres reinos. ¿Y cuáles son esos tres elevados estados? Aquellos que ciegamente llevan a cabo los diez buenos actos y buscan neciamente la felicidad nacen como dioses en el reino del deseo. Aquellos que ciegamente observan los cinco preceptos y se abandonan tontamente al amor y al odio nacen como hombres en el reino del odio. Y aquellos que ciegamente se aferran al mundo fenoménico, creen en falsas doctrinas y rezan en busca de bendiciones, nacen como demonios en el reino de la ignorancia. Estos son los tres elevados estados de existencia.
¿Y cuáles son los estados inferiores? Son aquellos en los que nacen los que persisten en pensamientos envenenados y actos malignos. Aquellos cuyo karma procedente de la codicia es mayor se convierten en espíritus ávidos. Aquellos cuyo karma procedente del pensamiento ilusorio es mayor sufren en el infierno. Y aquellos cuyo karma proveniente del odio es mayor se convierten en bestias. Estos tres estados inferiores junto con los anteriores más elevados conforman los seis estados de existencia. Por ello deberás comprender que todo karma, doloroso o de otro tipo, proviene de tu propia mente. Si puedes concentrar tu mente y trascender su falsedad y maldad, el sufrimiento de los tres reinos y de los seis estados de existencia desaparecerá automáticamente. Y una vez liberado del sufrimiento, serás verdaderamente libre.
Pero el Buda dijo.- "Sólo tras experimentar innumerables infortunios durante tres kalpas asankhya alcancé la iluminación". ¿Por qué dices ahora que simplemente contemplar la mente y vencer los tres venenos es la liberación?Las palabras del Buda son ciertas. Pero las tres kalpas asankhya se refieren a los tres estados envenenados de la mente. Lo que en sánscrito denominan asankhya tú lo denominas incontables. En esos tres estados envenenados de la mente hay incontables pensamientos malignos. Y cada pensamiento dura una kalpa. Esa infinidad es a la que el Buda se refiere mediante las tres kalpas asankhya.
Una vez que tu yo real se ve oscurecido por los tres venenos, ¿cómo se te puede llamar liberado si no hasta que venzas sus incontables pensamientos malignos? De aquellos que pueden transformar los tres venenos de codicia, odio e ignorancia en las tres liberaciones se dice que han pasado a través de las tres kalpas asankhya. Pero la gente de esta Era final son los necios más pertinaces. No entienden lo que el Tathagata quería decir con las tres kalpas asankhya. Dicen que la iluminación sólo se alcanza tras innumerables kalpas y por ello hacen que los discípulos se aparten del sendero de la budeidad.
Pero los grandes budas sólo alcanzaron la iluminación mediante la observación de los tres grupos de preceptos y practicando las seis paramitas. Ahora dices a los discípulos que únicamente contemplen la mente. ¿Cómo puede nadie alcanzar, la iluminación sin cultivar las reglas de disciplina?Los tres grupos de preceptos son para vencer los tres estados venenosos de la mente. Cuando vences esos venenos, creas tres grupos de ilimitada virtud. Un grupo reúne las cosas; en este caso, los incontables buenos pensamientos de tu mente. Y las seis paramitas son para purificar los seis sentidos. Lo que llamamos paramitas tú lo llamas medios hacia la otra orilla. Al purificar tus seis sentidos del polvo de la sensación, las paramitas te transportan a través del Río de la Aflicción hasta la Orilla de la Iluminación.
Según los sutras, los tres grupos de preceptos son.- "Prometo poner fin a todo mal. Prometo cultivar todas las virtudes. Y prometo liberar a todos los seres". Pero ahora dices que sólo son para controlar los tres estados venenosos de la mente. ¿No es eso lo contrario de lo que dicen las escrituras?Los sutras del Buda son verdad. Pero hace mucho tiempo, cuando ese gran bodhisattva cultivaba la semilla de la iluminación realizó los tres votos para contrarrestar los tres venenos. Al practicar prohibiciones morales para contrarrestar el veneno de la codicia, prometió poner fin a todo mal. Al practicar la meditación para contrarrestar el veneno del odio, prometió cultivar todas las virtudes. Y al practicar la sabiduría para contrarrestar el veneno de la ignorancia, prometió liberar a todos los seres. Como perseveró en estas tres prácticas puras de moralidad, meditación y sabiduría, fue capaz de vencer los tres venenos y alcanzar la iluminación. Al vencer los tres venenos barrió todo lo pecaminoso y puso fin a la maldad. Al observar los tres grupos de preceptos no hizo más que el bien y por ello cultivó la virtud. Y al poner fin al mal y cultivar la virtud consumó todas las prácticas, beneficiándose él mismo así como a otros y rescatando a los mortales en todas partes. Así es como liberó a los seres.
Debes comprender que la práctica que cultivas no existe separada de tu mente. Si tu mente es pura, todas las tierras búdicas son puras. Se dice en los sutras: "Si sus mentes son impuras, los seres son impuros. Si sus mentes son puras, los seres son puros". Y: "Para alcanzar una tierra búdica, purifica tu mente. Según se va purificando tu mente, las tierras búdicas se van haciendo puras". Así pues, al vencer los tres estados envenenados de la mente los tres grupos de preceptos se cumplen automáticamente.
Pero en los sutras se dice que las seis patamitas son caridad, moralidad, paciencia, devoción, meditación y sabiduría. Ahora dices que las paramitas hacen referencia a la purificación de los sentidos. ¿Qué quieres decir con ello? ¿Y por qué se les llama las balsas?Cultivar las paramitas significa purificar los seis sentidos venciendo a los seis ladrones. Expulsando al ladrón del ojo mediante el abandono del mundo visual, es caridad. Excluyendo al ladrón del oído no escuchando los sonidos, es moralidad. Humillar al ladrón del olfato igualando todos los olores como neutros es paciencia. Controlar al ladrón de la boca conquistando los deseos del gusto, la alabanza y la justificación es devoción. Dominar al ladrón del cuerpo permaneciendo impasible a las sensaciones del tacto es meditación. Y domar al ladrón de la mente no cayendo en el pensamiento ilusorio mediante la práctica de la atención es sabiduría. Estas seis paramitas son transportes. Como barcas o balsas que transportan a los seres a la otra orilla. Por ello se las llama balsas.
Pero cuando Shakyamuni era un bodhisattva consumió tres cuencos de leche y seis cazos de gachas antes de alcanzar la iluminación. Si tuvo que beber leche antes de poder degustar el fruto de la budeidad, ¿cómo puede la simple contemplación de la mente tener como resultado la liberación?Lo que dices es cierto. Así es como él alcanzó la liberación. Tuvo que beber leche antes de convertirse en un buda. Pero hay dos clases de leche. La que bebió Shakyamuni no era la impura leche ordinaria sino la pura leche del Dharma. Los tres cuencos eran los tres grupos de preceptos. Y los seis cucharones eran las seis paramitas. Shakyamuni alcanzó la liberación porque bebió la pura leche del Dharma y probó el fruto de la budeidad. Decir que el Tathagata bebió el mundano y apestoso brebaje de la leche de vaca es la mayor de las calumnias. Lo que es verdadero, el indestructible e imparcial cuerpo del Dharma, permanece siempre libre de las aflicciones mundanas. ¿Cómo iba a necesitar leche impura para satisfacer su hambre o su sed?
Se dice en los sutras: "Este buey vive en las tierras altas o en las llanuras. No come grano ni paja y no pace con vacas. El cuerpo de este buey es de oro bruñido". El buey hace referencia a Vairocana. Debido a su gran compasión por todos los seres, del interior de su cuerpo dhármico produce la sublime leche dhármica de los tres grupos de preceptos y las seis paramitas, a fin de alimentar a aquellos que buscan la liberación. La pura leche de un buey de tal pureza no sólo permitió alcanzar la budeidad al Tathagata sino que también permite que cualquier ser que la beba alcance la insuperable y completa iluminación.
En los sutras el Buda dice a los mortales que pueden alcanzar la iluminación llevando a cabo actos tan meritorios como construir monasterios, forjar imágenes, quemar incienso, esparcir flores, encender lámparas eternas, practicar los seis períodos del día y de la noche, caminar alrededor de estupas, observando ayunos y venerando. Pero si contemplar la mente incluye todas las demás prácticas, entonces llevar a cabo obras de este tipo resulta redundante.Los sutras del Buda contienen numerosas metáforas. Como los mortales poseen mentes superficiales y no comprenden nada profundo, el Buda utilizó lo tangible para representar lo sublime. Quienes buscan bendiciones concentrándose en obras externas en lugar de cultivar lo interno tratan de conseguir lo imposible.
Lo que llamas un monasterio nosotros lo llamamos un sangharama, un lugar de pureza. Pero cualquiera que niegue la entrada a los tres venenos y mantenga puras las puertas de sus sentidos, su cuerpo y mente inmóvil, limpio por fuera y por dentro, construye un monasterio.
Forjar imágenes se refiere a todas las prácticas cultivadas por aquellos que buscan la iluminación. La sublime forma del Tathagata no puede ser representada por el metal. Aquellos que buscan la iluminación ven su cuerpo como el horno, el Dharma como el fuego, la sabiduría como la artesanía y los tres grupos de preceptos y las seis paramitas como el molde. Funden y refinan la verdadera naturaleza búdica en su interior y la vierten en el molde formado por las reglas de disciplina. Actuando de conformidad con la enseñanza del Buda, crean una perfecta semejanza de manera natural. El cuerpo eterno y sublime no está sujeto a las condiciones ni al deterioro. Si buscas la Verdad pero no sabes cómo conseguir una verdadera semejanza, ¿qué utilizarás en su lugar?
Y quemar incienso no significa incienso material ordinario sino el incienso del Dharrna intangible, cuyo perfume aparta la inmundicia, la ignorancia y los actos maliciosos. Existen cinco clases de dicho incienso dhármico. El primero es el incienso de la moralidad, que quiere decir renunciar al mal y cultivar la virtud. El segundo es el incienso de la meditación, que significa creer profundamente en el Mahayana con resolución fuera de dudas. El tercero es el incienso de la sabiduría, que es contemplar cuerpo y mente, dentro y fuera. El cuarto es el incienso de la liberación, que significa cortar los lazos de unión con la ignorancia. Y el quinto es el incienso del perfecto conocimiento, que es permanecer siempre consciente y sin obstrucciones. Estos cinco inciensos son de la clase más preciosa y muy superiores a cualquier cosa que pueda ofrecer el mundo.Cuando el Buda estaba en el mundo, dijo a sus discípulos que encendiesen tan preciados inciensos con el fuego del conocimiento como ofrenda a los budas de las diez direcciones. Pero la gente de hoy en día no comprende el verdadero sentido de las palabras del Tathagata. Sólo utilizan una llama ordinaria para encender incienso material de sándalo o de otros tipos y rezar en busca de bendiciones futuras que nunca llegan.
Lo mismo vale en cuanto a lo de esparcir flores. Se refiere a hablar el Dharma, a esparcir flores de virtud, a fin de beneficiar a los demás y glorificar al yo real. Esas son las flores de virtud alabadas por el Buda, que duran para siempre sin marchitarse. Y cualquiera que esparza flores de ese tipo recibirá infinitas bendiciones. Si piensas que el Tathagata se refería a que la gente dañase las plantas cortando sus flores, estás equivocado. Aquellos que observan los preceptos no perjudican ninguna de la miríada de formas de cielos y tierra. Si hieres algo por error sufres por ello. Pero aquellos que rompen los preceptos intencionadamente, hiriendo a lo vivo en pos de futuras bendiciones, todavía sufren más. ¿Cómo pueden dejar que esas posibles bendiciones se conviertan en penas?
La lámpara eterna representa el perfecto conocimiento. Comparando la iluminación de la conciencia con la de la lámpara, aquellos que buscan la liberación ven su cuerpo como la lámpara, su mente como la mecha, la disciplina como el aceite y el poder de la sabiduría como la llama. Al alumbrar esta lámpara de perfecta conciencia disipan toda oscuridad e ignorancia. Y al traspasar este Dharma otros son capaces de usar una lámpara para encender otras miles. Y como esas lámparas encienden a su vez un número incontable de ellas, su luz permanece para siempre.
Hace mucho tiempo hubo un buda llamado Dipamkara, o el que enciende la lámpara. Este era el significado de su nombre. Pero los necios no comprenden las metáforas del Tathagata. Persistiendo en su pensamiento ilusorio y aferrándose a lo tangible, encienden lámparas de aceite vegetal ordinario y piensan que iluminando los interiores de edificios sigue la enseñanza del Buda. ¡Qué tontería! La luz liberada por el bucle entre las cejas de un buda puede iluminar ilimitados mundos. Una lámpara de aceite no sirve de nada. ¿O es que piensas lo contrario?
Practicar los seis períodos del día y de la noche significa cultivar constantemente la iluminación entre los seis sentidos y perseverar en cada forma de conciencia. Nunca relajar el control sobre los seis sentidos, eso es lo que significan los seis períodos.
Y en cuanto a caminar alrededor de estupas, la estupa es tu cuerpo y mente. Cuando tu conciencia da vueltas alrededor de tu cuerpo y de tu mente sin detenerse, eso es lo que se llama caminar alrededor de una estupa. Los sabios de la antigüedad siguieron ese sendero hacia el nirvana, pero la gente de hoy en día no comprende lo que eso significa. En lugar de mirar hacia el interior insisten en mirar hacia fuera. Utilizan sus cuerpos materiales para caminar alrededor de estupas materiales. Y persisten en ello día y noche, cansándose en vano y no por ello acercándose más a su yo real.
Lo mismo reza en cuanto a observar ayunos. No es de ninguna utilidad a menos que se comprenda lo que realmente quiere decir. Ayunar significa regular. Regular el cuerpo y la mente de manera que no se distraigan ni perturben. Y observar significa sostener las reglas de disciplina según el Dharma. Ayunar significa guarecerse de las seis atracciones del exterior y de los tres venenos interiores y esforzarse mediante la contemplación en purificar el cuerno y la mente.
Ayunar también incluye los cinco tipos de alimento. Primero está el deleite en el Dharma. Este es el deleite que proviene de actuar de acuerdo con el Dharma. El segundo es la armonía en meditación. Es la armonía del cuerno y la mente que provienen de ver a través de sujeto y objeto. El tercero es la invocación, la invocación de los budas tanto con la boca como con la mente. El cuarto es la resolución, resolución para mantenerse en la virtud mientras se camina, se está de pie, sentado o echado. Y el quinto es liberación, la liberación de tu mente de la contaminación mundana. Estos son los cinco tipos de alimentos del ayuno. A menos que una persona coma estos cinco puros alimentos, se equivoca si piensa que ayuna.
También, una vez que se deja de comer el alimento de la ignorancia, se rompe el ayuno si vuelve a tocarse. Y una vez que se rompe no se consigue ninguna bendición por ello. El mundo está lleno de personas ignorantes que no lo ven así. Abandonan su cuerpo y su mente a toda clase de maldades. Dan rienda suelta a sus pasiones sin ninguna vergüenza y cuando dejan de comer alimentos ordinarios a eso lo llaman ayuno. Qué absurdo!
Lo mismo ocurre con la veneración. Tienes que entender el significado de adaptarse a las condiciones. Los medios incluyen la acción y la no acción. Quien así lo entienda sigue el Dharma. Veneración significa reverencia y humildad. Quiere decir reverenciar tu verdadero yo y humillar la ignorancia. Si puedes barrer los malos deseos y albergar buenos pensamientos, aunque no sea aparente, es veneración. Esta forma es su forma real.
El Señor quiso que la gente pensase en veneración como en expresar humildad y templar la mente. Así que les dijo que postrasen sus cuerpos para mostrar su reverencia, para dejar que lo externo expresase lo interno, para armonizar esencia y forma. Aquellos que fracasan en cultivar el significado interno y en lugar de ello se concentran en la expresión externa nunca dejan de abocarse a la ignorancia, el odio y el mal mientras se cansan sin beneficio alguno. Pueden engañar a otros con posturas, permanecer aparentemente carentes de vergüenza ante los sabios y presumidos, ante los mortales, pero nunca escaparán a la Rueda, y mucho menos conseguirán ningún mérito.
Pero en el Sutra de la Casa de Baños se dice. "Al contribuir a que los monjes puedan bañarse, la gente recibe ilimitadas bendiciones". Ello puede aparecer como un ejemplo de práctica externa que alcanza mérito. ¿Cómo puede esto relacionarse con contemplar la mente?Aquí, el baño de los monjes no se refiere al lavado de algo tangible. Cuando el Señor predicó el Sutra de la Casa de Baños, quiso que sus discípulos recordasen el Dharma del lavado. Así que utilizó una preocupación cotidiana para ocultar su verdadero significado, que expresó en su explicación del mérito resultante de las siete ofrendas. De estas siete, la primera es agua clara, la segunda fuego, la tercera jabón, la cuarta amento de sauce, la quinta cenizas puras, la sexta ungüento y la séptima la prenda interior. Utilizó estas siete ofrendas para representar las otras siete cosas que limpian y realzan a un persona al eliminar el pensamiento ilusorio y la inmundicia de una mente envenenada.
La primera de las siete es moralidad, que limpia los excesos como el agua clara limpia la suciedad. La segunda es sabiduría, que penetra sujeto y objeto, al igual que el fuego calienta el agua. La tercera es discriminación, que se deshace de las malas prácticas, igual que el jabón deshace la mugre. La cuarta es honestidad, que purga los pensamientos ilusorios, al igual que masticar amento de sauce purifica la respiración. La quinta es verdadera fe. que disuelve toda duda, como el frotarse el cuerpo con cenizas previene la enfermedad. La sexta es paciencia, que vence la resistencia y desgracia, al igual que el ungüento suaviza la piel. Y la séptima es la vergüenza, que repara los malos actos, al igual que la prenda interior cubre un cuerpo feo. Estas cinco ofrendas representan el significado real del sutra. Cuando pronunció este sutra, el Tathagata hablaba a seguidores claridiventes del Mahayana, no a los estrechos de miras. No resulta sorprendente que la gente de hoy en día no lo comprenda.
La casa de baño es el cuerpo. Cuando enciendes el fuego de la sabiduría, calientas el agua pura de los preceptos y bañas la verdadera naturaleza búdica que hay en ti. Manteniendo estas siete prácticas aumentas tu virtud. Los monjes de aquella época eran perceptivos y comprendieron el significado del Buda. Siguieron su enseñanza, perfeccionaron su virtud y probaron el fruto de la budeidad. Pero la gente de hoy en día no puede ni imaginar esas cosas. Utilizan agua ordinaria para limpiar un cuerpo físico y piensan que siguen el sutra, pero están equivocados.
Nuestra verdadera naturaleza búdica carece de forma. Y el polvo de la aflicción no tiene forma. ¿Cómo puede la gente utilizar agua ordinaria para limpiar un cuerpo intangible? No es así. ¿Cuándo despertarán? Para limpiar un cuerpo así tienes que contemplarlo. Cuando las impurezas y la inmundicia aparecen como fruto del deseo, se multiplican hasta que te cubren por dentro y por fuera. Pero si tratas de limpiarte ese cuerpo, deberás frotar hasta que casi desaparezca para que esté limpio. Por ello debes comprender que lavar algo externo no es lo que quería decir el Buda.
En los sutras se dice que quien invoque de todo corazón al Buda tiene asegurado renacer en el Paraíso Occidental. Como esa puerta conduce a la budeidad, ¿por qué buscar la liberación en la contemplación de la mente?Si vas a invocar al Buda deberás hacerlo bien. A menos que comprendas lo que significa invocar te estarás equivocando. Y si te equivocas nunca irás a ninguna parte.
Buda significa conciencia, conciencia de cuerpo y mente que previene que el mal aparezca en ninguno de ellos. E invocar significa recordar, recordar constantemente las reglas de disciplina y seguirlas con todas tus fuerzas. Esto es lo que significa invocar. Invocar tiene que ver con pensar y no con el lenguaje. Si utilizas una trampa para atrapar un pez, una vez que logras el éxito puedes olvidar la trampa. Si utilizas el lenguaje para encontrar el significado, una vez que lo has hallado puedes olvidarte del lenguaje.
Al invocar el nombre del Buda tienes que entender el Dharma de invocar. Si no está presente en tu mente, tu boca cantará un nombre vacío. Mientras estés afligido por los tres venenos o por pensamientos sobre ti mismo, tu mente ignorante te incapacitará para ver al Buda y sólo malgastarás tu esfuerzo. Cantar e invocar son mundos diferentes. El cantar se hace con la boca; el invocar con la mente. Y como invocar proviene de la mente, se llama la puerta de la conciencia. Cantar está centrado en la boca y aparece como sonido. Si te aferras a las apariencias, mientras buscas el significado no encontrarás nada. Así pues, los sabios del pasado cultivaron la instrospección y no la palabra.
Esta mente es fuente de todas las virtudes. Y esta mente domina todos los poderes. La eterna bienaventuranza del nirvana proviene de la mente tranquila. Renacer en uno de los tres reinos también proviene de la mente. La mente es la puerta de todos los mundos y la mente es el vado hacia la otra orilla. Aquellos que saben dónde está la puerta no se preocupan por alcanzarla. Aquellos que saben dónde está el vado no se preocupan por cruzarlo.
La gente que encuentro en la actualidad es superficial. Piensan en el mérito como en algo que tiene forma. Derrochan su riqueza y matan criaturas del mar y de la tierra. Neciamente se preocupan en erigir imágenes y estupas, haciendo que la gente amontone leña y ladrillos, para pintar este azul o aquel verde. Abusan del cuerpo y de la mente, se hieren a sí mismos y engañan a otros. Y no saben lo suficiente como para avergonzarse. ¿Cómo podrán nunca iluminarse? Ven algo tangible e inmediatamente se aferran a ello. Si les hablas acerca de la carencia de forma se sientan, aturdidos y confusos. Ávidos de los pequeños placeres de este mundo, permanecen ciegos a los grandes sufrimientos que están al llegar. Tales discípulos se consumen en vano. Desviándose de la verdad y abocándose a lo falso, no hablan sino de futuras bendiciones.
Si puedes simplemente concentrar la luz interior de tu mente y contemplar su iluminación exterior, disiparás los tres venenos y ahuyentarás a los seis ladrones de una vez para siempre. Y sin esfuerzo tomarás posesión de un infinito número de virtudes, perfecciones y puertas hacia la verdad. Ver a través de lo mundano y contemplar lo sublime cuesta menos que un parpadeo. La realización es ahora. ¿Para qué preocuparse del cabello gris? Pero la verdadera puerta está escondida y no puede ser revelada. Sólo la he rozado contemplando la mente.

Buddha predicó el: Sutra de Amita...


Plegaria para la Ofrenda de incienso
El incienso arde en los incensarios,
se difunde su fragancia en el reino del Dharma.
Todos los Buddhas de la asamblea, extensa como el mar,
lo perciben a lo lejos.
Las nubes que se forman son auspiciosas,
mientras pedimos con un corazón sincero y honesto,
que todos los Buddhas se manifiesten.

Homenaje al Bodhisattva Mahasattva Pabellón de Nubes de Incienso. (3 veces)

Verso de Apertura de Sutras
El Dharma insuperable, profundo,
insondable, sutil y maravilloso,
es difícil de hallar aun en cientos de miles
de millones de períodos cósmicos.
Yo ahora lo veo, lo oigo, lo encuentro,
lo recibo y conservo.
Hago el voto de comprender el sentido
real y verdadero del (la enseñanza) Tathagata.

Buddha Predicó el Sutra de Amita

Tal yo he oído *. En cierto tiempo, Buddha moraba en Sravasti, en la Arboleda de Jeta, en el parque de Anathapindika (Bienechor de huérfanos y desamparados) *, con una gran asamblea de mil doscientos cincuenta bhikshus. Todos ellos grandes arhats, conocidos y reconocidos por todos. Los ancianos* Shariputra, Mahamaudgalyayana, Mahakashyapa, Mahakatyayana, Mahakaushthila, Revata, Shuddhipanthaka, Nanda, Ananda, Rahula, Gavampati, Pindolabharadvaja, Kalodayin, Mahakapphina, Vakkula, Aniruddha y otros como ellos; todos grandes discípulos. Junto con los Bodhisattvas Mahasattvas *: Manjushri –Príncipe del Dharma–, el Bodhisattva Ajita, el Bodhisattva Gandhahastin, el Bodhisattva Nityodyukta y otros semejantes, todos grandes Bodhisattvas; y con Shakra *, el principal entre los dioses, y grandes multitudes ilimitadas de todos los cielos.
En aquel tiempo, Buddha dijo al Anciano Shariputra: “Desde aquí hacia el Oeste, atravesando decenas de millones de tierras de buddha, existe un mundo llamado ‘Suprema Felicidad *’. En esa tierra hay un Buddha llamado Amita, quien ahora está predicando el Dharma.
Shariputra. ¿Por qué esa tierra se llama ‘Suprema Felicidad’?
En aquél país no hay seres que sufran, los seres sólo gozan de toda clase de felicidad, por eso se llama ‘Suprema Felicidad’. Además, Shariputra, la Tierra de Suprema Felicidad está completamente rodeada por siete filas de barandas, siete cortinajes de redes decorativas y siete hileras de árboles, todos formados de los cuatro tesoros. Por eso, aquél país se llama Suprema Felicidad.
Además, Shariputra, la Tierra de Suprema Felicidad tiene estanques hechos de las siete joyas, llenos con agua de las ocho cualidades meritorias.
El fondo de los estanques es puro, cubierto con arena de oro. En los cuatro lados hay escaleras de oro, plata, lapislázuli y cristal. Arriba hay pabellones adornados con oro, plata, lapislázuli, cristal, nácar, perlas rojas y ágatas. Estos adornos son así de meritorios.
En los estanques hay flores de loto grandes como ruedas de carruaje: verdes que irradian luz verde, amarillas que irradian luz amarilla, rojas que irradian luz roja y blancas que irradian luz blanca. Son sutiles y maravillosas, perfumadas y puras.
Shariputra, la Tierra de Suprema Felicidad está realizada majestuosamente de ese modo meritorio.
Además, Shariputra, en aquella tierra de Buddha permanentemente se ejecuta música celestial y el suelo es de oro. Durante los seis períodos del día y de la noche cae una lluvia celestial de flores mandarava.
En aquella tierra, por la clara mañana, los seres utilizan sacos para recoger las maravillosas flores, para ofrendarlas a decenas de millones de Buddhas de otras direcciones. A la hora de comer regresan a su país, y luego de comer, pasean.
Shariputra, la Tierra de Suprema Felicidad está realizada majestuosamente de ese modo meritorio.
Además, Shariputra, en aquél país hay siempre toda clase de aves maravillosas de variados colores: grullas blancas, pavos reales, loros, garzas reales, kalavinkas y aves de dos cabezas. Estas bandadas de aves, durante los seis períodos del día y de la noche, emiten sonidos armoniosos y elegantes. Estos sones proclaman claramente las cinco raíces, los cinco poderes, los siete factores de la Bodhi, las ocho divisiones del sendero de los sabios y otros Dharmas semejantes a estos.
Al oir esos sones, los seres de aquella tierra son plenamente conscientes del Buddha, del Dharma y del Sangha.
Shariputra, no digas que estas aves han nacido así como retribución por sus faltas. ¿Por qué? En aquella tierra de buddha no existen los tres malos caminos.
Shariputra, si en aquella tierra de buddha no existen los nombres de las malos caminos, ¡cómo podrían existir estos en realidad!
Estas bandadas de aves fueron creadas por transformación por el Buddha Amita, deseando difundir extensamente el son del Dharma.
Shariputra, en aquella tierra de buddha sopla una ligera brisa, que agita las hileras de árboles y redes enjoyados, produciendo sonidos sutiles y maravillosos, como si se tocaran cientos de miles de acordes musicales a un mismo tiempo. Estos sones hacen que naturalmente (quienes los escuchan) sean plenamente conscientes del Buddha, del Dharma y del Sangha.
Shariputra, aquella tierra de buddha está realizada majestuosamente de ese modo meritorio.
Shariputra. ¿Tú qué piensas? ¿Por qué aquél Buddha se llama Amita?
Shariputra, el brillo de aquél Buddha es ilimitado, ilumina las tierras de las diez direcciones sin ningún impedimento. Por eso se llama Amitabha (Luz Infinita).
Además, Shariputra, la duración de la vida de aquél Buddha y la de su pueblo se extienden por inconmensurables e ilimitados asamkhyeya kalpas. Por eso se llama Amitayus (Vida Infinita).
Shariputra, Amita alcanzó la Budeidad hace diez kalpas. Además, Shariputra, aquél Buddha tiene inconmensurables e ilimitados shravakas, todos arhats; un número incalculable que no se podría conocer. Así de numerosa es también la asamblea de Bodhisattvas.
Shariputra, aquella tierra de Buddha está realizada majestuosamente de ese modo meritorio.
Más aún, Shariputra, todos los seres vivientes nacidos en la Tierra de Suprema Felicidad son avaivarticas. Entre ellos hay muchos que pueden alcanzar en esa vida la Budeidad. Su número es extremadamente grande, no pudiendo ser conocido mediante el cálculo, sólo podría expresarse en términos de inconmensurables e ilimitados asamkhyeya kalpas.
Shariputra, quienes escuchen esto deberían realizar el voto: “Deseo nacer en aquél país”. ¿Por qué? Porque de ese modo lograrían reunirse con todas las personas superiores y buenas en ese lugar.
Shariputra, no se puede obtener el renacimiento en aquél país con pocas buenas raíces, bendiciones, virtudes y conexiones causales.
Shariputra, si un buen hombre o una buena mujer escucha decir “Buddha Amitabha” y sostiene firmemente su nombre, ya sea, un día, dos días, tres días, cuatro días, cinco días, seis días o siete días, sinceramente y sin distracción, cuando se acerque el fin de su vida, el Buddha Amita y todos los seres santos aparecerán en ese momento frente a esa persona. Al llegar su fin, con su mente libre de confusión, renacerá inmediatamente en la Tierra de Suprema Felicidad del Buddha Amita.
Shariputra, veo este beneficio, por eso digo estas palabras: si existen seres vivientes que escuchen estas palabras, es necesario que hagan el voto: “Renaceré en aquella Tierra”.
Shariputra, así como yo ahora alabo el inconcebible beneficio de los méritos y virtudes del Buddha Amita, en los mundos de Oriente también lo hacen el Buddha Akshobhya, el Buddha Merudhvaja, el Buddha Mahameru, el Buddha Meruprabhasa, el Buddha Sughosa y Buddhas semejantes a estos, numerosos como las arenas del río Ganges. Cada uno en su tierra muestra la apariencia de una vasta y larga lengua que cubre por entero los tres mil grandes mundos y dice las palabras sinceras y verdaderas:
“Es necesario que todos ustedes, seres vivientes, crean y alaben el inconcebible mérito y virtud de este Sutra cuya recitación (atenta) es protegida por todos los Buddhas”.
Shariputra, en los mundos del Sur están el Buddha Candrasuryapradipa, el Buddha Yasahprabha, el Buddha Maharciskamdha, el Buddha Merupradipa, el Buddha Arantavirya y Buddhas semejantes a estos, numerosos como las arenas del río Ganges. Cada uno en su tierra muestra la apariencia de una vasta y larga lengua que cubre por entero los tres mil grandes mundos y dice las palabras sinceras y verdaderas:
“Es necesario que todos ustedes, seres vivientes, crean y alaben el inconcebible mérito y virtud de este Sutra cuya recitación (atenta) es protegida por todos los Buddhas”.
Shariputra, en los mundos de Occidente están el Buddha Amitayus, el Buddha Amitaskamdha, el Buddha Amitadhavaja, el Buddha Mahaprabha, el Buddha Maharasmiprabha, el Buddha Maharatnaketu, el Buddha Suddharasmi y Buddhas semejantes a estos, numerosos como las arenas del río Ganges. Cada uno en su tierra muestra la apariencia de una vasta y larga lengua que cubre por entero los tres mil grandes mundos y dice las palabras sinceras y verdaderas:
“Es necesario que todos ustedes, seres vivientes, crean y alaben el inconcebible mérito y virtud de este Sutra cuya recitación (atenta) es protegida por todos los Buddhas”.
Shariputra, en los mundos del Norte están el Buddha Maharciskamdha, el Dumdubhisvaranirghosa el Buddha Duspradharsa, el Buddha Adityasambhava, el Buddha Jalemiprabha y Buddhas semejantes a estos, numerosos como las arenas del río Ganges. Cada uno en su tierra muestra la apariencia de una vasta y larga lengua que cubre por entero los tres mil grandes mundos y dice las palabras sinceras y verdaderas:
“Es necesario que todos ustedes, seres vivientes, crean y alaben el inconcebible mérito y virtud de este Sutra cuya recitación (atenta) es protegida por todos los Buddhas”.
Shariputra, en los mundos de abajo (nadir), están el Buddha Simha, el Buddha Yasas, el Buddha Yasahprabha, el Buddha Dharma, el Buddha Dharmadhvaja, el Buddha Dharmadhara y Buddhas semejantes a estos, numerosos como las arenas del río Ganges. Cada uno en su tierra, muestra la apariencia de una vasta y larga lengua que cubre por entero los tres mil grandes mundos y dice las palabras sinceras y verdaderas:
“Es necesario que todos ustedes, seres vivientes, crean y alaben el inconcebible mérito y virtud de este Sutra cuya recitación (atenta) es protegida por todos los Buddhas”.
Shariputra, en los mundos de arriba (cenit) están el Buddha Brahmaghosa, el Buddha Naksatraraja, el Buddha Gamdhottama, el Buddha Gamdhaprabhasa, el Buddha Maharciskamdha, el Buddha Ratnakusumasampuspitagatra, el Buddha Salendraraja, el Buddha Ratnotpalasri, el Buddha Sarvarthadarsa, el Buddha Sumerukalpa y Buddhas semejantes a estos, numerosos como las arenas del río Ganges. Cada uno en su tierra, muestra la apariencia de una vasta y larga lengua que cubre por entero los tres mil grandes mundos y dice las palabras sinceras y verdaderas:
“Es necesario que todos ustedes, seres vivientes, crean y alaben el inconcebible mérito y virtud de este Sutra cuya recitación (atenta) es protegida por todos los Buddhas”.
Shariputra, ¿Tú qué piensas? ¿Por qué se llama “Sutra cuya recitación (atenta) es protegida por todos los Buddhas”?
Shariputra, si hay un buen hombre o una buena mujer que escucha este Sutra y lo recibe y mantiene, y que escucha el nombre de todos los Buddhas, este buen hombre (atento) o esta buena mujer (atenta) será quien esté protegido por todos los Buddhas. Alcanzará sin retroceder, sin cambiar, la Suprema y Perfecta Iluminación (annuttara-samyak-sambodhi). Por eso, Shariputra, todos ustedes deberían creer, confiar en y aceptar mis palabras y las que hablan todos los Buddhas.

Shariputra, si existen personas que ya han realizado el voto, que ahora realicen el voto, o que realizarán el voto “Deseo nacer en aquél país del Buddha Amita”, todas estas personas alcanzarán sin retroceder, sin cambiar, la Suprema y Perfecta Iluminación, ya sea que hayan nacido, que estén naciendo, o que vayan a nacer en aquella tierra. Por esta razón, Shariputra, todo buen hombre o buena mujer, si tiene fe, debería hacer el voto de nacer en aquél país.
Shariputra, así como yo alabo los inconcebibles méritos y virtudes de todos los Buddhas, todos estos Buddhas alaban mis inconcebibles méritos y virtudes y dicen estas palabras: “El Buddha Shakyamuni es capaz de realizar cosas extremadamente difíciles y raras. En el mundo saha, en la mala época de las cinco turbiedades: en medio de la turbiedad del kalpa, la turbiedad de los puntos de vista erróneos, la turbiedad de la aflicción, la turbiedad de los seres vivientes y la turbiedad de la vida, es capaz de alcanzar la Suprema y Perfecta Iluminación y ayudar a todos los seres vivientes predicando este Dharma, que es difícil de creer, extremadamente difícil de ser creído por todos”.
Shariputra, debes saber que yo, durante la mala época de las cinco turbiedades, logré realizar esta difícil tarea de alcanzar la Perfecta y Suprema Iluminación y predicar el Dharma, que para todo el mundo es difícil de creer. Es una tarea verdaderamente muy difícil.
Después de que Buddha predicó este Sutra, Shariputra y todos los bhikshus, devas, seres humanos, asuras y otros seres semejantes de todos los mundos que escucharon lo que Buddha dijo, se alegraron lo aceptaron con fe, le hicieron reverencia y se retiraron.

Buddha habló el Sutra de Amita


Dharani para eliminar todas las obstrucciones kármicas de raíz
y obtener el nacimiento en la Tierra Pura

(fonética pin-yin)
NA MO A MI TUO PO YE. DUO TA CHIE DUO YE. DUO DI YE TA. A MI LI DUO PO PI. A MI LI DUO. XI TAN PO PI. A MI LI DUO PI JIA LAN DI. A MI LI DUO PI JIA LAN DUO. CHIE MI NI. CHIE CHIE NA ZHI DUO CHIA LI. SUO PO HE. (3 veces)

(fonética aproximada en castellano)
NA MO A MI TUO PO IE. TUO TA CHIE TUO IE. TUO TI IE T’A. A MI LI TUO P’O P’I. A MI LI TUO. SHI T’AN P’O P’I. A MI LI TUO P’I CHIA LAN TI. A MI LI TUO P’I CHIA LAN TUO. CHIE MI NI. CHIE CHIE NA TCH TUO CHIA LI. SUO PO JO. (3 veces)

Alabanza al Buddha Amitabha
Buddha Amitabha de cuerpo dorado,
hermosa apariencia y luminosidad sin par.
Su rizo blanco del entrecejo es como cinco montañas Sumeru.
Sus ojos púrpura son claros, puros, y vastos como cuatro grandes mares.
En su aura aparecen innumerables Buddhas de transformación
y Bodhisattvas de transformación, ilimitados también.
Sus cuarenta y ocho votos cruzan a los seres sintientes,
en nueve etapas de flores de loto, para alcanzar la “otra orilla”.

Honrado sea el gran compasivo y misericordioso de la Tierra Pura del Oeste,
el Buddha Amitabha.

NA MO A MI TO FO
A MI TO FO

Transferencia de méritos

Deseo renacer en la Tierra Pura de Occidente,
en las nueve etapas de flores de loto como mis padres.
Cuando los lotos se abran ver al Buddha y ser iluminado con la absoluta verda.
Los Bodhisattvas que nunca retroceden en su santo camino, serán mis compañeros.

Plegaria para la Ofrenda de incienso ...





Plegaria para la Ofrenda de incienso
El incienso arde en los incensarios,
se difunde su fragancia en el reino del Dharma.
Todos los Budas de la asamblea, extensa como el mar,
lo perciben a lo lejos.
Las nubes que se forman son auspiciosas,
mientras nosotros pedimos
con corazones sinceros y honestos,
que todos los Budas se manifiesten.
-Homenaje al Bodhisattva Mahasattva Parasol de nubes de incienso. (3 veces)
Verso de Apertura de Sutras
El Dharma insuperable, profundo,
insondable, sutil y maravilloso,
es difícil de hallar aun en cientos de miles de millones de eones.
Yo ahora lo veo, lo oigo, lo encuentro,
lo recibo y conservo.
Hago el voto de comprender el sentido
real y verdadero del Tathagata.
-Homenaje a nuestro Maestro original, el Buda Shakyamuni. (3 veces)
Buda predicó el
Sutra de la Profunda Bondad de los Padresy la Dificultad en Retribuirla
Tal yo he oído. Una vez el Buda residía en Shravasti, en el Bosque de Jeta, en el Jardín del Benefactor de Huérfanos y Solitarios, junto con un gran grupo de grandes bhikshus, dos mil quinientas personas, y Bodhisattvas Mahasattvas, treinta y ocho mil en total.
Entonces, el Honrado por el Mundo lideró la gran asamblea en una jornada hacia el Sur. De pronto encontraron una pila de huesos a la orilla del camino. El Honrado por el Mundo se volvió hacia ellos, apoyó los cinco miembros sobre el piso y se prosternó respetuosamente.
Ananda juntó las palmas de sus manos y preguntó al Honrado por el Mundo: “El Tathagata es el Gran Maestro de los Tres Reinos y el padre compasivo de los seres de las cuatro formas de renacimiento. Tiene el respeto y la reverencia de toda la asamblea. ¿Cuál es la razón por la que ahora reverencia una pila de huesos?”.
Buda respondió a Ananda: “A pesar de que todos ustedes son mis principales discípulos y además son miembros del Sangha desde hace mucho tiempo, aún no han alcanzado la comprensión profunda. La pila de huesos pudo haber pertenecido a mis antepasados en vidas anteriores. Pudo haber pertenecido a mis padres en muchas vidas pasadas; ésta es la razón por la que ahora me prosterno ante ella.
Ananda, estos huesos que nosotros estamos mirando pueden ser divididos en dos grupos. Un grupo está compuesto de huesos de hombres, que son pesados y de color blanco. El otro grupo está compuesto de huesos de mujeres, que son livianos y negruzcos”.
Ananda dijo al Buda: “Honrado por el Mundo, cuando los hombres están en el mundo adornan sus cuerpos con mantos, cintos, zapatos, sombreros y otros adornos; así pueden asumir claramente una apariencia masculina.
Cuando las mujeres están en el mundo utilizan cosméticos, perfumes, polvos y elegantes fragancias para adornar sus cuerpos; de esta forma, ellas pueden asumir claramente la apariencia femenina. Sin embargo, hombres y mujeres mueren y todo lo que ellos dejan son huesos. ¿Cómo puede alguien separarlos? Por favor, enséñenos cómo usted es capaz de distinguirlos”.
Buda respondió a Ananda: “Si cuando los hombres están en el mundo entran en los templos, escuchan la exposición de los Sutras y textos Vinaya, rinden homenaje a los Tres Tesoros y recitan el nombre de Buda, entonces, cuando ellos mueran, sus huesos serán pesados y de color blanco.
La mayoría de las mujeres en el mundo tienen poca sabiduría y están llenas de emociones. Otorgan el nacimiento y cuidan de los pequeños, sintiendo que éste es su deber; cada pequeño depende de la leche de su madre para la vida y el alimento, y aquella leche es la transformación de la sangre de la madre. Cada niño bebe mil doscientos litros de leche materna. Debido a este drenaje corporal de la madre, de donde el niño toma la leche para su nutrición, la madre se agota y palidece, y así, sus huesos se vuelven oscuros y ligeros”.
Cuando Ananda escuchó estas palabras sintió dolor en su corazón, como si hubiese sido apuñalado, y lloró silenciosamente.
Él dijo al Honrado por el Mundo: “¿Cómo puede alguien recompensar la bondad y la virtud de una madre?”.
Buda respondió a Ananda: “Escucha bien, te explicaré detalladamente.
El feto crece en el vientre de su madre durante diez meses lunares. ¡Qué amargura atraviesa cuando él vive en ella!
En el primer mes de gestación, la vida del feto es tan precaria como una gota de rocío en la hierba. Como ésta, ¡no dura de la mañana a la tarde: se evapora al mediodía!
Durante el segundo mes lunar de gestación, el embrión se solidifica como un cuajo.
En el tercer mes lunar de gestación es como sangre coagulada.
Durante el cuarto mes de gestación el feto comienza a asumir una leve forma humana.
Durante el quinto mes en el vientre, los cinco miembros de la criatura –dos piernas, dos brazos y una cabeza– empiezan a tomar forma.
En el sexto mes lunar de gravidez, la criatura comienza a desarrollar la esencia de las facultades de los seis sentidos; los ojos, las orejas, la nariz, la lengua, el cuerpo y la mente.
Durante el séptimo mes se forman los trescientos sesenta huesos y articulaciones, y los ochenta y cuatro mil poros de los cabellos también son completados.
En el octavo mes lunar de gravidez, se conforman el intelecto y los nueve orificios.
Por el noveno mes, el feto aprendió a asimilar los diferentes nutrientes del alimento que come. Por ejemplo, puede asimilar la esencia de los duraznos, de las peras, ciertas raíces de plantas y las cinco especies de granos.
Dentro del cuerpo de la madre, los órganos sólidos internos utilizados para almacenar penden hacia abajo, mientras que los órganos vacíos internos utilizados para procesar se extienden hacia arriba. Pueden ser comparados con tres montañas que surgen de la faz de la Tierra; estas montañas tienen tres nombres: Sumeru, Karma y Sangre. Estas montañas semejantes están juntas y forman una cadena única en un patrón de picos elevados y valles. Así también la coagulación de la sangre de los órganos internos de la madre forma una sustancia única, la cual se convierte en alimento del pequeño.
Durante el décimo mes de gravidez el cuerpo del feto está completo y listo para nacer. Si la criatura es extremadamente filial, emergerá con las palmas de las manos juntas respetuosamente, el nacimiento será auspicioso y estará lleno de paz. La madre no tendrá lesiones por el nacimiento y no sufrirá dolores; si la criatura es de naturaleza extremadamente rebelde, faltará a la piedad filial, entonces injuriará el vientre de su madre, le rasgará el corazón o el hígado, o estará atravesado entre sus huesos. El nacimiento la hará sentir como si estuviera siendo cortada en rebanadas por millares de cuchillos, o como si diez mil espadas atravesaran su corazón. Éstas son las agonías que envuelven el nacimiento de una criatura insolente y rebelde.
Para explicarlo más claramente, existen diez tipos de bondades brindadas por la madre a su hijo:
• La primera es la bondad de proveer protección y cuidado al bebé en su vientre.
• La segunda es la bondad de soportar el sufrimiento durante el parto.
• La tercera es la bondad de olvidar el dolor luego del nacimiento de la criatura.
• La cuarta es la bondad de comer lo amargo, dejando lo dulce para el bebé.
• La quinta es la bondad de mover a la criatura a un lugar seco, durmiendo ella en lo mojado.
• La sexta es la bondad de amamantar al bebé con su pecho, alimentándolo y educándolo.
• La séptima es la bondad de lavar y limpiar lo sucio.
• La octava es la bondad de pensar siempre en su hijo cuando éste está lejos.
• La novena es la bondad del profundo cuidado y preocupación.
• La décima es la bondad de la máxima piedad y simpatía.
La bondad de proveer protección y cuidado al bebé en su vientre
• Las causas y condiciones de los kalpas acumulados crecen pesadamente.
• Hasta que en esta vida la criatura termina en el vientre de su madre.
• Conforme pasan los meses, los cinco órganos vitales se desarrollan.
• Dentro de las siete semanas, los órganos de los sentidos comienzan a crecer, el cuerpo de la madre se vuelve tan pesado como una montaña,la quietud y el movimiento del feto son como un desastroso viento kálpico,la ropa fina de la madre ya no sirve más,y así, su espejo se cubre de polvo.
La bondad de soportar el sufrimiento durante el parto
• La gravidez dura diez meses lunares,y culmina en trabajo difícil al aproximarse el nacimiento.
• En cuanto a esto, cada mañana la madre está seriamente dolorida,y durante cada día, está somnolienta y perezosa.
• Su miedo y agitación son difíciles de describir,aflicción y lágrimas colman su pecho.
• Ella dolorosamente dice a su familia,que sólo tiene miedo de que la muerte la lleve.
La bondad de olvidar el dolor luego del nacimiento de la criatura
• El día que la madre compasiva tiene al bebé los cinco órganos se abren,dejándola totalmente exhausta de cuerpo y mente.
• La sangre fluye como la de un cordero muerto,sin embargo, luego de oír que el bebé es saludable,ella se reanima con redoblada alegría.
• Pero, luego de la alegría, la pena retorna,y la agonía arranca de ella muchos sentimientos íntimos.
La bondad de comer lo amargo dejando lo dulce para el bebé
• La bondad de ambos padres es profunda.
• Su cuidado y devoción no se agotan.
• Sin descansar nunca, la madre economiza lo dulce para la criaturay sin quejas come lo amargo.
• Su humor es pesado y su emoción difícil de soportar;su bondad y compasión son profundas,sólo desea ver a su hijo alimentado.
• La madre compasiva no habla de su propio hambre.
La bondad de mover a la criatura a un lugar seco, durmiendo ella en lo mojado
• La madre desea estar mojada,así la criatura puede estar seca.
• Con sus dos senos ella satisface su hambre y su sed;cubriéndola con su manga la protege del viento y del frío.
• Bondadosa, su cabeza raramente descansa en la almohada, y aun así, con ello está feliz.
• Hasta que el bebé esté cómodo, la bondadosa madre no buscará comodidad para sí misma.
• La bondadosa madre es como la gran Tierra.
• El austero padre es como el cielo protector sobre nosotros.
• Uno cubre, otra soporta.
• La bondad de los padres es tal que no conocen odio o rabia hacia su prole,y no se disgustan, ni siquiera cuando la criatura nace lisiada.
• Luego de que la madre carga al bebé en su vientre y se produce el nacimiento de éste,los padres lo cuidan y protegen juntos hasta el fin de sus días.
La bondad de lavar y limpiar lo sucio
• Originalmente ella tenía un bello rostro y un gracioso cuerpo;su espíritu era fuerte y vibrante,sus cejas eran como el fresco y verde sauce,y su color haría avergonzar a un loto rojo.
• Pero su bondad es tan profunda, que renunciará a su bello rostro.
• Aunque lavar lo sucio dañará su aspecto,la buena madre actúa sola por sus hijos e hijas,y de buen grado permite que su belleza se apague.
La bondad de pensar en el hijo cuando éste está lejos
• La muerte de las personas amadas es difícil de soportar,como también es dolorosa la separación.
• Cuando el hijo viaja lejos, la madre se preocupa en su pueblo.
• Desde la mañana hasta la noche su corazón está junto a ély mil lágrimas caen de sus ojos.
• Como un mono llorando silenciosamente por el amor de su cría,pedazo a pedazo es partido su corazón (NT: en chino dice hígado).
La bondad del profundo cuidado y preocupación
•¡Cuán profunda es la bondad y emotiva la preocupación de los padres!
• Su bondad es profunda y difícil de corresponder.
• De buena voluntad reciben el sufrimiento en nombre de sus hijos.
• Si el hijo trabaja arduamente, sus padres se preocupan.
• Si escuchan que viajó lejos, se preocupan porque durante la noche pueda dormir tranquilamente.
• Igualmente, si en un momento sus hijos o hijas sufren dolor, esto causará en los padres el sufrimiento de la angustia.
La bondad de la máxima piedad y simpatía
• La bondad de los padres es profunda e importante.
• Su ternura nunca cesa.
• Desde el momento en que despiertan cada día, sus pensamientos están con los pequeños.
• Aunque los niños estén cerca o lejos, los padres piensan en ellos todo el tiempo.
• Aun cuando una madre viva cien años ¡constantemente se preocupará por su hijo de ochenta!
•¿Usted desea saber cuándo terminan tal bondad y amor?
• No comenzarán a disminuir ni siquiera cuando su vida termine”.
Buda dijo a Ananda:
“Cuando contemplo a los seres vivos, veo que aunque ellos nazcan como seres humanos, son estúpidos y lentos en sus pensamientos y acciones. No consideran la gran bondad y virtud de sus padres, son irrespetuosos y vuelven su espalda a la bondad y a lo que es recto y cierto, a ellos les falta humanizarse y no son filiales o condescendientes.
Durante diez meses, mientras la madre está con el pequeño, siente incomodidad cada vez que se levanta, como si estuviera levantando una pesada carga. Es incapaz de mantener alimentos sólidos o líquidos en el estómago, como una persona con una larga enfermedad. Cuando los diez meses pasan y llega el momento del nacimiento, es sometida a toda clase de dolores y sufrimientos hasta que el pequeño nace. Teme por su propia supervivencia, como un cordero o un cerdo aguardando en el matadero. Entonces la sangre fluye hacia el piso.
Esos son los sufrimientos a los que es sometida.
Una vez nacida la criatura le guarda lo que es dulce, y ella misma come lo que es amargo. Carga a la criatura y la alimenta, lavando su suciedad. No hay trabajo arduo o dificultad que ella no admita hacer por su hijo. Soporta frío y calor y nunca lo menciona.
Da el lugar seco a su hijo y duerme en el mojado; durante tres años lo alimenta con su leche, la cual es la transformación de la sangre de su propio cuerpo.
Los padres continuamente insisten y guían a sus hijos en los caminos de la propiedad y de la moralidad, para que los jóvenes se transformen en adultos. Ellos les disponen casamiento y les brindan bienes y riquezas o inventan medios para que estos puedan conseguirlos por sí mismos. Asumen esta responsabilidad y estos problemas sobre ellos con tremendo celo y arduo trabajo; sin hablar nunca sobre este cuidado y bondad.
Cuando un hijo o una hija enferma, los padres se preocupan y afligen a tal punto que ellos mismos estarán enfermos. Están al lado del pequeño proveyéndole el cuidado debido, y los padres vuelven a ser felices solamente cuando el pequeño mejora.
De esta forma ellos cuidan que el niño crezca, con la esperanza de que su adolescencia pronto se transforme en adultez.
¡Qué triste es que generalmente los hijos no tengan piedad filial con sus padres devolviendo el afecto que reciben! Los hijos no muestran obediencia con relación a los parientes a quienes ellos deberían honrar y respetar. Cuando deberían ser esmerados, no tienen buenas maneras. Miran furiosamente a quienes deberían honrar, e insultan a sus tíos y tías. Insultan a sus hermanos y destruyen cualquier sentimiento familiar que exista entre ellos. Hijos como estos no tienen respeto ni sentido de virtud.
Los hijos pueden ser bien educados pero, si les falta sentido filial, no absorben las enseñanzas y no obedecen las reglas. Raramente confían en la orientación de sus padres. Salen y entran en la casa sin comunicárselo. Su manera de hablar y actuar es arrogante y sus actos impulsivos, sin previa consulta a otros. Tales hijos ignoran las reprimendas y escarmientos dados por sus padres, y no prestan ninguna atención a los consejos de sus tíos. A pesar de esto, aún son inmaduros y siempre necesitan ser asistidos y protegidos por los mayores.
Cuando tales hijos crecen se tornan cada vez más obstinados e incontrolables. Son completamente ingratos y totalmente antagónicos. Son desafiantes y están llenos de odio, rechazando tanto a la familia como a los amigos. Hacen amistad con malas personas. Rápidamente estarán bajo su influencia y luego adoptarán sus vicios y malos hábitos. Comenzarán a tomar lo falso por verdadero.
Tales hijos pueden ser incentivados por otros a dejar a sus familias y partir para vivir en otras ciudades, renunciando así a sus padres y rechazando su tierra natal. Pueden convertirse en vendedores o funcionarios que se hacen débiles por la comodidad y la lujuria. Pueden casarse apresuradamente, y esta nueva obligación crearles otro obstáculo que causará su ausencia y el no retorno al hogar por largos períodos de tiempo.
O, yendo a vivir a otra ciudad, estos hijos pueden ser incautos, verse envueltos en un enredo o ser acusados de perpetrar algún crimen. Pueden ser injustamente llevados a una prisión, contraer enfermedades y enredarse en desastres y privaciones, quedando sujetos al terrible dolor de la pobreza, el hambre y el debilitamiento. Así nadie cuidará de ellos. Siendo despreciados y careciendo de amistades serán abandonados en la calle. En tales circunstancias sus vidas pueden llegar a su fin. A nadie le importará salvarlos. Sus cuerpos se hincharán, se pudrirán, deteriorarán, estando expuestos al sol y al viento. Los huesos estarán íntegramente desintegrados y partidos; ésta es la forma en la que estos hijos encontrarán su descanso final en la suciedad de alguna otra ciudad. Nunca volverán a tener una reunión feliz con su familia y sus parientes, ni jamás sabrán cómo lloraron sus padres y se preocuparon por ellos. Estos (sus padres) se habrán enceguecido de llorar y estarán enfermos por la extrema pena y desesperación.
Pueden morir teniendo a sus hijos constantemente en la memoria, pero aun cuando se conviertan en fantasmas, sus almas todavía estarán apegadas a esta afección y serán incapaces de dejar que ésta se vaya.
Otros de estos hijos sin sentimiento filial pueden no desear aprender, pero, por el contrario, pueden interesarse en doctrinas extrañas y audaces. Tales hijos pueden ser malos, groseros, obstinados, simpatizantes de prácticas que carecen completamente de beneficios. Pueden envolverse en disputas y robos, convirtiéndose en marginados de la ciudad por la bebida y el juego. Como si su propio libertinaje no fuera suficiente, también arrastrarán a sus hermanos en esto, para nueva angustia de sus padres.
Si tales hijos viven en el hogar, salen temprano por la mañana y no retornan hasta tarde, por la noche. Nunca preguntan por el bienestar de sus padres o procuran saber si ellos están sufriendo frío o calor. Nunca preguntan si sus padres están bien, ni por la mañana ni por la noche, ni siquiera en el primero y el decimoquinto día del mes lunar. De hecho, esto nunca ocurre para esos hijos sin sentimiento filial; ni preguntan si sus padres han dormido confortablemente o descansado en paz.
Tales hijos simplemente no tienen una mínima preocupación por el bienestar de sus padres. Cuando los padres de estos hijos envejecen, y cuando sus apariencias se vuelven cada día más pálidas y extenuadas, sienten vergüenza de ser vistos con ellos en público y son sometidos al abuso y la opresión.
Tales hijos sin sentimiento filial pueden terminar con un padre o madre viudo. Los padres solitarios son abandonados en casas vacías, sintiéndose como huéspedes en su propio hogar. Pueden enfrentar el frío y el hambre, sin que nadie preste atención a su situación. Pueden llorar incesantemente de la mañana a la noche, sollozando y lamentándose. Los hijos deberían proveer a sus padres ancianos de alimentos y bebidas de agradables sabores, pero los hijos irresponsables no vislumbran tales obligaciones.
Si ellos intentan ayudar a sus padres, de cualquier forma se sienten inhibidos y preocupados de que las personas se puedan reír de ellos, aunque tal descendencia pueda cubrir de riquezas a sus mujeres e hijos, dispensando el arduo trabajo, envueltos por el cansancio y la fatiga para adquirirlas. Otros descendientes sin sentimiento filial, pueden ser tan intimidados por sus esposas, que atienden a todos sus deseos. Pero cuando son solicitados por sus padres y los más ancianos, los ignoran y hacen oídos sordos a sus súplicas.
Puede darse el caso de hijas que son completamente piadosas y dóciles con sus padres antes de su propio casamiento, pero se convierten progresivamente en rebeldes luego de casarse. Esta situación puede ser tan extrema que, si sus padres demostraran la menor señal de descontento, las hijas se volverían odiosas y vengativas con ellos. Aunque soporten insultos y castigos de sus maridos y respondan con dulce temperamento, aún así, sus cónyuges son extraños con otros apellidos y lazos familiares.
Los vínculos emocionales entre tales cónyuges son profundamente complicados, y por lo tanto, esas hijas mantienen a sus padres a cierta distancia. Pueden seguir a sus maridos, mudándose a otras ciudades, dejando a sus padres completamente atrás. No sienten nostalgia y simplemente cortan todo contacto con ellos.
Cuando los padres permanecen sin escuchar ni una sola palabra de sus hijas, sienten una ansiedad constante. Ellos están tan colmados de pesar, que es como si estuviesen suspendidos cabeza abajo. Cada pensamiento se centra en el deseo de ver a sus hijas, como alguien sediento deseando algo de beber. Sus pensamientos bondadosos para con sus hijas nunca cesan.
La virtud de la bondad de los padres es ilimitada. Si alguien cometió el error de no ser filial, ¡qué difícil es compensar aquella bondad!”.
En aquella ocasión, luego de escuchar hablar al Buda acerca de la profundidad de la bondad de los padres, todos en la Gran Asamblea se lanzaron al piso y comenzaron a golpearse en sus pechos, pegándose hasta hacer fluir sangre de todos los poros de sus cabezas. Algunos cayeron inconscientes, mientras que otros golpearon sus pies en señal de remordimiento. Pasó un largo tiempo hasta que se controlaron. Se lamentaban en voz alta: “¡Tal sufrimiento!, ¡qué sufrimiento! ¡Qué dolor! ¡Qué dolor! Todos nosotros somos culpables. Somos criminales que nunca despiertan, como aquellos que viajan en la oscura noche. Nosotros ahora comprendemos nuestras ofensas y nuestras entrañas se despedazan. Sólo esperamos que el Honrado por el Mundo tenga piedad de nosotros y nos salve. ¡Por favor, díganos cómo podemos recompensar la profunda bondad de nuestros padres!”.
En aquella ocasión, el Tathagata utilizó ocho clases de sonidos profundos y puros para hablar a la asamblea:
“Todos ustedes deberían saber esto. Ahora les explicaré los diferentes aspectos de esta cuestión.
Si hubiera una persona que cargara a su padre sobre su hombro izquierdo y a su madre sobre su hombro derecho, hasta que sus huesos fueran enterrados en el pie por el peso de ambos, como si estos perforaran a través de su médula, y esta persona circunvalara alrededor del Monte Sumeru por cien mil kalpas, hasta que la sangre fluyendo de sus pies llegara a su cintura; esta persona, aun así, no recompensaría la profunda bondad de sus padres.
Si hubiera una persona que durante el período de un kalpa repleto de hambre e inanición, cortase la carne de su propio cuerpo para alimentar a sus padres e hiciera esto tantas veces como los granos de polvo que ella pisara a través de cientos de miles de kalpas; aun así, la persona no recompensaría la profunda bondad de sus padres.
Si hubiera una persona que en consideración a sus padres tomara un cuchillo afilado y arrancara sus ojos e hiciera una ofrenda con ellos al Tathagata, y continuara haciéndolo por cientos de miles de kalpas; esta persona, aun así, no recompensaría la profunda bondad de sus padres.
Si hubiera una persona que en consideración a su padre y a su madre usara un cuchillo afilado para cortar su corazón y su hígado, y que su sangre fluyera y cubriera el piso; si ella continuara haciendo esto por cientos de miles de kalpas, sin protestar nunca contra su dolor, esa persona, aun así, no podría retribuir la profunda bondad de sus padres.
Si hubiera una persona que en consideración a sus padres comiera hierro derretido y continuara con ello por cientos de miles de kalpas, esta persona, aun así, no podría recompensar la bondad de sus padres”.
En aquella ocasión, luego de escuchar el discurso de Buda sobre la bondad y la virtud de los padres, cada uno, en la Gran Asamblea, lloró lágrimas silenciosas y sintió un dolor ardiente en su corazón. Ellos reflexionaron profundamente y simultáneamente manifestaron vergüenza y se dirigieron al Buda: “Honrado por el Mundo, ¿cómo podemos nosotros retribuir la profunda bondad de nuestros padres? ”.
Buda contestó: “Discípulos de Buda, si ustedes desean recompensar la bondad de sus padres, reproduzcan este Sutra en su nombre. Reciten este Sutra en su nombre, arrepiéntanse de transgresiones y ofensas en su nombre. En consideración a sus padres, hagan ofrendas a las Tres Joyas. En consideración a sus padres, observen el precepto de alimentación pura. En consideración a sus padres, practiquen dando y cultivando bendiciones.
Si ustedes son capaces de hacer estas cosas, están siendo hijos piadosos. Si ustedes no hicieran estas cosas, serían personas destinadas al tormento”.
Buda dijo a Ananda: “Si una persona no es filial, cuando su vida termine y su cuerpo se pudra caerá en el vacío, en el infierno Avici. Este gran infierno es de ochenta mil yojanas de circunferencia y está rodeado por paredes de hierro por los cuatro lados. Arriba está cubierto por redes, y el piso es también de hierro, una masa de fuego que quema ferozmente, mientras rugientes truenos y brillantes chispas de rayos lo encienden. Latón y hierro derretido son derramados sobre el cuerpo de los transgresores. Perros y cobras de hierro y latón lanzan fuego y humo constantemente, que quema a los transgresores y asa su carne y grasa reduciéndolos a una masa.
¡Oh tal sufrimiento! ¡Es difícil de soportar! Existen postes, ganchos, púas, lanzas, alabardas, y corrientes de hierro, martillos y taladros de hierro. Ruedas de cuchillos de hierro caen del aire. Los transgresores son cortados, picados o apuñalados, y atraviesan estos crueles castigos durante kalpas sin pausa. Entonces ellos entran y permanecen en el infierno, donde sus cabezas son cubiertas por vasijas ardientes, mientras ruedas de hierro ruedan sobre sus cuerpos, pasando tanto vertical como horizontalmente hasta que sus tripas son rasgadas y sus huesos y carne reducidos a una masa. En un solo día experimentan miles de nacimientos y muertes. Tales sufrimientos son el resultado de la práctica de los cinco actos de rebeldía y de no ser filiales mientras se encontraban vivos”.
En esa ocasión, luego de escuchar hablar al Buda sobre la virtud de la bondad de los padres, cada miembro de la Gran Asamblea lloró con arrepentimiento y se dirigió al Tathagata: “¿Cómo podremos recompensar hoy la profunda bondad de nuestros padres?”.
Buda dijo: “Discípulos de Buda, si ustedes desean recompensar su bondad, entonces, por sus padres, reproduzcan este Sutra (discurso). Esta es una verdadera forma de recompensa. Si alguien puede hacer un libro, entonces podrá ver un Buda. Si alguien puede hacer diez libros, entonces verá diez Budas. Si alguien puede hacer cien libros, conseguirá ver cien Budas. Si alguien consigue hacer mil libros, podrá ver mil Budas. Si esta persona hace diez mil libros, verá diez mil Budas. Éste es el poder creado cuando buenas personas hacen Sutras. Todos los Budas protegerán para siempre a tales personas con su bondad, e inmediatamente podrán hacer que sus padres nazcan en los reinos celestiales para gozar de todas las formas de felicidad y dejar atrás los sufrimientos del infierno”.
En aquella ocasión, Ananda y el resto de la Gran Asamblea –asuras, garudas, kinnaras, mahoragas, humanos, no-humanos y otros; así como devas, dragones, yakshas, gandharvas, reyes sabios y todos los reyes menores–, luego de escuchar lo dicho por el Buda sintieron erizar los pelos de su cuerpo. Lloraron con pena y no fueron capaces de detenerse. Cada uno de ellos realizó un voto diciendo: “Todos nosotros, a partir de ahora hasta el fin de los límites del futuro, preferimos que nuestros cuerpos sean pulverizados en pequeñas partículas de polvo durante cien mil kalpas, que ir en contra de estas sabias enseñanzas. Preferimos que nuestras lenguas sean sacadas y extendidas un yojana completo, y que por cien mil kalpas un arado de hierro se deslice sobre ellas; preferiríamos tener cien mil láminas rodando libremente sobre nuestros cuerpos, que ir en contra de las sabias enseñanzas del Tathagata. Sería preferible que durante cien mil kalpas nuestros cuerpos fueran cortados en rebanadas, mutilados y cincelados en tres millones de pedazos, y que nuestra piel, carne, articulaciones y huesos fuesen completamente desintegrados, que ir contra las sabias enseñanzas del Tathagata”.
En aquella ocasión, Ananda, con dignidad y sentimiento de paz, se levantó de su asiento y preguntó al Buda: “Honrado por el Mundo, ¿qué nombre podría tener este Sutra cuando nosotros concordáramos con él y lo sustentáramos? ”.
Buda dijo a Ananda: “Este Sutra es llamado ‘Sutra sobre la profunda bondad de los padres y la dificultad en retribuirla’; usen este nombre cuando estén de acuerdo con él y lo sostengan”.
En aquella ocasión, la Gran Asamblea, los devas, humanos, asuras y otros, habiendo escuchado lo dicho por el Buda, estaban completamente extasiados. Ellos creyeron en Él; entonces se prosternaron y se retiraron.